Finalmente Google ha cumplido su amenaza. Con la próxima revisión del sistema de extensiones de Chrome se implementarán serias limitaciones al bloqueo de contenido; las extensiones bloqueadoras de anuncios son las más afectadas, pero no son las únicas.
Todo el mundo lleva esperando este momento desde el lanzamiento de Chrome, hace ya diez años, y desde que el navegador empezó a admitir extensiones que bloqueaban contenido, como Adblock y Adblock Plus.
Google es una compañía que ha llegado a donde está gracias a los ingresos de publicidad; unos ingresos que dejaba de percibir cada vez que un usuario se instalaba una de estas extensiones. Pero hasta ahora, Google se ha tomado las cosas con filosofía, aceptando que es lo que quieren los usuarios.
Los bloqueadores de anuncios de Chrome dejarán de funcionar
Ya no más. Google ya está trabajando en los cambios de Manifest V3, el nuevo sistema de extensiones de Chrome. Esta nueva API (instrucciones para desarrolladores) será más segura y sobre todo más rápida; eso es porque las extensiones estarán mejor integradas en el navegador y no funcionarán de manera más o menos independiente como hasta ahora.
Sin embargo, estas mejoras también vendrán con serias limitaciones bajo el brazo. Google obligará a las extensiones a pasar por Chrome para hacer cualquier cosa, sin la posibilidad de actuar por su cuenta. Y eso significa acabar con funcionalidades de la API que en la actualidad usan todos los bloqueadores: webRequest.
Con webRequest, las extensiones pueden analizar el tráfico que Google está recibiendo y bloquear su carga. Los bloqueadores de anuncios funcionan comparando las direcciones que se cargan en el navegador con una enorme lista de servidores con publicidad o rastreadores.
Con Manifest V3, ya no podrán hacer eso. Chrome tendrá una función de bloqueo de contenido incorporada, que es la que tendrán que usar; sin embargo, esta función está desarrollada por Google y está seriamente limitada en lo que puede hacer. Por ejemplo, sólo acepta hasta 30.000 reglas, mientras que cualquier lista decente usada por los bloqueadores sobrepasa las 75.000.
Por lo tanto, es inevitable que muchos anuncios y rastreadores se “cuelen” con el nuevo sistema. Cuando usemos Chrome, empezaremos a ver anuncios y publicidad incluso aunque tengamos un bloqueador de anuncios.
Google quiere más control sobre su propio navegador
Pero eso no es problema de Google, que ha anunciado que seguirá adelante en la implementación de Manifest V3 pese a todas las quejas del sector. Esta decisión viene después de que el pasado febrero Google se echase atrás momentáneamente después de una gran polémica entre los desarrolladores. Google no acabará con webRequest y su capacidad de bloqueo, pero estará limitada a usuarios de versiones empresariales de Chrome; no para que bloqueen anuncios, sino para que puedan usar extensiones propias de bloqueo que dependen de esta API.
La decisión de limitar los bloqueadores de anuncios llega con el dominio de Chrome en el mercado; se calcula que el 60% de los internautas ya usa Chrome. Si de repente estos usuarios empiezan a ver publicidad, podría suponer un aumento en los ingresos para Google; es por eso que muchos críticos están pintando esta decisión como un intento de Google de llenar sus arcas a costa de lo que quieren sus usuarios. En respuesta, Google afirma que está planteándose subir la cantidad de reglas, dependiendo de cómo sea recibida la nueva versión de la API.
El sector tecnológico depende en buena medida de la publicidad. Páginas como la que estás leyendo no serían posibles sin los anuncios, y por eso pedimos a nuestros lectores que desactiven el bloqueador si pueden. Pero esta medida puede provocar el efecto contrario al deseado, sobre todo si sólo parte de la publicidad es bloqueada; pronosticamos que esta no será la última vez que hablemos de esto.