En unos años, el asiento de tu coche podrá detectar si estás sufriendo un problema cardiovascular y evitar así un accidente.

En los últimos meses hemos visto como la industria del automóvil ha ido aplicando cada vez más tecnología en los vehículos. No nos referimos a centros multimedia con Android Auto o Apple Car, que también, sino que avances que simplifican y mejoran la seguridad al volante.

Lo último llega desde el Instituto Fraunhofer alemán, se trata de un electrocardiógrafo que se integra en el asiento de un coche o, en general, en cualquier vehículo.

Un electrocardiógrafo para registrar la actividad del corazón del conductor

Con esta tecnología, el dispositivo puede registrar y monitorizar continuamente la frecuencia cardíaca y la actividad del corazón del conductor. Tal y como informan los investigadores, tanto el agotamiento como accidentes cardiovasculares representan una gran causa de accidentes de tráfico.

El ECG integrado en la instalación del asiento funciona sin contacto directo con el cuerpo del conductor (obviamente, no hace falta conducir desnudo), sino que puede captar las señales del corazón a través de varias capas de ropa. Una serie de placas actúan como receptores de las señales, aunque lo realmente complicado y donde está el avance es el sistema que diferencia entre las distintas señales.

six sense jaguar

El software adaptado se encarga de medir y filtrar dichas señales para detectar si realmente hay problemas cardiovasculares y en ese caso, actuar en consecuencia. Por ejemplo, activando sistemas de seguridad en el coche, dirigiéndolo hacia un lugar seguro y apartado (en el caso de que además se combine con tecnología de conducción autónoma) y alertando a autoridades o contactos de emergencia.

El proyecto ha sido desarrollado pensando en la automoción, pero no sólo se podría aplicar aquí, exportándose también a entornos médicos (camas de hospitales, por ejemplo) y hogares. Además, pensemos en su uso en transportes, pudiendo alertar si un piloto o un conductor tiene problemas y así evitar una desgracia mayor.

No es la primera vez que hablamos de sistemas que detectan la distracción o el cansancio al volante, incluso la actividad cerebral, todo sea por mejorar la seguridad y reducir las pérdidas por accidentes.

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