Etiquetas inteligentes que te avisan cuando la comida está en mal estado
Noticias relacionadas
- El asiento del centro dejará de ser un suplicio en los aviones con este nuevo diseño
- Airbus presenta un avión con las alas de un ave de presa, ¿el futuro de la aviación?
- Mira cómo una estación espacial china cae a la Tierra destruyéndose en la reentrada
- Una estación espacial china va a caer a la Tierra, aquí es donde ocurrirá
Seguro que más de una vez se os ha pasado la fecha de caducidad de algun alimento, o directamente dicha comida ha acabado en bastante tétrico estado. Tranquilos, a todo el mundo le ha pasado alguna vez, ya sea por olvido o falta de organización para consumirlo en su debido momento, o porque no hemos sabido conservarlo bien. Y en esas ocasiones seguro que habéis deseado contar con algún tipo de aviso para que no vuelva a suceder, algún tipo de notificación (¿modo smartphone?). Bueno, lo que os traigo hoy no emitirá pitidos o melodías, pero si cambiará de color a medida que vuestra comida vaya pasando de fecha.
Etiquetas de colores para avisarte de que tus alimentos están en mal estado
Concretamente, uno de los ejemplos que más asiduamente se suelen vivir con alimentos que pasan de su fecha es la leche. Es un producto que personalmente nunca entenderé, pues hay veces que dura y aguanta bastante bien, y otras veces se pasa de fecha con relativa rapidez.
Pues bien, para casos como este ya no hace falta echar mano de tu nariz o tus papilas gustativas (con las consecuencias que acarrea), pues llegan a nuestro rescate las etiquetas inteligentes de colores, también llamadas Indicadores Temperatura-Tiempo según los investigadores chinos que las han fabricado.
El tiempo y la temperatura, factores clave para estas etiquetas
Como su propio (y poco original) nombre indica, estas etiquetas basan su funcionamiento en el tiempo transcurrido y la exposición a una determinada temperatura del alimento en cuestión. En el caso de la leche, si le colocamos una etiqueta de este tipo, al principio será de un color rojo brillante. A medida que pase el tiempo irá cambiando a naranja, amarillo, verde lima y finalmente un verde enfermizo que nos indicará que no es buena idea consumir esa leche.
Como podréis imaginar, si lo hacemos bien solo dependeremos del tiempo, pero si exponemos la leche a temperatura ambiente (en lugar de ponerla en el frigorífico), el color de la etiqueta variará con mayor rapidez.
Su funcionamiento se debe al uso de nanotecnología mediante combinación de oro y plata que reaccionan entre si con el paso del tiempo (la plata se va depositando lentamente sobre el oro y provoca el cambio de color). Como imaginaréis, no responden realmente a lo que le pasa a la comida, sino que es una estimación basada en la temperatura y el tiempo, algo indirecto.
Finalmente, cabe destacar que cada etiqueta cuesta apenas una quinta parte de centavo de dólar de fabricar. Vamos, que es muy barato y bastante viable comercialmente.
Vía | Geek.