Estamos ante probablemente la mayor crisis de las criptomonedas en varios meses; la caída que están sufriendo todas las monedas virtuales es brutal y generalizada.
A finales de noviembre, Internet festejaba un momento histórico, cuando BTC superó los 10.000 dólares de valor; era una barrera psicológica, pero importante al fin y al cabo. Como demostró el hecho que, desde aquel día, Bitcoin ha seguido creciendo a un ritmo espectacular; sí, tenía sus días buenos y sus días malos, pero en general la tendencia era al alza.
Bitcoin cae, pero no es la única ni mucho menos
Eso parece haber terminado en la última semana; en el momento de escribir estas palabras, el valor de BTC ha bajado de los 10.000 dólares, y no está cayendo solo. Prácticamente todas las criptomonedas están sufriendo un golpe semejante, sino incluso peor.
La magnitud de las caídas varían, desde el 15 al 30% en apenas 24 horas; pero si nos fijamos en los datos de los últimos siete días, veremos caídas superiores al 50%. El mercado de blockchain ha cáido más de la mitad en algunos casos, un impacto tremendo que se repite allá donde miremos.
No se salvan ni las criptomonedas que estaban ganando más en las últimas semanas. Ethereum, la nueva gran “alternativa”, ha caído un 25% en el último día; Ripple lo supera con una caída del 30 %.
Por lo tanto, podemos decir que este no es un problema sólo de Bitcoin; o al menos, que la caída de Bitcoin ha provocado una falta de confianza general.
Por qué las criptomonedas están cayendo
Esta caída puede tener varios culpables. La situación en Corea del Sur, uno de los grandes mercados de Bitcoin, sigue siendo peliaguda; el gobierno siempre está a un paso de prohibir las criptodivisas completamente, y los mensajes que envía a veces son contradictorios.
A esto hay que añadir que esta semana se ha sabido que China pretende bloquear el acceso a sitios de intercambio extranjeros; el intercambio de criptomonedas local ya es ilegal en China, pero se seguía permitiendo el acceso a sitios de fuera. El gobierno no prohibiría totalmente el intercambio, pero sí que perseguiría a aquellos que lo faciliten.
Este sería otro duro golpe para las criptomonedas, teniendo en cuenta que China es una de las grandes granjas de minería del mundo; si los dedicados a minar no pueden vender sus monedas virtuales, es de esperar que el mercado sufra un terremoto.