La última polémica sobre el vídeo de una persecución por un policía de Santiago de Compostela demuestra el verdadero peligro de la Ley Mordaza.
Fue el meme favorito en algunas redes sociales el pasado noviembre; un agente de la policía nacional persiguiendo desesperadamente a un hombre por las calles de Santiago de Compostela, sin mucho éxito.
El hombre, descamisado, corría por la zona de la estación de trenes de Santiago y el agente de la ley aparentemente no era capaz de pillarlo; cómo no, los hechos fueron grabados por uno de los conductores que pasaba por ahí y el vídeo fue compartido por Facebook con gran éxito.
El vídeo de una persecución por un policía se vuelve viral
Cómo no, el motivo del éxito de este vídeo fue que no mostraba muy bien al policía; los comentaristas se rieron de su forma de correr, y por toda la red se preguntaban si la policía nacional estaba todo lo preparada que debía. Si un agente no es capaz de correr para coger a un sospechoso normal y corriente, ¿qué pasará cuando tenga que pillar a un terrorista, un asesino o un ladrón?
Sin embargo, esa no es toda la historia, como aseguró un representante de la policía nacional. Resulta que el perseguido era un paciente mental que se había escapado; el policía estaba intentando que el paciente no fuese atropellado, dirigiéndole hacia zonas seguras.
Por eso parecía algo torpe, porque en realidad no quería correr hacia el paciente y arriesgarse a que este saliese corriendo hacia el tráfico. Claro, que eso no sirvió de mucho para evitar que el vídeo se convirtiese en un meme; consiguió unas 17.000 visitas, y fue compartido unas 300 veces.
La historia podría haber terminado aquí. Un desafortunado evento, seguido de una desafortunada reacción pública sin toda la información disponible; y para qué engañarnos, algo de mala sangre de parte de algunos.
La venganza de la policía
Pero parece que estas reacciones realmente sentaron mal dentro de la Policía Nacional; hasta tal punto que han iniciado medidas legales contra todos los que compartieron y facilitaron la distribución del vídeo. Esto es importante porque aparentemente las denuncias no van dirigidas sólo al que subió el vídeo; también a los que pulsaron en “Me gusta”.
Aunque las denuncias tienen fecha del 15 de noviembre, es ahora cuando los denunciados están recibiendo las notificaciones; normalmente reciben una llamada de comisaría avisándoles, y luego un agente les entrega en mano la denuncia.
La denuncia en sí es de falta administrativa leve, cuya pena máxima alcanza los 600 €. No está claro cuánta gente está recibiendo las denuncias, ya que el número de personas que compartió el vídeo en toda España (y el mundo) es demasiado elevado.
La Ley Mordaza, usada para vengarse de los que se ríen de la policía
Puede que te estés preguntando cómo es posible que la policía pueda denunciar simplemente por compartir un vídeo gracioso; y el motivo no es otro que la famosa Ley Mordaza, también conocida por su nombre oficial, Ley de Seguridad Ciudadana.
Esta fue una de las leyes más polémicas de la anterior legislatura del Partido Popular, y eso es decir mucho; pese a su nombre, es una ley más orientada a la censura y al control de la información.
En concreto, la parte de la Ley Mordaza que los usuarios de Facebook han podido vulnerar es la relacionada con las “faltas de respeto y consideración” contra las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. En otras palabras, reírse de un policía es ahora algo que nos puede costar varios cientos de euros.
La Ley Mordaza fue uno de los puntos de contención a la hora de formar gobierno; el Congreso votó a favor de su derogación, pero la posición actual del gobierno es que prefiere modificarla en vez de eliminarla completamente.
Los que han recibido la denuncia consideran que son víctimas de la venganza de la policía; y es fácil comprender porqué. Da la impresión que detrás de esta denuncia sólo hay un interés de dejar las cosas claras; un acto para recordar quién manda y quién está protegido ante la ley.
Ni que decir tiene que los que compartieron el vídeo lo hicieron sin conocer toda la historia; que una buena actuación del policía fue confundida por un acto ridículo. Pero nada de eso justifica la burda venganza, ni el abuso de una ley tan polémica.