Google ha puesto las cartas sobre la mesa: su apuesta para el futuro de los videojuegos se llama Stadia, y promete ser toda una revolución. No estamos hablando de una consola de videojuegos tradicional; el único hardware que podrás comprar con su nombre será un mando, pero no será de uso obligatorio. En vez de eso, es un servicio en la nube, que nos permitirá jugar a los últimos títulos en ordenadores, tablets, smartphones, televisores, y mucho más.
La apuesta por el streaming es polémica entre la afición; pero ha conseguido llamar la atención de mucha gente, eso desde luego. Con Stadia, son los servidores de Google los que ejecutan el juego, y envían el vídeo directamente a nuestro dispositivo; a su vez, nuestro dispositivo captura los botones que pulsamos y los envía a los servidores para ejecutar las acciones. Parece magia, pero es sólo el siguiente paso en la evolución del streaming, más allá del vídeo.
Google aún tiene mucho que explicar sobre Stadia; aunque ya adelantó que en los próximos meses recibiremos más noticias relacionadas con los juegos disponibles en la plataforma. Pero aún así, la conferencia inicial dio mucho de sí; y hubo algunos detalles que han pasado desapercibidos y que pueden ayudarnos a comprender mejor cómo es Stadia.
Stadia está basado en Linux
Tal vez el detalle más interesante que pasó demasiado rápido en la conferencia es que Stadia está basado en Linux. En efecto, la apuesta de Google pasa por el sistema operativo libre, que durante décadas ha intentado conquistar el escritorio sin éxito. Donde sí domina Linux es en los servidores, y por eso no es de extrañar que Google lo haya escogido.
No está claro si Google se refería sólo al kernel (el núcleo) o a GNU/Linux (el sistema operativo completo con los programas básicos). Sea como sea, Google ha elegido Linux porque le permite crear un sistema operativo personalizado para sus necesidades. En el streaming de videojuegos, hasta un milisegundo de retraso puede acabar destrozando la experiencia. Con Linux, Google puede asegurarse de que no hay nada que provoque ese tipo de retrasos y de que todo funciona como quiere.
Esto puede ser muy importante para el futuro de Linux. Significa que todos los juegos de Stadia tendrán que contar con una versión para Linux, y eso puede ayudar a popularizar el sistema entre los jugadores; por ejemplo, publicando esas versiones en Steam u otras plataformas.
Stadia usa Vulkan, y no DirectX como quiere Microsoft
Hablando de Steam, Google podría haber seguido el mismo camino de Valve de desarrollar una capa de compatibilidad, para asegurarse de que los juegos de Windows pueden ejecutarse en sus servidores Linux. Sin embargo, añadir más capas afecta necesariamente al rendimiento y la compatibilidad total no está asegurada.
Por eso, Google ha decidido dar la espalda a los juegos desarrollados para Windows y por lo tanto, a DirectX. La API de videojuegos de Microsoft es la más usada del mercado, gracias en buena parte a Windows; pero hay alternativas, y Google ha decidido apostar por una de ellas: Vulkan.
Vulkan es el sucesor de OpenGL, una API abierta para que los desarrolladores puedan crear videojuegos en varias plataformas, incluyendo Linux y Windows. Con Vulkan, tienen acceso más directo a la GPU, con la mejora de rendimiento que ello conlleva.
Muy pocos juegos son compatibles con Vulkan, y eso puede ser un desafío para Google. La mayoría de desarrolladores usa DirectX para desarrollar en PC, así que tendrían que crear una versión nueva de su juego sólo para Stadia.
Usa procesadores y gráficas de AMD que aún no han salido
Una plataforma como la de Google precisará de mucha potencia para funcionar. Al fin y al cabo, Google está prometiendo juegos a resolución 4K y 60 frames por segundo. Ni siquiera la consola más potente del mercado, la Xbox One X, es capaz de alcanzar esas cifras con la mayoría de juegos actuales. Por comparar, la Xbox One X tiene 6 teraflops de potencia, mientras que un sistema Stadia tendrá 10,7 teraflops. Es cierto que esa no es la mejor manera de medir la potencia de un sistema, pero es una buena referencia para darnos cuenta de que a Google no le basta con el hardware actual.
De hecho, los sistemas Stadia usarán hardware que aún no ha llegado oficialmente al mercado. Google se ha aliado con AMD para desarrollar tanto procesadores como gráficas personalizados, basados en las CPUs y GPUs que el fabricante tiene pensado lanzar este mismo año. Por lo tanto, Stadia es el primer sistema con la nueva generación de procesadores Zen y gráficas Radeon.
Los detalles técnicos son por lo tanto escasos, pero sabemos que el procesador correrá a 2,7 GHz y tendrá 16 GB de memoria RAM a su alcance. Por su parte, la gráfica tendrá 56 unidades de computación y la rápida memoria HBM2. Esta es una gran victoria para AMD, que busca expandirse en la nube para evitar quedarse atrapada por el mercado de ordenadores.
Aún le queda camino por delante
El gran desafío al que se enfrenta Stadia no está en su hardware, sino en las conexiones. Puede que podamos jugar en dispositivos muy poco potentes, pero necesitaremos una conexión a Internet muy rápida si no queremos sufrir problemas de retardo (lag). Si eso ocurre, notaremos que al pulsar un botón las acciones ocurren un momento después; por ejemplo, si pulsamos el botón de disparo, nos daremos cuenta de que el arma dispara unas décimas de segundo más tarde.
Es evidente que Google está trabajando en ello, y en la conferencia se centró en explicar los detalles técnicos. Pero la verdad es que, en estos momentos, Stadia no está listo para ser lanzado. Los periodistas que pudieron probar el sistema después de la presentación coincidieron en que el lag es notable. En algunos casos se pudo medir un retraso de 166 ms, lo que es a todas luces insuficiente. Sin embargo, en este caso los desarrolladores también tendrán trabajo que hacer, y se espera que los resultados varíen dependiendo del juego.
Ya ha conseguido iniciar el debate
Con todo, podemos decir que al menos Google ha conseguido algo con Stadia: iniciar, esta vez de verdad, el debate sobre el juego en streaming. Las respuestas de los competidores no se han hecho esperar, y en concreto Microsoft parece que puede presentar algo muy parecido pronto. Aún queda un poco para que Stadia sea un producto real, y para entonces sabremos mucho más.