El pago efectivo en España se limitará a 1.000 €, ¿es el momento del dinero inteligente?
Hoy se ha anunciado que el nuevo límite de pago en efectivo será de 1.000 €. ¿Es el dinero inteligente la solución a estos problemas?
30 noviembre, 2016 21:20Noticias relacionadas
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El nuevo límite de pago en efectivo en España deja patente el gran problema del papel moneda, pero ¿son las nuevas tecnologías la solución?
El fraude fiscal está costando millones a las arcas del estado; millones muy necesarios siempre, pero sobre todo ahora que la UE se ha puesto seria con el déficit que año sí, año también, está presentando el gobierno español.
Este es el nuevo límite de pago en efectivo en España
La manera más fácil de deshacerse de dinero defraudado es gastarlo; así que la última solución presentada por el Ministerio de Hacienda es limitar el pago en efectivo a los 1.000 €.
Hasta ahora el límite estaba en los 2.500 €, así que es un cambio notable; sobre todo porque 1.000 € es una cantidad que mucha gente “normal” puede pagar en una situación “normal”, sin necesidad de que haya fraude de por medio.
En la misma dirección, a partir de 2018 el Banco Central Europeo dejará de emitir billetes de 500 €; sin duda alguna los más usados en el fraude fiscal, pero que la mayoría de la gente nisiquiera ve en su día a día.
Si lo que queremos cuesta más de 1.000 €, tendremos que realizar el pago de otra manera; tarjeta de crédito, débito o cualquier otro método que, por supuesto, es fácil de rastrear.
Esa es la motivación detrás de este cambio, al fin y al cabo; controlar cómo se mueve el dinero. Pero, ¿realmente es suficiente esto para evitar el fraude?
Desde el mismo momento en el que un billete sale del banco, no es posible saber dónde está moviéndose, en qué está siendo gastado; pero, ¿y si hubiese un método? ¿y si pudiésemos rastrear en todo momento dónde está el dinero? ¿lo permitiríamos?
Poco a poco, la tecnología está avanzando hasta tal punto que eso sería posible; ya usamos tarjetas para pagar en cualquier sitio, desde tiendas físicas a páginas web.
Extender eso a toda la ciudadanía será una misión complicada, y supondría a su vez muchos problemas y dudas. ¿Qué haría un niño que quisiera comprar una bolsa de patatas en el kiosko con “la vuelta” de la compra?
Bitcoin, un ejemplo en el que basar el dinero inteligente
Pero no sería imposible; sobre todo porque eso ya existe, y se llama “block chain”, o cadena de bloques. Probablemente te suene porque la red de la moneda virtual Bitcoin está basada en ella.
Básicamente la cadena de bloques es un registro público de todas las transferencias que se han realizado. Por lo tanto, en cualquier momento podemos ver quién ha pagado a quién, y qué cantidad de Bitcoin ha cambiado de manos.
Bitcoin funciona porque, pese a que las transferencias son públicas, la identidad de los usuarios no lo es. Así que no hay miedo de que alguien pueda asociar una compra cualquiera con nuestra persona; claro, que gracias a esto Bitcoin se puede usar para comprar sustancias, armas e incluso pagar a sicarios, así que probablemente no sería un sistema aceptable para un gobierno.
En vez de eso, no sería de extrañar que en el futuro próximo algún país juegue con el concepto del dinero digital; un dinero que se pueda rastrear y controlar, pero al mismo tiempo que ofrezca la libertad que el mercado y la ciudadanía exige.