Las 12 cosas que probablemente no sabías sobre los T-Rex
El T-Rex, el dinosaurio más conocido de la historia, tiene muchas más peculiaridades de las que podríais imaginar. Han pasado ya 65 millones de años desde su extinción, y sin embargo seguimos hablando del Tyrannosaurus rex, pues sigue siendo curioso para la ciencia, el cine y el público en general (seguramente es de los pocos nombres científicos que conoce la mayoría de la población). Así pues, hoy os hablaremos de 12 cosas que es posible que no sepáis sobre este largarto gigante
1. Los brazos de los T-Rex no eran tan débiles como parecían
Los T-Rex destacaban por ser bichos enormes, pero con unos brazos bastante delgaduchos, cosa que ha dado para muchísimos chistes. Sin embargo, según comenta el paleontólogo Jack Conrad, esta creencia es un grave error.
“El bíceps del T-Rex, siendo conservadores, podía levantar hasta 200 kilos”
Así que pocas bromas con sus bracitos, que eran pequeños pero matones.
2. Los T-Rex adultos podrían haber tenido plumas
Aunque siempre se nos presentan como dinosaurios pelados, la realidad es que las plumas no eran solo cosa de dinosaurios pequeños. Según un descubrimiento del año 2012 del Yutyrannus huali, un T-Rex chino, podría haber especies con plumas. Este en particular medía más de siete metros y lucía plumas de hasta 150 centímetros que cubrían gran parte de su cuerpo. Por tanto, se ha planteado que el T-Rex si tuviera plumas.
3. El T-Rex ha cambiado su nombre a Manospondylus gigas
Con lo fácil que se nos hacía decir Tyrannosaurus rex, y van y nos cambian el nombre. Así ha sucedido con el T-Rex, ya que el descubridor de una especie tiene el derecho de ponerle nombre. En el caso del T-Rex, su descubridor Edward Drinker Cope denominó a las vértebras del bicho Manospondylus gigas unos 13 años antes de que se acuñara la palabra Tyrannosaurus como nombre. Esto se descubrió en el año 1999, pero como el nombre de T-Rex ha estado vigente durante 50 años, se le ha concedido un estatus especial.
4. El T-Rex tenía una extraordinaria visión
Teniendo en cuenta el estándar de los otros dinosaurios, el Tyrannosaurus rex tenía una vista brutal gracias a las adaptaciones especiales de su cráneo. De la misma forma que sucede con las aves y los humanos, los T-Rex tenían visión binocular, por lo que sus ojos podían mirar hacia delante y hacia los lados, pudiendo superponer los planos de visión.
5. Los T-Rex podrían haber sido caníbales
Con las sucesivas investigaciones y descubrimientos de restos óseos, se han llegado a encontrar marcas de mordiscos bastante contundentes, que muy probablemente procedían de otros T-Rex, aunque es imposible determinar si dichas marcas fueron el resultado de una pelea o de canibalismo puro y duro.
6. Los T-Rex adolescentes creían muy rápido
Ya conocéis el típico estirón en los séres humanos. Pues bien, en los Tyranossaurus rex también existía, pero no era ninguna tontería, pues en 2004 se descubrió que los T-Rex adolescentes entre 14 y 18 años podían ganar hasta 2,5 kg… ¡por día!
7. El primer T-Rex descubierto se llegó a vender por 8 millones de dólares
El primer T-Rex, descubierto por el paleontólogo Sue Hendrickson, aún sigue en la memoria de la comunidad científica. Se pudo recuperar hasta un 90% de su esqueleto (cosa muy rara en el mundo de los fósiles) y tenía hasta 42 metros de largo. Su descubrimiento llegó a provocar una batalla legal épica que acabo en una subasta del Tyrannosaurus en 1997. Dicho especimen fue comprado finalmente por el Museo Field de Chigado, junto a McDonalds y Disney que colaboraron en la subasta, llegando a pagar 8.360.000 dólares y dejando el ejemplar a la disposición del público.
8. Las escenas de persecución de Jurassic Park no habrían sido posibles en la realidad
Por si no habéis visto la saga de películas, en la primera se puede ver a un Tyrannosaurus correr a más de 70 km/hora tras un jeep. Es una escena emocionante, pero surrealista, pues un animal tan grande no puede llegar a esas velocidades por pura anatomía, ya que necesitaría el 86% de sus músculos concentrados en sus piernas para poder correr.
9. El T-Rex era un depredador, pero también era herbívoro
Aunque la fama le persiga (por una dentadura que da miedo), el T-Rex no se alimentaba simplemente de carne. Aunque los medios de comunicación solo han trasmitido esta idea, el Tyrannosaurus se comportaba tanto en forma de depredador como de herbívoro, y la ciencia jamás ha tenido un debate serio al respecto porque simplemente no hacía falta tenerlo. El bicho comía de todo, no solo carne.
10. La primera huella encontrada de un T-Rex fue descubierta por un Boy Scout
Como sucede en muchos descubrimientos científicos, normalmente las cosas son encontradas por investigadores amateur, o en este caso por un Boy Scout. Por lo visto, la huella fue presentada en 1983 por el geólogo Charles Pillmore, y por su similitud a las del T-Rex finalmente se ha aceptado que muy probablemente su dueño fue un gran Tyrannosaurus.
11. Buffalo (en Dakota del Sur) se autodenomina la “Capital mundial de los T-Rex”
Por lo visto, siete de los actuales esqueletos de T-Rex se han descubierto cerca de este pueblecito de 330 habitantes, Buffalo, en el que se encuentran dos de ellos: Stan y Samson.
12. En España hay un museo con una pareja de T-Rex manteniendo relaciones sexuales
Aunque los huesos de estos dinosaurios pesan varias toneladas, en España somos bastante raritos, y pacientes, pues en el Museo Jurásico de Asturias (al norte del país) se puede ver una exposición de dinosaurios donde destacan dos réplicas de esqueletos de Tyrannosaurus montados, en una posición sexual.