Spotify cambió para siempre las reglas de la industria de la música pero ¿ha salido la industria ganando o perdiendo con la llegada del streaming?

La industria de la música lleva mucho tiempo en aguas inestables. Durante mucho tiempo estuvo cómoda con su modelo de venta de discos, y ya. Pero a principios de siglo, Apple llegó con el iPod y cambiaron las reglas del juego: ahora podías comprar una canción desde tu casa por 1€.

Este fue el primer paso para la caída de ventas del álbum tradicional. Mucha gente dejó de comprar su música en físico, y no fueron pocos los que directamente dejaron de comprar álbumes y solo compraron canciones sueltas. Esto desestabilizó el negocio de las discográficas al mismo tiempo que la piratería empezaba a popularizarse. Pronto el usuario que compraba canciones se convirtió en una bendición para discográficas y artistas.

Spotify y su renovación de la industria musical

La industria musical paso años de vacas flacas: la venta de música apenas reportaba ingresos ya. Pero a finales de 2008 nacía un servicio que en unos cambiaría las reglas del sector. El gran éxito de Spotify fue conseguir que la gente volviera a pagar por la música.

Es cierto que en realidad un 50% de los usuarios de Spotify no son premium y por tanto no pagan ni un céntimo, pero ven anuncios y los artistas reciben la misma cantidad de dinero que si les escuchase un usuario premium. ¿Cuánto reciben exactamente? Por cada reproducción, un artista recibe entre 0,006 $y 0,0084$.

Siendo honestos, aunque esta cifra es mejor que el 0 de la piratería, lo cierto es que los artistas no viven del streaming son los conciertos. Y desde luego, está lejísimos de alcanzar los ingresos de la venta de un álbum. En el mejor de los casos, habría que hacer 1190 reproducciones en un disco para alcanzar el precio de pagar por el álbum. Por eso, hoy en día, el grueso de los beneficios de casi todos los artistas.

Spotify como herramienta de promoción

En cualquier caso, no es justo simplemente coger los datos y hacer una división para comparar los ingresos que reporta un disco con los que reporta el streaming. Spotify ha conseguido que la gente escuche mucha más música. Tal vez no vayas a hacer 1190 reproducciones de un disco, pero vas a escuchar mil discos que jamás comprarías. Aunque los beneficios siguen siendo muy inferiores, es importante tenerlo en cuenta.

La cuestión es que Spotify, y los demás servicios de streaming después, han triunfado como herramienta de promoción. Lo que de verdad le importa a un cantante no es el número de reproducciones que hagas de su disco. Lo que le importa es que le encuentres. De no ser por los servicios de streaming, habría muchos grupos a los que jamás habríamos escuchado. Una vez que los escuchas, te conviertes en un cliente potencial para ir a conciertos, que es lo que de verdad interesa al artista.

Esto es especialmente útil para los artistas desconocidos que necesitan una forma de despegar. Es muy difícil conseguir que alguien compre tu disco sin saber apenas de ti. Que se pase por tu perfil de Spotify, no tanto.

La piratería no ha muerto

Spotify y más adelante Apple Music, Google Play Music, Tidal y todas las demás alternativas han reducido mucho la piratería. Pero no la han matado. Siempre queda gente que, por más fácil que tenga las cosas, preferirá ir por el camino gratuito y sin restricciones.

Por otra parte, con la llegada de la competencia en el mundo del streaming, también se han popularizado las exclusivas. Cada vez hay más discos que salen solo en un servicio, y los usuarios interesados que están suscritos a otro servicio termina recurriendo a la piratería. Un caso extremo de esto fue el álbum the Kanye West The Life of Pablo, que salió como exclusiva (en teoría definitiva, finalmente temporal) de Tidal y fue pirateado por más de 500 000 personas.

Spotify no reporta beneficios

El principal problema es que Spotify ha logrado mucho pagando un precio. Trimestre tras trimestre, Spotify reporta pérdidas. ¿La razón? Los usuarios gratuitos, principalmente, que cuestan mucho más dinero del que generan.

Spotify tiene ya una base de usuarios lo suficientemente grande como para dejar de aceptar las pérdidas y empezar a plantearse su modelo de negocio. La dirección lo sabe y por eso están empezando a tomar medidas. Una de las primeras, pronto empezarán a restringir nuevos lanzamientos a usuarios gratuitos.

Al fin y al cabo, el futuro de Spotify ya no es solo el futuro de una empresa. Es también el futuro de una de las industrias más grandes y culturalmente influyentes del mundo.