3 métodos para rastrearte en Internet que no conocías
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A día de hoy creo que ya nadie duda de que en Internet estamos vigilados. No me refiero a ninguna conspiración ni nada por el estilo, sino simplemente al hecho de que a las grandes empresas de Internet les encanta saber como actuamos para conocernos mejor ya que al fin y al cabo somos sus clientes. Gigantes de Internet como Google o Facebook saben al detalle cómo nos comportamos mientras interactuamos con sus servicios, que aparentemente son gratuitos, pero que en realidad se cobran de otra manera.
Una de las estrategias que les encantan es la de ofrecer servicios gratuitos para crear y mejorar nuestras páginas web. Es una estrategia muy inteligente; por ejemplo, es usual encontrar en casi cualquier web que vistamos los botones sociales de estos servicios. Para poder usarlos debemos tener iniciada la sesión del servicio. Colocando botones en todas las webs, Facebook y Google consiguen reunir información sobre nosotros incluso cuando en teoría estamos fuera de sus servicios.Hoy vamos a ver tres estrategias de rastreo que posiblemente desconocías:
Google Fonts
Google Fonts es un servicio que Google ofrece para hacer más atractivas nuestras páginas; los diseñadores webs pueden escoger entre una gran cantidad de fuentes para sus páginas y que hacer que estas luzcan mucho mejor, sin limitarse a las típicas standard Ariel, Verdana o Courier.
En Worpress por ejemplo, casi todo el mundo trabaja con Google Fonts, ya que es fácil de implementar y los resultados son realmente buenos. El problema para nuestra privacidad reside en que si nosotros estamos logueados en servicios de Google como Gmail, Maps o Google+, al acceder a una página que utiliza Google Fonts, Google lo sabrá. Incluso aunque no tengamos iniciada la sesión, es sabido que Google rastrea a los usuarios asignándoles números identificativos.
Botones sociales
Desde hace un tiempo, cuando entramos en una página, nos encontramos con cientos de botones sociales que nos permiten tener una interacción social con las páginas y nuestros amigos: Facebook, Twitter, Pinterest, Google+... Para un diseñador web es fácil implementar estos botones en una página, y a cambio nosotros podremos compartir artículos o todo aquello que nos interese con nuestros amigos.
Cada vez que entramos logueados a una página con todos estos botones sociales, Facebook o Google o quien sea lo sabe.
Botón de compra en Amazon
En muchas webs que se ofrecen o promocionan artículos, las compañías acostumbran a añadir el botón Compralo desde Amazon. Es una forma fácil y directa de promocionar su producto y de invitar al consumidor a adquirirlo mediante una plataforma conocida por todos y que goza de prestigio.
Supongo que a todos nos ha ocurrido el hecho de estar viendo algún producto en una página de terceros, y al entrar en Amazon con nuestra cuenta encontrárnoslo en nuestra lista de productos recomendados. ¿Asusta un poco no? Ahora ya sabéis como obtienen esta información.
¿Como podemos protegernos de estas prácticas?
La solución sería simple, pero bastante molesta para nuestra experiencia como usuarios. Simplemente deberíamos marcar una linea muy clara que diferenciase cunado estamos usando servicios sociales y cuando estamos navegando por Internet.
Cuando no estemos utilizando servicios sociales que nos piden estar logueados para funcionar deberíamos cerrar la sesión. Otra solución consistiría en usar un navegador distinto para navegar por Internet y uno distinto para usar servicios sociales.
Otra opción es instalar extensiones en nuestro navegador, que bloqueen las peticiones a servidores externos a menos que digamos lo contrario.
En mi opinión, creo que no debemos ser paranoicos. Si alguien quiere ser muy celoso de su privacidad tiene todo el derecho, porque esa información es suya. Pero si somos usuarios de todos estos servicios, no es por arte de magia que sean gratuitos. El paradigma de cómo se financian y se hacen sostenibles todos los servicios que han cambiado nuestras vidas ha cambiado, y mientras no se pasen ciertas líneas debemos ser lo mas comprensivos posibles y no temer al cambio.
Fuente | Tech Advisor