Los taxis aéreos es algo de lo que llevamos hablando durante los últimos años. Pero, concretamente este 2018, está siendo importantísimo. Ahora, Kitty Hawk, una de las compañías de taxis aéreos de Larry Page, uno de los fundadores de Google, ha anunciado que ya han llegado a un acuerdo para comenzar a operar.

Este acuerdo, realizado entre Zephyr Airworks (la operadora de Kitty Hawk en Nueva Zelanda) y Air New Zealand permitirá desarrollar el primer servicio de taxis voladores del mundo y que además sea naves eléctricas y, lo más importante autónomas, algo que aún no ha ocurrido en forma de proyecto público. Pero solo será en Nueva Zelanda, al menos durante los próximos años.

El taxi autónomo de Larry Page comenzará a operar pronto

El espacio aéreo será una de las vías de transporte más usada en las próximas décadas (al menos por el sector más rico de la población, pues los precios actuales son muy prohibitvos). Lo más atractivo es que no hay tráfico, y que este tipo de movilidad será completamente autónoma, sin conductor, con lo que no hará falta recursos humanos para movernos de un lado a otro. Son como gigantes drones con cámara que nos podrán llevar de un sitio a otro.

«Un día, las personas de todo el mundo podrán usar a Cora para llevar el vuelo a sus vidas»

Cora será la aeronave usada para este tipo de transportes por parte de Kitty Hawk, de la que ya hemos hablado: puede llegar a velocidades de hasta 180 kilómetros por hora y, lo que es aún mejor, no necesita pista de aterrizaje, sino que puede despegar verticalmente como un helicóptero. Estos, en general, son los motivos por los que los taxis autónomos serán el futuro.

En cuanto a las fechas se desconoce, pero quieren ser el «primer servicio de taxi aéreo eléctrico autónomo del mundo», algo para lo que no tendrían que tardar mucho en comenzar.

El primer prototipo de Cora llegó a Nueva Zelanda en 2017, cuando se comenzaron a realizar pruebas. Ahora, y gracias a este acuerdo, se ha conseguido un certificado de aeronavegabilidad experimental de la Autoridad de Aviación Civil de Nueva Zelanda (CAA, por sus siglas en inglés) para seguir realizando pruebas con esta nave.

En el certificado, se concreta que usa un «software de vuelo automático combinado con supervisión humana para hacer posible el vuelo para personas sin entrenamiento». Puede ser, probablemente, uno de los primeros certificados de este tipo emitidas por un país.

Pero Cora, comohemos mencionado alguna vez, no es el único proyecto de vehículo autónomo. Las marcas más tradicionales como Airbus, Boeing y otras menos como Uber, también están en la cabeza de el desarrollo de este tipo de movilidad. El problema es que, hasta ahora, ninguna de estas compañías se ha animado a lanzar su propio servicio de transporte.