Entrevista a Mario Toubes, investigador de los microbios de los glaciares
Entrevistamos a Mario Toubes Rodrigo, un joven español que está realizando su tesis sobre los microbios de los glaciares en la Universidad de Manchester.
16 marzo, 2016 13:20Noticias relacionadas
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La capacidad de algunos microorganismos para sobrevivir a condiciones extremas ha despertado la pasión de muchos científicos.
Este es el caso de Mario Toubes Rodrigo, uno de los muchos jóvenes científicos que han tenido que dejar España en busca del futuro que su formación académica merece.
Actualmente se encuentra en la Manchester Metropolitan University, realizando su tesis en el área de la microbiología de extremófilos. Concretamente estudia microbios psicrófilos, que son aquellos capaces de resistir temperaturas enormemente bajas. Y para ello, ¿qué mejor que tomar sus muestras en un glaciar de la fría Islandia? ¿Queréis saber más? Entonces leed la entrevista que le hemos realizado.
¿Quién es Mario Toubes Rodrigo?
Mario Toubes Rodrigo nació en Talavera de la Reina, Toledo, en enero de 1989. Después de terminar la educación secundaria y el bachillerato viajó a Sevilla, donde realizó la licenciatura en Biotecnología, en la Universidad Pablo de Olavide. Más tarde, continuó su formación académica en la Universidad Autónoma de Madrid, donde cursó un Máster en Microbiología, especializándose en Microbiología Ambiental.
Fue después cuando, consciente de las pocas posibilidades que tenía en España, optó por intentarlo en el extranjero. Así, fue aceptado en la Manchester Metropolitan University, donde hoy se encuentra realizando su tesis doctoral, titulada “Geomicrobiología de la capa de hielo basal de Svínafellsjökull”.
Entrevista a Mario Toubes Rodrigo, el joven que decidió estudiar los microbios de los glaciares
Omicrono: Comenzando por el principio, ¿por qué decidiste estudiar Biotecnología?
Mario Toubes Rodrigo: Sinceramente, yo querría haber estudiado geología o ciencias ambientales, pero mis padres me recomendaron que buscara algo con un poco más de futuro. Error. Ahora resulta que mi tesis es en geomicrobiología; osea que toco, microbiología, geología y ciencias ambientales, todo junto. Al final las aguas siempre acaban volviendo a su cauce. Elegí biotecnología porque la ingeniería genética me resultaba muy atractiva y porque también quería investigar las enfermedades raras, para tratar de ayudar a la gente que padece estas afecciones, tan olvidadas por las farmacéuticas porque no resultan rentables.
O: ¿Por qué consideras interesantes los microorganismos extremófilos?
M.T.R: Bueno, los extremófilos son apasionantes, teniendo en cuenta las condiciones tan extremas y dispares en las que viven, desde aguas en su punto de ebullición hasta hielo o desde aguas compuestas por grandes cantidades de ácido sulfúrico hasta otras tan básicas que resultan corrosivas, por ejemplo. Generan tantas preguntas… Especialmente, ¿cómo son capaces de vivir en esas condiciones? Además, todas esas adaptaciones tienen grandes aplicaciones en la industria, así que la biotecnología se nutre en gran parte de estos seres vivos. Y no sólo hablo de bacterias. También existen hongos extremófilos, protozoos o incluso animales. Mira a los tardígrados, ¡acaban de resucitar a uno que se ha pasado 30 años en hielo!
Y no sólo hablo de bacterias. También existen hongos extremófilos, protozoos o incluso animales.
O: Si te dieran a elegir un extremófilo no psicrófilo, ¿cuál sería?
M.T.R: Normalmente pondría cara de interesante mientras pienso en uno, pero en este caso lo tengo claro: Deinococcus radiodurans. Sólo tengo que decir que lo llaman “El Superbicho” o “Conan la bacteria”. Y es que esa bacteria resiste a la desecación y a radiaciones altísimas. De hecho, fue aislada por primera vez de una lata de carne que había sido “esterilizada” usando luz ultravioleta. Pocos días después aparecieron unas manchas rojas ( mi color favorito, por cierto), que resultaron proceder de un microorganismo. Además, sus adaptaciones son increíbles: Pueden acumular metales para protegerse, tienen el ADN super compactado, formando un donut, producen colorantes para absorbre la radiación… Apasionante. Me quiero reencarnar en uno.
O: ¿En qué consiste tu tesis exactamente?
M.T.R: Bueno, ya he hecho un poco de spoiler al responder a la primera pregunta. El título de mi tesis es “Geomicrobiología de la capa de hielo basal de Svínafellsjökull”. Cuando la gente me pone una cara rara al decir esto lo resumo de la siguiente forma: “Yo para buscarme la vida busco microbios debajo de los glaciares”. Esto es un poco una simplificación. Realmente, mi objetivo es saber qué microorganismos habitan en un tipo especial de hielo que se forma debajo de ciertos glaciares, ricos en sedimento, y estudiar qué relación tienen estos microbios con dicho sedimento. De este modo, busco contestar a preguntas como “¿La comunidad microbiana está determinada por el tipo de minerales que hay en el hielo?” “¿Favorecen los microorganismos la erosión de este sedimento?.
Además, este ambiente en ocasiones puede no tener oxígeno, algo que lo hace muy interesante por la proliferación de organismos capaces de producir metano, que tiene un papel muy importante en el cambio climático cuando se libera a la atmósfera. Como puedes ver, toco un montón de cosas a la vez.
O: Tengo que preguntártelo. Svínafellsjökull suena muy exótico, ¿significa algo en islandés?
M.T.R: Me estaba temiendo esta pregunta. La primera vez que lo escuché…vale, la primera vez no lo entendí y tampoco las cinco siguientes… pero bueno, cuando aprendí a escribirlo, me dio por buscar su significado pensando que me iba a encontrar con algo glamouroso, tipo “glaciar de la cascada del cielo” o algo así. ¡Cuán equivocado estaba! Se perdió todo el glamour cuando descubrí que significa “Glaciar de la colina de los cerdos”.
O: ¿Qué hace de Svínafellsjökull el mejor glaciar para extraer muestras?
M.T.R: Bueno, jamás he dicho que sea el mejor sitio, pero sí que tiene una característica muy importante, como he dicho antes, pues contiene hielo basal, un tipo especial de hielo que no tienen todos los glaciares y que se forma mediante unos procesos muy particulares.
Además, para mí es un sitio muy especial; ya que, como gran fan de la serie “Juego de Tronos”, pienso que trabajar en el sitio dónde se ruedan las escenas más allá del muro es súper motivante.
O: Háblame un poco de la beca Geographical Award que te otorgó la Royal Geographical Society.
M.T.R: La Royal Geographical Society aquí en el Reino Unido es una entidad muy importante e histórica y tienen un montón de planes de becas para favorecer la investigación en geografía. Pero, claro, ahora la pregunta es: ¿cómo consigue un biotecnólogo/microbiólogo una beca geográfica? Es cierto que también toco temas de geomorfología, pero aún así yo no estaba muy seguro, pues es una beca muy competitiva, que sólo se otorga a una persona. Mi jefe, que es geógrafo, me dijo que lo intentásemos, y así lo hice. Cuando me llegó el correo confirmándome que me la habían dado no me lo creía, para serte sincero. De hecho, tuve que leerme el correo como 3 0 4 veces para comprobarlo y, además, comprobé la dirección desde la que se me enviaba, porque creía que era mi jefe gastándome una broma.
No es una cantidad muy alta, 1000 libras aproximadamente; pero, oye, te saca del apuro y, además, que te den esa beca queda muy bien en el curriculum.
O: Para terminar, ¿piensas volver a España en algún momento?
M.T.R: No, la verdad. Si puedo, me quedaré en Reino Unido. Estoy súper cómodo aquí, la gente del norte de Inglaterra es muy acogedora y simpática, nunca me he sentido solo. Además, hay muchas más oportunidades de financiación que en España y la ciencia está mejor vista. De hecho, hay muchísima más historia y cultura científica aquí.
Como veis, la ciencia no es sólo mezclar cosas en el laboratorio. Y si no, que se lo digan a este chico. Gracias, Mario.