A día de hoy muchos siguen defendiendo los coches de combustión interna pese a sus obvias desventajas frente a los eléctricos. Sin embargo, todo parece indicar que los eléctricos terminarán dominando el mercado con el paso de los años.
Las compañías automovilísticas lo saben y ya se están preparando para la revolución que se nos viene. Rara es la firma que no ha lanzado ya su propio modelo eléctrico, hasta las más reacias al cambio ya se han rendido a la electricidad.
Precisamente, en este artículo vengo a hablaros de un eléctrico con bastante renombre, el Audi e-tron, puesto que he tenido la oportunidad de ponerme al volante de éste durante un rato. ¡Os cuento mis sensaciones!
Nos ponemos al volante del Audi e-tron
Al sentarme en el Audi e-tron (versión 55 quattro) sentí como si, en cierto modo, hubiese viajado al futuro. Entiéndase esto como una obvia exageración, pero sí que es verdad que uno percibe al instante que se encuentra dentro de un coche con mucha, mucha tecnología.
La parte trasera vagamente iluminada por unas tiras LED azules, la zona delantera repleta de pantallas, 5 en total que le otorgan cierto aspecto de nave espacial. Antes de seguir con estas primeras impresiones cabe recalcar que nunca había conducido un eléctrico.
Una vez aclarado eso, os aseguro que me sorprendió la aceleración del coche. Ya sabía que, al ser un eléctrico, sería mucho más rápida que en un coche de combustión, pero uno no sabe cómo es realmente hasta que lo prueba en sus carnes, aunque en este caso sería más bien en los pies.
La aceleración es tan limpia que sin darme cuenta me ponía a más velocidad de la que debía. Lo peor es que esa sensación de aceleración se veía incrementada al ser un coche automático, ya que no perdía tiempo en cambiar de marcha. Todo eso sumado al silencio más absoluto mientras conducía. Da igual que pases de 0 a 80 en segundos o que vayas a 20 por hora, el coche no suena absolutamente nada.
Así deberían ser todos en un futuro
Sé que muchos me crucificarán al leer esto, pero, para mí todos los coches en un futuro deberían cumplir con estas dos condiciones: ser eléctrico y, además, automático. Me parece un nivel de comodidad en la conducción increíble, entiendo que haya gente que prefiera sentir más la conducción cambiando de marcha, mas, no es mi caso.
Otra cosa que sorprende del Audi e-tron es su falta de retrovisores, ¡no tiene! Los conductores que me veían pasar a su lado deberían pensar "¿Qué narices? ¡Vaya retrovisores más raros tiene ese coche!" o "Cómo la Policía vea a este tío, vaya multa se va a comer por ir sin retrovisores".
Nada de eso, no os preocupéis, nosotros siempre seguimos la legalidad, lo que ocurre es que el Audi e-tron en vez de retrovisores al uso tiene dos cámaras en el exterior para que podamos ver desde el interior, mediante dos pantallas, lo que ocurre alrededor del coche.
Estos dos "retrovisores digitales" se encuentran a nuestra derecha e izquierda, justo debajo de la parte inferior de la ventana. Es cierto que es un poco raro dirigir la mirada hacia esa zona, puesto que la costumbre nos hace mirar hacia donde normalmente estarían los retrovisores tradicionales. No obstante, os aseguramos que uno se acostumbra bastante rápido. Podremos ajustar a nuestro gusto la vista del retrovisor tocando la pantalla.
Dichos retrovisores digitales son 2 de las 5 pantallas que hay en el vehículo. Las otras tres se encuentran: una detrás del volante y las otras dos en la zona central delantera. Podremos configurarlas a nuestro gusto para ver en cada una de ellas aspectos diferentes relativos a nuestra conducción.
Dependerá mucho de cómo sea el conductor, pero para mi gusto son demasiadas pantallas. Algunos conductores podrían llegar a desconcentrarse fácilmente y acabar en accidente. Creo que lo mejor sería dejar una consola central, otra pantalla detrás del volante e intentar usar al máximo los comandos de voz, en lugar de activar las funciones de manera táctil, lo que nos obliga a quitar una mano del volante.
Coches cada vez más tecnológicos
El Audi e-tron es el ejemplo perfecto de que cada día la tecnología tiene una mayor relevancia en los automóviles. Y parece solo la punta del iceberg, puesto que, posiblemente, dentro de un par de décadas la mayoría de los coches sean autónomos, lo que abrirá las puertas a una nueva manera de viajar.
No obstante, como aún queda mucho para que eso ocurra, el protagonismo por ahora se lo llevan utilitarios como el e-tron y no es para menos, ya que estamos ante un SUV potente, con un gran nivel de comodidad en la conducción, silencioso como un gato y con múltiples tecnologías para ayudarnos durante nuestros desplazamientos. ¿Qué más se puede pedir?