Si eres amante de los coches, entenderás que por muy bellos que sean algunos de los más icónicos, se quedan atrás en cuanto a tecnología. Sí, un Ford Mustang GT500 de 1967 (Eleanor en '60 Segundos') puede ser toda una bestia a día de hoy, pero un Tesla Model 3 puede pasarle la mano por la cara en muchas otras cosas.
Por ello la tendencia de restaurar coches antiguos en Estados Unidos es algo tan extendido. Ver una belleza sobre ruedas como la que es un Porsche restaurado es simplemente digno de ver. Sobre todo si hablamos de un Porsche 912 de 1968 pero con el motor de un Tesla Model S P85.
En un extenso reportaje, The Verge documenta el proceso que llevó a David Bernardo, dueño de la empresa Zelectric Motors y a Michael Bream, fundador de EV West, una firma amiga a revivir este 912 con el alma de un Tesla.
Un Porsche restaurado de 1968 con lo mejor de un Tesla Model S
El nombre de David Bernardo no es nuevo en absoluto. Desde Zelectric Motors en California se dedicaba a restaurar Volkswagen Beetles y Microbuses con motores eléctricos, dándoles una nueva vida y además haciéndolos sostenibles. EV West es una empresa compañera de Zelectric y tanto Bernardo como el fundador de la primera empresa, Michael Bream, se han propuesto revivir este Porsche de 1968.
Los responsables de esta restauración compraron una carrocería oxidada de un Porsche 912 de 1968, y le pusieron el motor de un Tesla Model S P85, convirtiéndolo en una bestia eléctrica de 4.500 lb de torque y 550 caballos de potencia. Nada mal para un modelo que fue menos potente que su anterior generación, recibiendo así el calificativo de "budget".
Del Tesla Model S se ha reutilizado el motor, el inversor, el diferencial trasero e incluso el pedal del acelerador del Tesla. A diferencia de lo que muchos podrían pensar, no usa la batería del Tesla Model; este Porsche restaurado usa una batería menor de 2kWh de LG Chem, que se ha dividido en dos porciones de 16kWh para ayudar a equilibrar el peso del automóvil. En autonomía se traduce en unos 225 kilómetros.
Según cuenta Bream en The Verge: "[Fue] un poco desafiante, en cuanto a ingeniería, porque el automóvil es mucho más pequeño que los automóviles de los que estamos sacando los componentes. Una unidad de tracción Tesla sale de un automóvil de 5,500 libras, y estamos tratando de calzar un automóvil de aproximadamente 2,300 libras. Así que hay muchos desafíos de ingeniería ahí".
En el vídeo de The Verge podemos ver las impresiones de Bernardo y Bream a la hora de construir este coche. De hecho parece que les está yendo bien; según cuentan en el medio, tanto Zelectric como EV West tienen "una lista de espera medida en años, llena de clientes que pueden pagar 100,000 dólares por un coche (y a veces más)".
La tendencia de reconvertir viejos clásicos en coches eléctricos no es nueva. La tendencia ha sido tal que hasta los fabricantes actuales están tirando de nostalgia para recuperar algunos de sus grandes diseños.
Por ejemplo, Aston Martin anunció que reconvertiría coches antiguos de su firma a eléctricos para que sus usuarios esquivaran las medidas anti-contaminación que se están implantando en ciudades de todo el mundo. Jaguar por su parte realizó una serie limitada de su característico E-Type en versión eléctrica. Coche que, por cierto, llevó el Príncipe Harry en su boda.