El éxito de Flappy Bird sigue siendo un gran misterio, por mucho que reflexionemos sobre el tema. Lo que ya dejamos claro es que mas desarrolladores iban a intentar repetir la fórmula de mezclar una dinámica sencilla con gráficos estilo retro, pero no esperábamos ni que el nuevo juego de moda llegase tan pronto, ni que resultase ser una muestra mas de lo peor que puede salir del mercado móvil.

Estrella de la noche a la mañana

Red Bouncing Ball Spikes es en la actualidad la segunda aplicación de pago mas vendida en la App Store de EEUU, y está subiendo a ese nivel en el resto del mundo; a primera vista, comparte muchos rasgos con Flappy Bird, como un estilo artístico tan simplista que el protagonista es una pelota roja, y una jugabilidad que no se queda atrás: es el típico juego de plataformas en el que avanzamos por los niveles esquivando obstáculos, en este caso pinchos.

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De por sí es bastante extraño que un juego tan básico como este tenga tanto éxito, sobre todo en un mercado tan competitivo como el de la App Store donde todos los grandes desarrolladores ofrecen al menos un título; pero al fin y al cabo, Flappy Bird nos ha enseñado que eso no importa, así que es posible aceptar ese éxito.

Copiar y pegar nunca fue tan lucrativo

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Lo que no es posible aceptar es que el juego en sí sea un fraude tremendo. Y es que en realidad Red Bouncing Ball Spikes no es mas que la extensión de una plantilla para crear juegos, vendida por 10 dólares en sitios de herramientas para desarrolladores como GSHelper. Como su nombre indica, Red Ball Template no es mas que una plantilla base con la que los programadores pueden experimentar, cambiando personajes y escenarios e introduciendo mecánicas mas avanzadas.

Un negocio redondo

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El creador de Red Bouncing Ball Spikes ha cogido esta plantilla y ha creado mas niveles en base a ella, sin cambiar absolutamente nada mas, y la vende a 0.89€. Curiosamente, la app pasó los controles de Apple y lleva vendiéndose desde Diciembre, pero es hoy cuando ha empezado su meteórico ascenso en circunstancias sospechosas. Pero como en el caso de Flappy Bird, no queda claro si es porque los aficionados han descubierto un juego que les gusta, o porque alguien está manipulando el sistema.

Fuente | Gamasutra