Siemens idéa eHighway, autopistas eléctricas con subestaciones dispuestas por su recorrido y que permiten a vehículos de gran carga como camiones hacer sus viajes sin necesidad de parar para repostar.

El gran problema de los vehículos eléctricos está en el almacenamiento de dicha energía eléctrica; las baterías actuales son pesadas y ofrecen una autonomía muy limitada, y aunque hay fabricantes de coches como Tesla que han conseguido crear buenos productos a pesar de esas limitaciones, cuando hablamos de otros sectores la cosa cambia.

Por ejemplo, ahora mismo no sería sensato crear camiones de transporte eléctricos, porque el peso de la cantidad de baterías necesarias para mover su carga en largas distancias sería demasiado alto como para merecer la pena. Sin embargo, si realmente queremos recortar las emisiones tarde o temprano tendremos que enfrentarnos a este problema; al fin y al cabo se calcula que el 50% de las emisiones de NOx son producidas por estos vehículos comerciales. Por eso Siemens ha anunciado el desarrollo de lo que llama “el camión de cero emisiones”.

En busca de los camiones eléctricos

Si os fijáis en las imágenes liberadas veréis un elemento que os llamará la atención al momento: en efecto, la solución de Siemens se parece mucho a lo que ya hace otro vehículo eléctrico que usamos todos los días, los trenes: una catenaria que se encargue de aportar la energía necesaria a los vehículos para que se muevan. La idea se llama eHighway, autopistas eléctricas con subestaciones dispuestas por su recorrido y que permiten a vehículos de gran carga como camiones hacer sus viajes sin necesidad de parar para repostar.

siemens-camion-electrico-2

Aunque pueda parecer que simplemente han cogido el mismo sistema de los trenes, en realidad se han rediseñado elementos como el pantógrafo usado para conectar el vehículo con la línea eléctrica; un sistema de control inteligente se asegura de que esa conexión no se pierda a pesar de balanceos o frenazos.

Además, Siemens asegura que la eficiencia del sistema es del 80%, en parte gracias a que la energía conseguida en las frenadas se devuelve al sistema,  y que los cables transmiten la energía con solo una pérdida del 1%. ¿Y qué pasa cuando la carretera no tiene estas líneas catenarias? En ese caso el camión puede contar con un motor diésel, de gas o baterías eléctricas que le permitan seguir funcionando.

Por una parte esta tecnología es muy interesante porque la instalación es posible en modelos actuales, rebajando los costes, pero por otra necesitaría de una inversión en infraestructuras, por lo que en un principio los países que ya la han implementado lo han hecho solo en ciertos puntos muy transitados y que suponen un grave problema de contaminación. Pese a todo no hay que perder de vista este tipo de desarrollos.

Fuente | Siemens