La venta del Washington Post al co-fundador de Amazon muestra la debilidad de la prensa tradicional

La prensa tradicional lleva ya unos años inmersa en una crisis, tanto de valores como de ventas, de la que no parece poder salir. Hay muchas razones, aunque sin duda alguna la gran presencia de Internet es la principal. Gracias a la red de redes, la información ha dejado de circular en un solo sentido, y ahora los usuarios son los que se informan entre sí usando las diversas redes sociales. Los periódicos han quedado como meras carcasas de lo que una vez fueron, con ediciones en papel que buscan el impacto fácil y ediciones web que no son mas que repositorios de notas de prensa.

En un clima semejante, no es de extrañar que uno de los periódicos mas prestigiosos, The Washington Post, haya sido vendido por apenas 250 millones de dólares a Jeff Bezos, el co-fundador de Amazon. Esa cifra apenas es un porcentaje de lo que se ha llegado a pagar por algunas de las startups y proyectos mas famosos de la actualidad, y es una buena muestra de que la industria tradicional de la información está de capa caída.

Como de capa caída están sus trabajadores, que no tienen ni idea de qué rumbo pretende tomar Bezos. Establecida como una empresa familiar desde hace cuatro generaciones, Donald Graham será el último en controlar el periódico. Lo hacía centrándose en sus trabajadores, aprendiéndose sus nombres y recortando de todas partes para evitar despidos. Pese a las malas ventas, no se realizaron los mismos despidos masivos que en otros lugares, y se prefirió dejar de pagar otros aspectos (como el mantenimiento de los edificios o incluso los servicios) para seguir adelante, un movimiento que algunos verían como un signo de debilidad, y otros como una rareza que hay que proteger. Se dice que, cuando el hasta entonces jefe del Post anunció la venta a sus empleados, el ambiente fue “el de un funeral”.

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Porque todo el mundo sabe que Bezos renovará por completo el Washington Post, pero muchos dudan de cómo lo va a hacer. No solo se esperan despidos, sino una reorganización completa de la compañía que encaje con el modelo distribuido que tan bien le ha funcionado en otras empresas, como la propia Amazon. Está por ver si podrá revitalizar un medio de una industria en crisis, pero desde luego lo intentará, como ha hecho con otras compras. Bezos es famoso por realizar este tipo de compras, y en su cartera tiene incluso un contrato de 600 millones de dólares con la CIA para crear una nube privada y segura, algo que ya ha despertado recelos de conflicto de interés.

En España nos acabamos de enterar de que “El periódico de Huelva” cerrará sus puertas mañana, otra muestra mas de que, a menos que evolucione, la prensa tradicional está condenada al ostracismo. La duda es si merecerá la pena cambiar hasta el punto de resultar irreconocible para conseguir sobrevivir.

Fuentes | The Verge  Quartz  Isa J Moya en Twitter