Los platillos volantes forman parte de la cultura popular, pese a que en realidad, muy poca gente clama haber visto uno en persona. Incluso entonces, la mayoría de avistamientos se pueden explicar por diversos fenómenos; incluidos los primeros en los años 40, cercanos a bases militares.
A diferencia de la mayoría de platillos volantes avistados, el ADIFO es muy real. Es el proyecto del ingeniero rumano Razvan Sabie y el ingeniero aerodinámico Iosif Taposu, que han conseguido crear un aparato volador con el diseño característico de un OVNI.
ADIFO viene de "All-Directional Flying Object", y por lo tanto no solo puede volar, sino que su gran ventaja es que es capaz de cambiar de dirección en mitad del aire. Esto es lo que realmente le hace destacar frente a otros proyectos semejantes, que básicamente eran aviones con una carcasa redonda.
El platillo volante de verdad
En cambio, el ADIFO se parece más a la imagen que tenemos de un platillo volante, en el sentido de que tiene una gran maniobrabilidad. La clave está en su forma, que aunque parezca la de un platillo volante tradicional, en realidad ha sido diseñada con la aerodinámica en mente.
De hecho, afirman que es el fruto de dos décadas de trabajo, incluyendo un estudio de cientos de páginas, simulaciones por ordenador y hasta pruebas en un túnel de viento. Taposu trabajó en el Instituto de Investigadción Aeroespacial de Rumanía, así que no estamos ante dos palanganas unidas por un cable.
El ADIFO se opera como un dron quadcóptero, pero lo interesante es que no es un drone normal. Para conseguir esos movimientos tan versátiles, cuenta con dos tipos diferentes de propulsión. Las hélices se encargan de los movimientos más precisos y del aterrizaje y despegue; cuando queremos alcanzar velocidad, las hélices pueden retraerse y dos motores a reacción en la parte trasera ofrecen empuje horizontal.
Conjuntando ambos métodos de propulsión, el platillo volante es capaz de todo tipo de maniobras, incluyendo la posibilidad de rotar sobre si mismo.
El ADIFO por ahora es un prototipo de unos 120 centímetros, pero un modelo a escala completa ya es el siguiente objetivo de sus creadores, que afirman a Vice que han recibido interés de fabricantes aeroespaciales, además de gobiernos. Quién sabe, puede que en el futuro los platillos volantes sean el método de transporte preferido.