Hoy 12 de marzo se cumplen 30 años del nacimiento de la Web; aunque como es habitual, este “nacimiento” es debatible. La imagen de un científico loco accionando una palanca y arrancando Internet se aleja un poco de la realidad; para que Internet llegase a lo que hoy conocemos hicieron falta muchos pasos igual de importantes.

Sin embargo, por conveniencia, se considera que el 12 de marzo es el cumpleaños de Internet (o mejor dicho, de la Web) porque fue ese día en 1989 cuando Tim Berners-Lee, por aquel entonces trabajando para el CERN, presentó su propuesta de “Administración de la Información”, basado en un concepto que había desarrollado años antes: el hipertexto.

Aniversario de la Web: 30 años en la red de redes

Claro, que la base técnica de Internet ya estaba presente; ARPA, la división de investigación del ejército estadounidense, ya había creado ARPANET como una manera de conectar ordenadores a lo largo de todo el país. Ya había protocolos de comunicación que usaban ese tipo de red para servir y compartir contenido. CERN era ya el nodo de red más grande de Europa. Todas las piezas estaban en su sitio, pero aún no había una manera de juntarlas y aprovecharlas.

Ahí es donde entró Berners-Lee. Su propuesta consistió en unir la idea del hipertexto con los protocolos de transmisión y los nombres de dominio para crear lo que conocemos como la Web: una red de páginas, accesibles una a través de la otra a través de hipervínculos (hoy conocidos simplemente como enlaces). Los servidores se encargaban en exclusiva de servir esas páginas web a los clientes, que usaban programas llamados “navegadores” para leer el contenido de la página. Si querías ir a otra página, sólo tenías que pulsar en el enlace, o introducir un nombre de dominio diferente al que conectarte.

Todo empezó con un sólo servidor, un ordenador de la marca NeXT que no podía ser apagado nunca; su trabajo era servir una página, http://info.cern.ch/hypertext/WWW/TheProject.html, a cualquier ordenador que la pidiese. Desde la presentación de la propuesta hasta este primer servidor habían pasado tres años; pero lo difícil ya había pasado. Desde este primer servidor, empezaron a aparecer muchos otros; algunos copias del original, otros ofreciendo contenido nuevo. Se produjo una auténtica explosión de contenido, se abarataron los servidores y pronto prácticamente cualquiera podía tener su propia página web. Así nació Internet tal y como la conocemos, aunque es más apropiado llamarlo la “Web”.

Los problemas de Internet según su creador

Desde entonces, la web ha evolucionado mucho; aunque en realidad, las tecnologías en las que está basada no hayan cambiado en estas tres décadas. Lo que si han cambiado son los desafíos a los que se enfrenta; podemos decir que la Web se encuentra en el momento más importante de su historia. Así lo advierte su propio creador, Tim Berners-Lee, que con motivo del aniversario ha pronosticado un “futuro disfuncional” si se sigue por este camino.

De hecho, la Web ya no es ese invento que provocaba ilusión; al contrario, cada vez más gente duda de que haya sido una creación beneficiosa para la humanidad. Berners-Lee comprende ese sentimiento, pero al mismo tiempo cree que sería “derrotista” asumir que la web no puede cambiar a mejor. Y para ello, ha listado tres “disfunciones” que afectan a la Web actual:

• Intenciones maliciosas y deliberadas. Desde los ataques hackers entre países al comportamiento criminal y el ciberacoso.
• Incentivos perversos que sacrifican el valor del usuario, concretamente, los modelos basados en publicidad que fomentan el “clickbait” y la desinformación.
• Consecuencias negativas de un diseño benevolente, como el tono polarizado e indignado de las discusiones online.

La Web se enfrenta a duros desafíos

Esos son síntomas de una enfermedad grave, pero no es el único problema al que se enfrenta la Web, que está recibiendo ataques constantes de todos los frentes. En Europa, la nueva ley de copyright está cada vez más cerca de hacerse realidad, y con ella los polémicos Artículos 11 y 13.

El Artículo 11, el “impuesto al enlace”, obligará a pagar por cada enlace y pequeño extracto de un medio online; algo especialmente chocante teniendo en cuenta que, como hemos visto, la Web nació gracias al hipervínculo. El Artículo 13 por otra parte impone filtros a lo que los usuarios pueden subir, pisando otros derechos como el de la libre comunicación o el de parodia; atrás quedaron los tiempos en los que cualquiera podía crear una página web y hacer lo que quisiera con ella.

La Web también es más grande cada día, pero eso ha fomentado la aparición de gigantescas empresas, que controlan buena parte del negocio. Google, Facebook, Amazon.. cualquiera de estas empresas tiene en sus manos sectores enteros, y pueden decidir por si solas si algo triunfa o fracasa. Una centralización contraria a la idea de Internet, la “red de redes”.

Es seguro que dentro de 30 años Internet será muy diferente a lo que usamos a diario. Es poco probable que ese cambio se produzca de manera repentina, sino que será poco a poco. Ahora bien, si se trata de un cambio a mejor o a peor, es algo que los propios internautas tendrán que decidir.