El fallecimiento de una mujer después de haber sido atropellada por un coche autónomo ha conmocionado a la industria; era algo que iba a ocurrir tarde o temprano, por muy perfeccionada que esté esta tecnología.
La gran duda es si las empresas de tecnología, en este caso Uber, han hecho lo suficiente para evitar este tipo de accidentes. Si el sistema autónomo desarrollado por Uber debería circular por carreteras públicas. Y si la compañía ha tomado las medidas necesarias para este tipo de pruebas.
La policía de Tempe, Arizona, llegó a su propia conclusión, afirmando que era imposible que un humano o una máquina hubiesen evitado este accidente, básándose en el vídeo de la cámara del coche (que podéis ver aquí).
Por qué la culpa del accidente del coche autónomo podría ser de Uber
La mujer cruzó la carretera fuera del paso de cebra, en una zona no alumbrada por las farolas; el tiempo que pasa entre que la mujer es iluminada por los faros del coche y el golpe es muy corto, y parece que, en efecto, era imposible evitar el accidente.
Sin embargo, esa es la conclusión a la que llegamos desde el punto de vista de un conductor humano. Pero estamos hablando de un coche autónomo. Ahora bien, no pretenderé estar cualificado para entender toda la tecnología que usan estos vehículos; y hay que recordar que estamos ante un caso abierto y pueden aparecer más datos. Pero usando sólo la información que todo el mundo dispone, podríamos estar ante un fallo bastante evidente.
Los coches autónomos no “ven” usando las cámaras
Un error común es pensar que los sistemas autónomos de un coche dependen en exclusiva de las cámaras instaladas. En realidad, un modelo como el de Uber cuenta con todo tipo de sensores, incluido un sistema LIDAR de detección por láser. A estos sistemas les da igual la iluminación; y de hecho, sus fabricantes presumen de su utilidad en situaciones de baja visibilidad, como lluvia o nieve.
LIDAR funciona detectando la distancia a un objeto usando un haz láser; por lo tanto, independientemente de que sea de noche, el coche de Uber al menos tendría que haber detectado un objeto en la carretera.
Los sensores deberían capaces de interpretar estos datos
Los sensores incluidos en el coche van mucho más allá de lo que la cámara ve. Usando la información que obtienen, el sistema autónomo es capaz de llegar a la conclusión sobre el tipo de objeto que tiene delante.
Hay situaciones en las que los sensores podrían fallar, si hay objetos cercanos que podrían confundir al coche; como por ejemplo, un árbol en la mediana. Algunos expertos apuntan que a estos sensores les cuesta detectar objetos que zigzaguean o se mueven mucho.
Sin embargo, en el vídeo no se aprecia nada semejante; aún más, la persona está en medio de la carretera, sin coches cercanos ni nada que pueda entorpecer a los sensores.
El coche no hizo amago en ningún momento de reaccionar
Aún suponiendo que el sistema autónomo dependiese de la cámara (que no es así), llama la atención que el coche no frena en ningún momento, ni siquiera cuando tiene a la persona justo delante.
Entre que la persona es iluminada por los faros y es atropellada, pasa un segundo y medio aproximadamente; sólo los mejores conductores serían capaces de reaccionar en ese tiempo.
Pero para el ordenador, es tiempo más que suficiente para ordenar un frenado de emergencia. Tal vez el atropello no se podría haber evitado de esta manera; pero es posible que no hubiese sido mortal.
Que el coche no reaccionase de ninguna manera, incluso con la persona a la vista, es probablemente lo más preocupante del incidente.
El coche podría haber circulado por encima del límite de velocidad
Otro detalle preocupante, y que aún no se ha aclarado, es si el coche se había saltado el límite de velocidad. En el momento del impacto circulaba a 38 millas por hora (61 km/h).
Según las declaraciones de la policía, en esa carretera el límite es de 35 mph (56,37 km/h). Sin embargo, las señales de la zona indican un límite de 45 mph (72,42 km/h), al menos en fotografías del año pasado.
Los coches autónomos son capaces de leer señales, pero también obtienen información de la carretera de manera remota; en ningún caso deberían estar diseñados para sobrepasar el límite. Por lo que la gran duda es si el coche se había saltado el límite, y por qué.
La conductora estaba distraída
El vídeo de la policía también muestra lo que grabó la cámara que apuntaba a la conductora, y su sorpresa cuando ocurre el impacto.
Mas importante es que también muestra que durante los segundos anteriores al accidente no estaba mirando la carretera. Por ley los coches autónomos deben llevar empleados, encargados de tomar el control del coche en cuanto detecten un problema.
Sin embargo, en esta situación es evidente que la empleada estaba pendiente de otra cosa; podría ser su smartphone, o bien el ordenador portátil que suelen llevar encima para registrar los datos de las pruebas.
Es poco probable que, si estuviese estado atenta, esta empleada hubiera evitado el accidente; pero podría haber hecho algo, como pegar un volantazo o frenar, y haber reducido el impacto o la gravedad del accidente. Es para eso que van a bordo.
Este incidente podría replantear la función de estos empleados en los coches autónomos. Sobre todo al principio de esta tecnología, era habitual encontrarse a dos personas en coches autónomos; una dedicada a la conducción y un ingeniero encargado del proceso de recopilación de datos. Es posible que este incidente obligue a modificar la reglamentación e incluir dos personas obligatoriamente.
Toda la industria está mirando
Sea cual sea la conclusión a la que llegue la justicia, está claro que este caso va a suponer un antes y un después en la industria. Será interesante ver cómo otros fabricantes reaccionarán ante las revelaciones de este caso.
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