Las muertes más extrañas de la era victoriana
El periodo que comprende desde 1800 hasta los inicios de 1900 está caracterizado por tener una esperanza de vida muy por debajo de lo que está hoy en día. Las causas son varias: condiciones sanitarias insuficientes, sobrepoblación que facilitaba la expansión de enfermedades…
Pero, por raro que suene, este periodo también estuvo lleno de muertes extrañas, muertes que la BBC ha seleccionado y recopilado en un artículo. Estas son las 10 muertes más extrañas que han ocurrido en ese periodo de tiempo:
1. Muerto por un ratón
Situémonos en la Inglaterra de 1875, en una fábrica situada al sur de Londres. Un ratón salvaje apareció de repente en una mesa de trabajo, sorprendiendo a los trabajadores que trabajaban allí. Uno de ellos consiguió capturar al ratón, pero se escapó por su camisa hasta llegar a su boca, que estaba abierta. El ratón, buscando una salida, empezó a morder todo lo que encontró en su paso por la garganta y el pecho de la víctima, causándole una muerte bastante agónica según describió Manchester Evening News en su momento.
2. Asesinado por su propia creación
Sam Wardell tenía la misión de iluminar el distrito de Flatbush (Nueva York) a mediados de los años 1880, dando luz a las calles por la tarde y apagando estas al amanecer. No era un trabajo en el que pudieras permitirte el gusto de quedarte dormido, así que para prevenir el quedarse dormido cogió un reloj con alarma normal y lo potenció para que una piedra cayera en el suelo a la hora indicada. El invento no hubiera resultado tan trágico de no ser porque un día se decidió por hacer espacio en la habitación y movió la cama hacia la estantería sin percatarse de su invento. El resultado fue que, cuando la alarma volvió a sonar, la piedra le golpeó en la cabeza mientras dormía.
3. Muerte por ataúd
Esta es una de las muertes típicas que pensamos cuando nos dicen muerte irónica. Henry Taylor era un portador de féretros en un cementerio de Londres, y se encontraban en medio de un entierro cuando cayó por culpa de una piedra. Pero no fue la caída lo que le mató, sino el ataúd que cayó sobre su cabeza cuando el resto de portadores dejó caer el ataúd.
4. Asesinado como si fuera un zombie
Que, en medio de un entierro, el muerto se levante del ataúd no es muy normal. Sin embargo, esto llegó a suceder en un pueblo ruso. No hace falta decir que todos los presentes, incluido el sacerdote, huyeron atemorizados del evento para encerrarse en sus casas. El pobre hombre, que había sido dado por muerto cuando en realidad estaba en coma, llegó hasta la puerta de una aldeana que no había cerrado demasiado bien la puerta. Mientras sucedía todo esto, el sacerdote que ofició el entierro recuperó la cordura y se dio cuenta de lo que pasaba, pero fue demasiado tarde: la aldea se había asegurado de que no volviera matándolo y tirándolo a una ciénaga.
5. Muerto por una apuesta
Para esta muerte tenemos que desplazarnos hasta la Navarra del año 1879, en la que dos franceses hicieron una apuesta para ver quien era el más resistente. Los términos eran que, después de estar en ayuno durante un día entero, beberían 17 vasos de vino y caminarían desde Pamplona hasta un pueblo a 10km. Que fuese en lo más caluroso de verano añadía interés a la apuesta, y por si no era suficiente decidieron establecer un sistema de handicaps en el que el más joven llevaría medio kilo de barro por cada año menos que tuviera. Así que se pusieron en marcha, uno de ellos llevando 7 kilos de tierra encima. No llegaron muy lejos: el más mayor murió, mientras que el joven escapó por milímetros la muerte.
6. Muerta por comer su propio pelo
Una paciente de 30 años en el condado inglés de Lincolnshire desesperaba a los médicos: estaba gravemente enferma y no sabían por que. Cuando murió, estos médicos pidieron a sus familiares el permiso para realizar una autopsia y revelar la causa de la muerte, pero probablemente ninguno de sus pronósticos contemplaba lo que se llegaron a encontrar: una masa sólida, hecha de cabello humano, con un peso de 1 kilogramo. Los médicos concluyeron la investigación con la conclusión de que esta masa había provocado todos los daños al estómago, siendo la causa más probable de la muerte, cosa que se reafirmó cuando una hermana de la paciente reveló que durante los anteriores 12 años había mostrado signos de tricotomanía.
7. Hechas pedazos por gatitos
Consigues un gato, y te ves recompensado por su compañía y atención. Así que consigues otro. Y otro. Empiezas a dejar que tu pelo crezca de forma salvaje, empiezas a hablar sólo. Salvando las diferencias con la loca de los gatos de Los Simpsons, esto es lo que le sucedió a una rica señora en Irán: empezó a albergar una gran colección de gatos en su casa. Y, cuando un fuego se declaró en esa misma casa, los gatos estaban atrapados detrás de una puerta. Dos asistentas fueron a abrir la puerta, pero el fuego volvió locos a los gatos, y en el momento en el que abrieron la puerta los gatos saltaron hacia ellas. Las heridas fueron tan graves que ambas murieron.
8. Muerto por aparentar
Cumpliendo otro cliché, esto sucedió en una discusión entre marineros que se convirtió en una pelea, que se saldó con un hombre caído por la borda. Probablemente se hubiera salvado gracias a un infante de marina que empezó a quitarse el uniforme para tirarse a su rescate, pero un oficial ordenó al hombre que se detuviera al avistar un barco con señoritas cerca. Y por tanto, no podía simplemente tirarse casi desnudo al agua, sino que necesitaba ir vestido de la manera correcta, como mandaban los cánones de la época. Sí, como lo estáis leyendo, era mas importante aparentar que salvar al marinero. Para cuando el oficial quiso enviar a cinco voluntarios al rescate, el marinero ya había muerto ahogado.
9. Asesinado por un oso borracho
Un buen día, en la Rusia de 1891, alguien decidió que tener un oso como mascota era una buena idea, y que probara el vodka lo era más aún. Y hubo un día en el que el oso se coló en la taberna local y cogió un barril de vodka, cosa que el dueño intentó impedir. Desgraciadamente ese error le costó la vida, tanto a el como a sus tres hijos, que no pudieron hacer nada contra el oso. Cuando los aldeanos se encontraron la piscina de sangre y alcohol, con el oso borracho y dormido, y los restos de sus víctimas a su alrededor, no dudaron en acabar con su vida de un disparo.
10. Muerto de risa
Con esta historia el significado de la frase me muero de la risa empieza a coger algo de significado. En la Indiana de 1893, Wesley Parsons pasaba un buen rato con sus compañeros y amigos, cuando de repente empezó a reír descontroladamente sin poder detenerse. Una hora después empezó el hipo, y dos horas más tarde terminó muriendo de agotamiento.
Fuente | BBC