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Omicrono

¿Es posible que haya dispositivos capaces de hablar con animales en el futuro?

14 junio, 2013 20:04

Muchos tenemos animales de compañía y, aunque con la costumbre sabemos sus necesidades básicas como cuando quieren comer, beber o que los saquemos a la calle a pasear, en ocasiones sus ladridos, maullidos, bufidos o gruñidos pueden significar más cosas que no logramos entender al ver que sus necesidades básicas están colmadas.

Con Slobodchikoff es un profesor de la Universidad del norte de Arizona cuya meta marcada es precisamente esa, crear la posibilidad de entender más a nuestros animales gracias a su condición de conductista animal e investigador durante sus 30 años de experiencia en su carrera dedicada al entendimiento e interpretación de la comunicación de los animales.

Slobodchikoff comenzó sus estudios centrándose en el comportamiento de los Perritos de la Pradera observando la complejidad en su comunicación tan amplia como el poder distingir no solo la existencia de un depredador cerca sino que tipo de depredador (coyotes, águilas  humanos, cuantos de cada especie, etc.), es tal su nivel comunicativo que en caso de los humanos informan a sus semejantes cual de ellos va armado.

Slobodchikoff cree que es posible extrapolar la conversación, gestos e intensidad de llamada de los perritos de la pradera a otros animales con un sistema de inteligencia artificial gracias al trabajo en conjunto con las nuevas tecnologías, sea capaz de “traducir al idioma humano” una serie de alertas y gritos de estos animales a algo entendible como “coyote marrón delgado se acerca rápidamente.” Si es posible esto, también es posible “traducir” del humano a un idioma entendible a una determinada especie.

A través de este sistema de entendimiento y estudio de determinadas especies, es posible que a través de un dispositivo del tamaño de un teléfono móvil sea posible hacer lo mismo con otras especies tales como perros y gatos y no de un modo básico como “comer”, “beber”, “te voy a atacar”, “acaríciame” con aplicaciones como esta que, si llevamos años con nuestro animal sabremos perfectamente que nos está pidiendo sin necesidad de este software sino conseguir algo más complejo hasta acercarnos al punto de llevar una semi-conversación.

Por ejemplo, aspectos como un simple guau o un miau pueden significar  “Esta noche me apetece una lata de pollo” o “Hace bastante que no me limpias la caja de arena” que, según Slobodchikoff es completamente posible tan solo siendo necesaria la observación de las peticiones, comportamientos e interpretaciones tanto de sus gestos como de su “voz” que puede conllevar entre 5 y 10 años de estudio para conseguir tener una base de datos suficientemente completa para entender lo mejor posible lo que quieren decir.

Teniendo en cuenta que 4 millones de perros son sacrificados anualmente solo en EEUU por “problemas de conducta“, un estudio de esta magnitud no solo ayudaría a entender mejor a nuestros animales, saber sus necesidades o que sean todavía más de compañía de lo que son ahora sino salvar de la muerte a algunos animales que son sacrificados tan solo por no llegar a entender sus necesidades, traumas o problemas. Sobre este caso podemos poner como ejemplo a un perro que no para de ladrar hasta el punto de considerar llevarlo a la perrera, quizá, con la comprensión y entendimiento podamos saber que el perro está diciéndonos “Me estás asustando”, “tienes un aparato de ultrasonidos que espanta bichos en casa que me está haciendo un daño espantoso“, etc. porque realmente son estas las cosas que pueden hacernos suponer un “problema de comportamiento” cuando el verdadero problema lo tienen ellos y no nosotros.

Todo esto es posible siempre que el deseo sea el de entender y ayudar a los animales y no explotarlos o utilizarlos como juguetes, esclavos o meras figuras decorativas pues, como seres inteligentes que son, la única frontera que nos separa en realidad es el entendimiento acabando totalmente con el mito de “los animales lo son porque no saben hablar” y no hay nada más lejos de la realidad.

Los gatos tienen unas 35 vocalizaciones que, sumando con la enorme variedad de señales corporales nos da un lenguaje y no precisamente básico del mismo modo que los perros o conejos. Además de esto se añade otros factores que son totalmente ajenos y extraños para los humanos como por ejemplo los olores aunque este aspecto, a pesar de ser importante, es muy difícil a medio o largo plazo poderlo detectar y traducir aunque con la disponibilidad actual como son los tonos e intensidad de maullidos o ladridos si es posible extraer gran parte de información y datos sobre lo que nos están pidiendo o comunicando y, sucesivamente, a través del lenguaje corporal.

Por supuesto, este método sería posible para otros animales pero son tantos los seres vivos que sería una locura el procurar traducir todos los idiomas existentes en el mundo animal centrándose en los más cercanos actualmente al ser humano pero ello no quiere decir que solo perros o gatos sean capaces de comunicarnos algo.

Fuente: Yahoo