Nadie conoce a la Volkswagen Transporter por su nombre; todo el mundo la llama “furgoneta hippie”, por ser la favorita de los jóvenes durante la década de los 60 para transportar personas, animales, y todo tipo de material (guiño, guiño). La Transporter se sigue vendiendo, por supuesto, aunque ahora es una de las furgonetas que los profesionales tienen en cuenta para el transporte de mercancía; pero el viejo modelo reaparece de vez en cuando, y en esta ocasión ha sido como un proyecto oficial de Volkswagen.

Para celebrar la apertura de un nuevo centro de ingenería en California, el más grande de la compañía que no está en Alemania, el equipo de investigadores e ingenieros decidió crear una nueva versión de la famosa furgoneta, esta vez adaptada a los tiempos modernos. Para ello, partieron de un chasis original de 1962, que fue restaurado para que quedase como nuevo; pero el verdadero trabajo se hizo en las “tripas” del vehículo.

La furgoneta hippie de Volkswagen se moderniza

El resultado es la Volkswagen Type 20, un “concept car” que muestra cómo será posible modernizar vehículos clásicos usando tecnología actual. Un buen ejemplo lo tenemos en la motorización; se ha aprovechado la envergadura del vehículo para poner una gran batería de 10 kWh, conectada a un motor eléctrico que aporta 120 caballos y 235 Nm de par motor a las ruedas. Mucho más de lo que era capaz el motor de gasolina de 24 caballos original, pero hay que tener en cuenta el peso adicional de las baterías.

Para garantizar una conducción agradable pese a esto último, los ingenieros “robaron” un nuevo tipo de suspensión neumática a sus compañeros de Porsche; de esta manera es posible variar la altura de la furgoneta por software. Un sistema inteligente usa las cámaras externas para usar reconocimiento facial sobre el conductor y bajar el vehículo automáticamente para que sea más fácil subir. Y es que, aunque no lo parezca, esta furgoneta está llena de nueva tecnología; por ejemplo, tiene tres micrófonos direccionales… pero en el exterior. La idea es que podamos dar órdenes directamente a la furgoneta sin necesidad de entrar; por ejemplo, si ya estamos recogiendo las cosas, podemos preguntar “¿Estás lista?”, y la furgoneta iniciará los sistemas automáticamente; en el frontal, en el logotipo de Volkswagen, hay una luz LED que sirve para que la furgoneta se comunique y demuestre que nos ha escuchado.

Inteligente y con partes generadas por ordenador

Aunque el chasis es el de una furgoneta original, algunas partes han sido modificadas, como los retrovisores o las llantas, en lo que los diseñadores llaman diseño generativo, inspirado en formas orgánicas; estas partes han sido generadas automáticamente por un ordenador, a partir de unos parámetros iniciales.

Por supuesto, esta no es la primera vez que Volkswagen moderniza su Transporter clásica; ha sido objeto de más de un rediseño, pero por el momento ninguno ha llegado al mercado. Está claro que se trata de un diseño querido dentro de la compañía, y no nos extrañaría que alguna de estas puestas al día se hagan realidad.