Google sufre su peor accidente de coche autónomo hasta ahora
El último accidente del coche de Google es el peor de la historia del proyecto, una colisión lateral por culpa de un conductor que se saltó un semáforo.
25 septiembre, 2016 11:23Noticias relacionadas
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El último accidente del coche de Google es sin duda el más impactante de todos, aunque afortunadamente no hay que lamentar víctimas.
Teniendo en cuenta que muy probablemente se conviertan en el futuro del automóvil y en responsables de nuestras vidas, es normal que hasta el más mínimo problema relacionado con los coches autónomos sea reportado por todo el mundo, incluso aunque no sean su culpa, como en este último caso.
Los hechos ocurrieron el día de ayer, cuando un Lexus modificado con la tecnología desarrollada por Google estaba circulando por Mountain View, California, cerca de la sede de la compañía. Aunque Google ya ha desarrollado un pequeño coche propio, sigue usando estos SUVs modificados para pruebas en situaciones reales, probablemente porque intercambiar las partes es más fácil, y es un coche grande.
El coche de Google, un imán de incidentes
Que fuese grande no impidió que el conductor de una furgoneta no viese el vehículo e impactase contra él en una intersección; los primeros testigos presenciales ya adelantaron que la furgoneta tenía la culpa del accidente, ya que el coche de Google tenía preferencia en la interesección.
Pero este accidente no es importante por quién tiene la culpa, sino por su gravedad. Este no es el primer accidente del coche de Google ni mucho menos, pero en anteriores ocasiones estábamos simplemente ante pequeños “toques”, choques sin mayores consecuencias o incluso agentes de policía demasiado interesados en su tecnología.
En cambio, la fuerza del impacto sufrido por el coche en este accidente queda clara en cuanto vemos la fotografía (tomada por @grommet)de las consecuencias, con la puerta del pasajero completamente destrozada por un impacto lateral.
Así ocurrió el último accidente del coche de Google
Afortunadamente, los airbags se activaron como era de esperar, y tanto el conductor (que debe ser capaz de tomar el control del coche en cualquier momento) como el ingeniero que le acompañaba aparentemente no habían sufrido heridas, según los testigos, si bien estaban algo mareados, posiblemente por el susto y el impacto.
Horas después la propia empresa confirmó que el conductor de la furgoneta se saltó un semáforo en rojo, incluso aunque llevaba al menos seis segundos encendida, lo que indica que el conductor no estaba atento a la vía. Tal vez lo más gracioso de todo es que la furgoneta está decorada con los números y los patrocinadores de un coche de carreras de NASCAR; no sabemos si su conductor pretendía imitar a sus ídolos, pero al menos no ha herido a nadie en el proceso.
Por lo tanto, volvemos a estar en una situación en la que el conductor humano se ha demostrado como menos fiable que un sistema autónomo, y como apunta Google, saltarse semáforos en rojo es una de las primeras causas de accidentes en la carretera. Es de imaginar que un sistema automatizado, que incluso esté conectado con las luces de tráfico, nunca (o casi nunca) tenga un problema semejante.
Al final, estos accidentes demuestran ser males necesarios para demostrar el potencial de los coches autónomos en la vida real; mejor que ocurra en las pruebas que en el producto final, como se suele decir.