Las baterías de ion de litio son las más populares, usadas en una gran variedad de dispositivos e incluso son la base de los coches eléctricos; pero precisamente debido a eso es imposible que sean la mejor opción siempre. No todos nuestros aparatos electrónicos tienen las mismas exigencias, ni usan la energía de la misma manera.
Es por eso que hay investigadores que están explorando nuevos tipos de baterías, que sean mejores para ciertos tipos de aplicaciones. La primera batería de ion de hierro, desarrollada en el Instituto de Tecnología de Madrás en India, es un ejemplo de este tipo de desarrollos.
Puede parecer extraño basarse en el hierro en vez de en el litio como electrolito, es decir, como el material conductor que mueve iones entre el cátodo y el ánodo; pero la clave de este desarrollo ha estado en encontrar una solución que ofrezca un comportamiento diferente a las baterías de ion litio tradicionales, y no necesariamente mejor en todos sus aspectos.
La primera batería de ion de hierro
En el caso de la batería creada por los científicos de Madrás, el ánodo está formado de acero bajo en carbono, y el cátodo es de pentóxido de vanadio. El electrolito es una solución de clorato de hierro. Estos compuestos fueron escogidos para fomentar el movimiento de iones de hierro entre el ánodo y el cátodo, según The Hindu.
Ahora bien, si esperabas un rendimiento superior respecto a las baterías que usas en tu día a día, puede que este proyecto te decepcione. La densidad, en concreto, es su punto débil, alcanzando sólo los 220 Wh por kg en el prototipo, que además sólo soporta 150 ciclos de carga y descarga por el momento.
Pero si los investigadores se han centrado en el hierro no es por el rendimiento, sino por otros aspectos clave como la estabilidad y el coste. Las baterías de ion de hierro serían mucho más seguras que las de ion de litio, y las consideraciones de seguridad que normalmente tenemos con las baterías no serían necesarias. Esto puede ser muy importante en dispositivos y aparatos que no puedan permitirse el riesgo adicional.
Además, los costes se ven reducidos, por lo que, aunque la densidad no sea tanta como con una batería de ion litio, eso se podría compensar simplemente instalando más baterías. Evidentemente, eso no es posible en todos los casos, pero lo importante es tener alternativas.
Por el momento, este proyecto está dando sus primeros pasos con un prototipo funcional, peor aún falta para que se convierta en un producto comercial.