Los vehículos eléctricos parecen estar destinados a dominar las carreteras de todo el mundo en detrimento de los que emplean combustibles. La mayoría de firmas automovilísticas trabajan para desarrollar nuevos modelos eléctricos; no obstante, en este caso venimos a hablaros de algo más especial: el vehículo eléctrico más grande del mundo.
Este moderno camión logra ahorrar miles de litros de diésel, dejando así de emitir cientos de toneladas CO2 al año; además, cuenta con una batería de nada más y nada menos que 600 KWh. ¡Os contamos todos los detalles!
La batería más grande en un vehículo
Como os imaginaréis, no hablamos de un camión normal y corriente, sino de uno pertenece a la familia de los dumpers; camiones inmensos utilizados en todo el mundo para desempeñar tareas de minería. Los expertos de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Berna y de la Universidad Interestatal de Ciencias Aplicadas NTB Buchs, ambas en Suiza, tuvieron la brillante idea de crear una versión eléctrica de los famosos dumpers.
El bautizado como eDumper Lynx es, en el momento de escribir este artículo, el vehículo eléctrico (con ruedas) más grande del mundo y el vehículo con la batería más grande sobre la faz de la Tierra. Para ello, sus creadores emplearon la base de un Komatsu HD 605-7; uno de los dumpers más grandes del planeta con unas dimensiones de 9,35 x 4,23 x 4,4 metros.
Produce más electricidad que la que necesita
Los ingenieros sustituyeron el motor del vehículo por una gigantesca batería de 1.440 celdas; lo que le otorga una potencia de 600 KWh, una cifra brutal teniendo en cuenta que el Tesla más potente alcanza los 100 KWh. En pocas palabras, sería la batería resultante de unir 6 Tesla.
Lo realmente sorprendente es que el eDumper Lynx genera más electricidad de la que necesita usar. Esta mole se utiliza para transportar materiales desde una zona elevada hasta un espacio ubicado más abajo. Durante el trayecto de descenso, el vehículo aprovecha la energía de la frenada para recargar su batería. La cantidad de energía producida es suficiente para volver a subir la pendiente y, aún así, le sigue sobrando electricidad.
Esta obra de la ingeniería permite ahorrar aproximadamente 50.000 litros de diésel al año y unas 130 toneladas de C02. Todo ello sin olvidarnos de que al ser un vehículo eléctrico y tener menos piezas los gastos de mantenimiento se reducen notablemente.
Sin duda alguna, este tipo de vehículos serán claves para el futuro de la humanidad, no solo por su carácter sostenible; sino para los propios empresarios, que verán un considerable ahorro a largo plazo pese a la necesidad de una gran inversión inicial, todo ello respetando al medioambiente.
Foto destacada: eMining AG – Andreas Sutter
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