El hombre que se tomó 445 selfies durante mas de 30 años
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Si creíais que eso de tomarse selfies (o autofotos) era cosa del siglo XXI y que la moda nació con los smartphones y cámaras digitales, ibais un poco desencaminados. No solo no es una moda de nuestros tiempos, sino que ya eran posibles en 1930, aunque había que caminar un poco y currárselo un poco más para conseguirlo, ya que el método era el fotomatón.
Un hombre que se tomó fotos durante 30 años
El curioso caso del que hablaremos hoy es el de un hombre que se realizó a si mismo más de 400 fotos durante aproximadamente tres décadas (de 1930 a 1960). El señor se sentaba, sonreía en el interior de la cabina de fotos, y ¡pum!, foto en diferentes tonos de blanco y negro. Hay retratos mirando hacia atrás, sonriendo, con el ceño fruncido, alegre, triste… De todo, vaya.
Sin embargo, a día de hoy no sabemos porque repitió este proceso hasta en 455 ocasiones, como mínimo, ni tampoco donde lo hizo. El asunto era mucho más complicado que hoy en día, como ya hemos comentado, y sin embargo este individuo consiguió retratar el paso del tiempo en si mismo durante aproximadamente treinta años en una cabina de fotos o fotomatón, muy populares en los Estados Unidos en aquella época.
Ahora su esfuerzo y dedicación hacia su rostro se hayan de forma pública en el Museo de Arte Zimmerli, en New Brunswick gracias al historiador Donald Lokuta, el cual es propietario de las fotos, con las que tropezó en 2012. Las encontró en una muestra de antigüedades de Nueva York, para posteriormente darse cuenta de que había muchas, cientos de imágenes, hasta completar las 445 de las que os hablamos.
La pregunta que todos nos hacemos es, ¿por qué? Algunas de las hipótesis que baraja Lokuta es que el hombre era un técnico de la cabina de fotos y que se tomaba selfies para comprobar su buen funcionamiento. Sin embargo podemos dejar volar nuestra imaginación y pensar que el buen señor intento grabar el paso del tiempo de alguna forma en una época donde aún no existían los vídeos, pero sin embargo si que existían las selfies, por lo visto.
Vía | Rutgers.