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Omicrono

Por qué la ciencia teme al Presidente Donald Trump

La ciencia y Donald Trump nunca se han llevado bien. De hecho, Trump ha atacado a la ciencia de diversas formas. Y no, no cree en el cambio climático.

10 noviembre, 2016 20:30

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Ya es un hecho: Donald Trump será el próximo presidente de los Estados Unidos. Y eso no le gusta a la ciencia.

La ciencia y Donald Trump nunca se han llevado bien. Este estrambótico multimillonario no solo ha destacado por su homofobia, xenofobia y misoginia, sino también por odiar la ciencia (o al menos ser un gran ignorante de la misma).

No solo ha sembrado el pánico en términos de inmigración (gran parte de los científicos residentes en EE.UU. son inmigrantes), sino que también cree en el bulo de que las vacunas causan autismo, que la protección medioambiental es una pérdida de tiempo y dinero, y que el cambio climático no existe. De hecho, se niega a reconocer la utilidad del Acuerdo de París.

Ciencia y Donald Trump: El miedo de los científicos inmigrantes

Google Science Fair 2013-Winners-02

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Para empezar, es evidente que Donald Trump es un individuo racista, o al menos así lo es su carta de presentación hacia sus votantes. En este caso la mala relación entre ciencia y Donald Trump se debe a que gran parte de los científicos que trabajan en Estados Unidos, según un reciente informe de la National Science Foundation, son inmigrantes.

De hecho, en los últimos diez años, los científicos inmigrantes en suelo noteramericano han aumentado de 3,4 a 5,2 millones.

Por otro lado, como ya sucede en Europa gracias al programa Erasmus, también hay muchísimos estudiantes extranjeros interesados en carreras científicas en este país. Una de las promesas de Donald Trump fue “no dejar entrar al país a ciudadanos musulmanes”, aunque recientemente dicho mensaje ha desaparecido de su página web. Si finalmente Trump cumple su polémica promesa, la comunidad musulmana tendría serios problemas, incluido el ámbito científico.

Las vacunas, el autismo y Donald Trump

vacuna

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Aunque se ha repetido por activa y por pasiva que la relación entre autismo y vacunas es un mito, originado en el falso estudio de Andrew Wakefield, parece que esto no es suficiente para el magnate Donald Trump.

De nuevo, la ciencia y Donald Trump vuelven a chocar, pues el nuevo presidente ha llegado a afirmar en un debate en la CNN:

Lo he visto… cogen a un pequeño y hermoso bebé, y le inyectan algo que parece que esté destinado para un caballo. Hemos tenido tantos casos… un niño se puso la vacuna, se puso muy, muy enfermo, y ahora es autista

En múltiples ocasiones hemos hablado sobre las vacunas y su nula relación con el autismo, pero en Estados Unidos los movimientos antivacunas son mayoritarios y mucho más problemáticos que en España. De hecho, como podéis observar, hay gente muy conocida que defiende a dichos movimientos, como es el caso de Trump.

Donald Trump y el cambio climático

exodo-cambio-climatico

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Por último, la mala relación entre la ciencia y Donald Trump alcanza su punto máximo en un asunto crucial: El medio ambiente y, sobre todo, el cambio climático.

Trump tiene claro que si hay que recortar en algo, el primer objetivo será educación y medio ambiente. De hecho, en más de una ocasión Donald Trump ha afirmado que la EPA (Agencia de Protección Medioambiental) daña a los negocios, e incluso la ha tildado de ser “el hazmerreír del mundo”. Es más, el pasado mes de octubre anticipó que tiene planeado eliminar entre el 70-80% de las regulaciones de la EPA.

Finalmente, pero no por ello menos importante, Donald Trump no cree en el cambio climático. Aunque eso no es lo peor, y es que a excepción de algunos candidatos republicanos como Marco Rubio, todos sus competidores eran negacionistas del cambio climático.

De hecho, Dondald Trump ha tenido la desfachatez de tildar el cambio climático de “cuento chino” ideado para reducir la competitividad de la industria de EE.UU.

Entre sus medidas para sus 100 primeros días de gobierno, Trump ha afirmado que permitirá la extracción de carbón, aceite o pizarra de zonas protegidas; que construirá tuberías de gas en áreas protegidas; que destinará 50 millones de dólares del gasto medio ambiental hacia programas de las Naciones Unidas y que eliminará las sanciones contra la contaminación.

“A menos que alguien pueda demostrarme algo, creo que existe el tiempo atmosférico. Hay un cambio, creo que sube y baja, y vuelve a subir de nuevo. Y cambia dependiendo de los años y siglos, pero no soy un creyente [en el cambio climático] y tenemos problemas mucho más grandes”

Por si fuera poco, Donald Trump atacó directamente al Acuerdo de París, amenazando con cancelarlo, y su elección como nuevo presidente ha coincidido precisamente con la nueva cumbre anual contra el cambio climático o COP-22, durante la cual se espera empezar a aplicar lo acordado en dicho Acuerdo de París hace tan solo un año.