Cloud mining (minería en la nube en español) es un tipo de minado de criptomonedas que, a pesar de que no es nuevo, cada vez se oye más frecuentemente. Es solo una de las varias formas para extraer criptomonedas, aunque tiene, por supuesto, sus propias peculiaridades.
Una de las mayores dudas acerca de este método de minado (minar es como se llama a realizar una serie de cálculos matemáticos a cambio de criptomonedas) es si es un método fiable de minería o no, pues, tal y como está diseñado técnicamente este tipo de minería, es todo muy opaco. No obstante, esto no lo hace no fiable. De hecho, es quizás uno de los métodos de minería más atractivos.
Qué es la minería en la nube
Cloud mining es, como podremos prever por la propia palabra, minería de criptomonedas pero sin usar nuestro ordenador. En su defecto, usamos ordenadores en la nube que ni siquiera son nuestros. Alquilamos una potencia concreta y ya viene todo preparado para minar (cada servicio trabajará con unas criptomonadas u otras). Es, literalmente, como alquilar un ordenador y minar con ese ordenador.
También es conocida como minería por contrato
Podemos contratar más o menos potencia. No se alquilan servidores completos, sino la equivalencia en potencia de minado, que se mide en hashrate. Podemos alquilar, por ejemplo, la potencia equivalente a dos tarjetas gráficas AMD Radeon VEGA 64 (una de las mejores para minar Bitcoin), por ejemplo.
Tiene sus ventajas sobre la minería tradicional, y son varias. Una de las más importantes es la rentabilidad. Como no tenemos que costear los equipos por nosotros mismos, es más sencillo de costear. Las compañías que se dedican al cloud mining tienen grandes equipos y la capacidad de minado les sale más barato.
Contratamos, por ejemplo, 100 GH/s por un tiempo de 1 semana por “x” dinero (los precios varían). De antemano sabremos cuánto nos reportará (podemos calcularlo en alguna calculadora online, como por ejemplo CryptoCompare). Si con los precios de el cloud mining que estamos mirando sale rentable, entonces será cosa de alquilar la potencia que queramos y esperar.
¿Es rentable la minería en la nube?
¿Por qué, entonces, usan esa potencia para alquilar y no para minar directamente? Esta pregunta es muy sencilla de responder: si alquilas tus equipos en vez de usarlos tú mismo, te da igual si el Bitcoin sube, baja, igual que si el beneficio sube o baja. Es como las casas de intercambio de Bitcoin, a ellos les da igual si sube o baja, pues en cualquier caso ganarán su comisión (de hecho, este modelo de negocio les beneficia, aunque también es beneficioso para el usuario).
Este método de minado, además, también es más barato porque podemos comenzar con muy poco dinero e ir re-invirtiendo lo ganado. Además, en cualquier momento podemos comenzar y, si no nos renta, no alquilar más, por lo que no estaremos ligados a un hardware que, además de costar bastante caro, pierde valor desde que lo sacamos del envoltorio original.
Al fin y al cabo, tiene sus riesgos, exactamente igual que invertir directamente en Bitcoin. Y es que es básicamente lo mismo, solo que incluso entran más factores, como el hecho de si nuestra potencia es competitiva con el resto de la red o no (hay que tener en cuenta que no minaremos solo, sino en un grupo formado por todos los demás clientes de la misma compañía de alquiler de potencia; y nosotros recibiremos un beneficio directamente proporcional a la potencia que hayamos alquilado).