El momento justo después de que ocurra una catástrofe es el más importante. Es cuando los servicios de emergencia tienen que reaccionar con la mayor rapidez, cuando se pueden salvar (y perder) más vidas, y cuando necesitamos la mayor cantidad de información posible.

La desinformación y el caos sólo provocará más confusión y puede terminar en más pérdidas. Y la primera reacción de la mayoría de la gente es coger el móvil; ya sea para llamar a sus seres queridos, o para buscar información sobre lo que acaba de ocurrir.

Es algo que Google sabe bien, al analizar las búsquedas después de un desastre natural, un atentado o una situación de emergencia. Por eso es en este área donde ha implementado su Inteligencia Artificial; tanto para predecir desastres, como para ayudar cuando finalmente ocurren.

Inteligencia Artificial para predecir desastres

El pasado septiembre se demostró esto, con el huracán Florence; su formación fue detectada dos semanas antes de que llegase a las costas estadounidenses, a Caroliona del Norte. Por lo tanto, eran dos semanas para informar a los usuarios, asegurarse de que podían evacuar, y ayudarles en caso de que no pudiesen.

El sistema de alertas de Google no es precisamente nuevo. Pero ha evolucionado con nuevas funcionalidades, que fueron especialmente útiles con el huracán Florence. La Inteligencia Artificial tuvo un gran peso en todas ellas.

Como por ejemplo, en las alertas. Aunque los gobiernos ya tienen sistemas de alertas, el de Google funciona captando información de Maps, de la búsqueda y de otros medios. Gracias a esto, es capaz de saber con seguridad si el desastre nos va a afectar; por ejemplo, si vivimos demasiado cerca de un incendio.

Pero a veces, estos desastres llegan de repente y sin aviso. El sistema de alertas públicas usa Inteligencia Artificial para detectar indicios de posibles problemas; como por ejemplo, es capaz de saber si un río se va a desbordar si ha habido lluvias fuertes.

Una vez que ha ocurrido el desastre, el localizador de personas nos permite buscar a personas desaparecidas que hayan compartido su información, o cuya información haya sido proporcionada por las autoridades. La función nos permite tanto buscar a una persona concreta, como aportar información; por ejemplo, si somos un familiar que por fin ha encontrado a la persona que buscaba.

Todas estas utilidades apuntan al futuro de Google. Un futuro en el que no tengamos que buscar lo que queremos, ya que la IA de Google será capaz de mostrarlo inmediatamente.