Drones autónomos capaces de formar un enjambre para trabajar conjuntamente
Estos drones autónomos son capaces de formar enjambres en pleno vuelo para complementarse unos a otros en la realización de tareas.
17 febrero, 2018 17:37Noticias relacionadas
- La fábrica de Martorell de SEAT se convierte en la primera española en recibir piezas con drones
- La NASA buscará vida en Titán, la mayor luna de Saturno, usando un dron volador
- Pedir una hamburguesa con drones de Uber será posible este verano
- El nuevo dron de Amazon empezará a repartir paquetes en los próximos meses
Los drones son muy buenos para ciertas tareas: son pequeños, relativamente rápidos, se controlan a distancia y tienen una capacidad de vuelo muy buena. Por ello, se plantea su uso incluso en operaciones de rescate. Pero generalmente también tienen poca autonomía (las baterías, a pesar de que han avanzado, siguen teniendo poca capacidad), también tienen poca potencia.
Para solucionar esto, investigadores de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos, han propuesto y desarrollado drones autónomos (que se manejan por sí solos) capaces de unirse en enjambres para realizar tareas de forma conjunta.
ModQuad, como se llaman estos drones, se basan, según sus creadores, en el esfuerzo colectivo de animales gregarios como las hormigas o abejas, que en ocasiones se unen en forma de enjambre para realizar tareas (como transportar objetos) de forma más sencilla, así como para formar estructuras (por ejemplo, las ‘balsas’ formadas por las hormigas para salvar a la reina cuando hay inundaciones).
Drones modulares que pueden unirse por sí solos
Debido a las complejas formas que pueden adoptar, este conjunto de drones capaz incluso de levantar un vaso cogiéndolo como si se tratase de una mano capaz de agarrarlo, como vemos en el comienzo del vídeo superior. Cuatro drones rodean el vaso, cuando detectan que están sobre él se cierran y entonces son capaces de levantarlo.
Los drones se unen entre sí por imanes (antes del momento de la unión, deben aproximarse y ellos mismos calculan todo para alinearse mutuamente). Cada dron es un cuboide (como un cubo, pero con caras rectangulares en vez de cuadradas) y en cada vértice tenemos uno de estos imanes. Los imanes no están en las aspas, por supuesto, sino en una especie de exoesqueletos que tienen por fuera de ellas.
Además, tienen un sistema de estabilización, por lo que, aunque los empujemos, tratarán de volver a su posición. Esto lo hace ideal para funcionar en condiciones meteorológicas adversas y al aire libre. También es esencial este sistema de estabilización a la hora de ‘ensamblar’ los drones en pleno vuelo. Y el porqué han decidido hacerlo volando es por una sencilla razón: porque en el aire se pueden formar estructuras tridimensionales más rápido y con formas más complejas.