Los coches autónomos van a cambiar la manera en la que viajamos. Puede que en los primeros años esta tecnología sólo sea una ayuda, y que tengamos que estar pendientes de la carretera; pero conforme aparezcan modelos de niveles de autonomía más altos, nos daremos cuenta de que de repente tenemos mucho tiempo libre en nuestras manos.
Y es que, ¿qué hacer mientras que el coche se conduce solo? A los que nos gusta conducir, un viaje relativamente largo no es un problema; pero para nuestros pasajeros suele ser un aburrimiento (sobre todo si no sabemos dar conversación, ejem). Los coches autónomos van a multiplicar ese problema, al liberarnos de cualquier obligación durante todo el viaje.
¿El futuro de los coches autónomos?
Muchas compañías están investigando qué podrían hacer los ocupantes de un coche autónomo; incluso algunas compañías han ideado gafas que evitan mareos, y con las que podemos pasar el tiempo leyendo, por ejemplo.
En Volvo tienen otra idea. Su nuevo concepto de coche autónomo, el 360c, es prácticamente una cama con ruedas; está diseñado para poder descansar mientras que el coche nos lleva a nuestro destino. Y probablemente, tiene más sentido de lo que podríamos pensar en un principio.
El Volvo 360c no se diferencia mucho de otros conceptos sobre el papel. Es completamente eléctrico, por supuesto, y con el nivel máximo de autonomía; también tiene un diseño futurista, en el que destaca una bóveda de cristal que nos cubre, además de unas luces que parecen sacadas de un prototipo de Le Mans. Aunque el diseño del coche se parece más a los de la película Minority Report.
Un coche autónomo con cama, para los largos viajes
La gran diferencia está en el interior, donde podríamos elegir entre dos versiones; en una, el interior sería prácticamente como el salón de casa, con sillas enfrentadas entre sí y una mesilla en el centro. No falta espacio para guardar maletines y equipaje. La sensación es la de montarse en un avión privado, excepto que vamos por carreteras, por supuesto.
Pero tal vez más interesante es la configuración que nos permitiría meter una cama en el coche; contaríamos hasta con nuestra propia mesilla de noche. De esta forma, podríamos dormir en viajes largos, mientras que los sistemas autónomos nos llevan a donde queramos. También podemos convertir la cama en un asiento. Incluso tiene un hueco para nuestro osito de peluche.
El objetivo de Volvo es competir directamente con los aviones; en vez de comprar caros billetes para largos viajes en avión, podríamos indicarle al coche nuestro destino y pasar las horas cómodamente en su interior. Y con mucho más espacio y comodidades que en clase business.
Por supuesto, no todo el mundo estaría dispuesto a pasar tantas horas en un coche, incluso dormido. De hecho, eso requeriría una confianza absoluta en los sistemas autónomos, que la mayoría de la gente aún no tiene. Pero al fin y al cabo, el 360c no es más que un concepto; una representación de las ideas con las que están jugando los ingenieros de Volvo para el futuro.
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