Google Stadia, el servicio de suscripción de videojuegos vía streaming de (valga la redundancia), Google, se lanzó el día 19 de noviembre del 2019. Concretamente, han pasado más de 2 meses; en unas pocas semanas el servicio habrá cumplido 3 meses desde que llegó al mercado (no sin pocas limitaciones).
Por supuesto, este nuevo servicio generó cierto hype. ¿Jugar a juegos triple AAA sin consola? ¿Sólo usando Internet? Para muchos, el simple hecho de jugar en una consola era imperativo de hacer ciertos sacrificios, como el desembolso del coste de la misma o el tener que sufrir una calidad final en los títulos inferiores a los de otras plataformas como el PC.
Ahora, más de 2 meses después de su lanzamiento, Google Stadia está un pelín abandonado por Google. Un servidor se aventuró a comprar nada más ni nada menos que la versión más top de Google Stadia: la Founder's Edition. ¿Qué ha sido de este servicio en los 2 últimos meses? ¿Merece la pena?
70 días sin novedades
Primero, necesitamos apuntalar varios detalles. Como bien explica este post de Reddit, Google Stadia ha cumplido 2 récords no muy agraciados: lleva más de 40 días sin nuevos lanzamientos ni anuncios importantes, y además, lleva más de 70 días sin novedades de profundo calado. Estos apartados son bastante importantes, ya que Stadia se lanzó capado, con restricciones sobre cómo se suponía que iba a ser el servicio.
Google lanzó Stadia sin algunas de las funciones que prometía de salida. Por ejemplo, el mando aunque es inalámbrico necesita de un cable para conectarse a un dispositivo compatible (un ordenador con Chrome instalado). Por otra parte, el asistente de Google aún no está activado. Recordemos que tenemos un botón en el mando dedicado a ello, por lo que es una función más que principal.
Hay más; por ahora, sólo los teléfonos Pixel son capaces de ejecutar Google Stadia en el móvil (vía WiFi, ya que el gasto de datos es inasumible) y aún no se han anunciado los 120 juegos que el equipo de Stadia prometía que engrosarían su catálogo. Estos son los problemas de los que adolece Google Stadia más de 70 días después de su lanzamiento:
- Aún no está disponible la resolución 4K si se juega en navegador. Para jugar a esta resolución (tal y como promete la suscripción de pago) necesitaremos un Chromecast Ultra.
- Aún no se han implementado las funciones con Google Assistant.
- Aún no se sabe nada de su compatibilidad con iOS.
- Stadia tendrá una suscripción gratuita que estará capada a 1080p 60 frames por segundo. No está aún disponible, por lo que dependemos de Google Stadia Pro, la que cuesta 9.99 euros al mes.
- Nada de funciones como el "family sharing" o los trofeos.
- Escasos anuncios.
Google responde a la polémica
Google por supuesto no se iba a quedar callada ante esta polémica. Primero Google se limitó a responder al usuario de Reddit con una escueta respuesta asegurando que entendían las quejas expuestas. Más tarde, un portavoz de Google explicó a GamesIndustry que el usuario no tenía razón, ya que habían estado lanzando actualizaciones semanales en los foros de la comunidad de Stadia.
"Por supuesto, no todos los 120 títulos serán anunciados por el equipo de Stadia, ya que dejamos a los editores hacer el anuncio sobre sus juegos, y en qué plataformas aparecerán, tal como lo haremos con el contenido exclusivo que llegará a Stadia.
Hay muchas razones para el momento de los anuncios de juegos: desde promociones o eventos planificados, preparación del título, proximidad a la primera demostración jugable, requisitos de los accionistas, etc. Continuamos trabajando estrechamente con nuestros socios de publicación y desarrollo y estamos aquí para apoyarlos en todas las áreas. Nos complace compartir más sobre algunos de los juegos exclusivos que llegarán pronto a Stadia".
Estas explicaciones parecen un poco ambiguas, ya que el mayor dato que da el representante de Google es la esperanza de anunciar 10 juegos en la primera mitad de año. Un ritmo de lanzamientos a cuentagotas que contrasta con todo el hype provisto de promesas que la misma Google había estado alimentando semanas antes del lanzamiento de Stadia.
Duros rivales a la vista
Este no será un análisis como tal (este llegará próximamente), pero hablaremos de nuestra experiencia. Yo soy un gran amante de los videojuegos y precisamente mi experiencia ha sido marcada por la reticencia, ya que a nivel personal soy muy exigente a la hora de seleccionar las plataformas que uso para jugar a según qué títulos.
Tengo una PS4 Pro, una Nintendo Switch y un ordenador cargado de videojuegos. La única plataforma que no me ha convencido lo suficiente ha sido la de Microsoft: la Xbox One. No es para menos; tardo muchísimo en adquirir una consola nueva ya que sólo me la compro si me asegura un gran etretenimiento gracias a un catálogo de exclusivos nutrido y suficiente. Las propuestas de Sony y Nintendo respectivamente cumplieron dicha función.
Entonces, ¿por qué adquirí Stadia? Más aún: ¿por qué me compré el paquete exclusivo Founder's Edition, el más caro? Primero porque creo que el videojuego por streaming será el futuro (que no Stadia per se) y segundo porque soy un gran aficionado a la tecnología. Y la propuesta de Google me sedujo.
Todo este "sermón" es necesario para comprender el mismo concepto que esperaba que marcara mi experiencia con Stadia: estabilidad. Que esta propuesta no tuviera que envidiar a mis otros 3 sistemas de entretenimiento, los cuáles adquirí con suma paciencia y cuidado. Que mi experiencia fuera más propia de un consumidor que la de un beta tester. Y mucho me temo que aún no hemos alcanzado la primera, y sí hemos recorrido parte de la segunda.
He sido un conejillo de indias
El lanzamiento de Google Stadia será recordado por ser, cuanto menos, caótico. Para poder iniciarme como "Founder" y empezar a jugar, necesitaba que Google me mandara un código que me permitiera registrarme en Stadia. Parte de las ventajas del paquete exclusivo que compré era la posibilidad de elegirme un nombre propio en la plataforma, por lo que quería darme prisa y aprovecharme de la curiosa etiqueta VIP que me había ganado dándole mi dinero a Google.
Lo cierto es que no fue así. Para empezar, los códigos tardaron mucho en llegar. Yo mismo tuve que contactar con el soporte de Google después de ver cómo anunciaban que los códigos habían llegado... excepto a mí. Una vez lo tuve, no esperé más y encendí mi Chromecast Ultra, incluido en el pack, el mismo día consecutivo al lanzamiento.
La experiencia no fue demasiado buena, pero fui comprensible; eran los primeros días y montones de personas estaban literalmente estrenando un servicio que ya de por sí tenía muy poco recorrido. Nulo, para ser exactos. Lag, tirones, mal rendimiento... Decidí ser paciente y seguir probándolo, siendo consciente de que esto no se podía considerar la primera toma de contacto real.
Decidí cambiar el chip: sabía que todos los que habíamos comprado la Founder's Edition y los que estábamos dándole una oportunidad a Stadia no éramos consumidores, sino beta testers. En vez de ser reticente, me lancé a la acción y me tomé Stadia como lo que pretende ser incluso a día de hoy; me compré juegos en la plataforma (aprovechándome de las ofertas de Stadia Pro), decidí jugarlos a menudo y prescindir momentáneamente de mis otras consolas para centrarme en Stadia.
La cosa, por supuesto, mejoró. El lag provocado por miles de jugadores internacionales probando Stadia dio paso a una experiencia mucho más suave y propia de lo que prometía Google. Un rendimiento estable, sin problemas a nivel gráfico... Disfruté mucho jugando a Metro Exodus y a Destiny 2, y durante varias semanas Stadia fue mi plataforma principal. Hasta que me di cuenta de para quién merece la pena y para quién no merece la pena Google Stadia.
¿Merece la pena?
Siendo objetivos y absolutamente sinceros, mi situación actual con Stadia no es alentadora. Mi Chromecast lleva ya tiempo sin usarse, y el mando de Stadia lo he usado más en mi PC con Google Chrome que en el dispositivo que me traía el pack Founder's. Y aún así, teniendo la posibilidad de jugar en mi PC, llevo semanas sin usar Google Stadia. ¿Por qué?
En esencia, el servicio de Google sí merece la pena.Desde luego es un prototipo rudimentario de lo que será norma en los años venideros; el streaming será la consola de todo el mundo y nos olvidaremos del hardware físico, al menos en lo que al entretenimiento referente al videojuego se refiere. El problema es que Stadia llega muy pronto, en un momento en el que aún queda bastante para que ello ocurra.
La respuesta a la pregunta de si Google Stadia merece la pena es un sí, pero con 2 grandes asteriscos principales. Por una parte, Google Stadia no merece la pena para gente que ya tiene sistemas de entretenimiento afianzados. Estos sistemas tienen aún severas ventajas frente a las que ofrece Stadia. Además, la propuesta de Google aún tiene mucho que mejorar, convirtiéndolo aún en un producto más propio para un beta tester que para un consumidor real.
Faltan muchas funciones y características que en otras plataformas se dan por hecho. El sistema de logros, la integración social prometida con YouTube, las funciones inalámbricas del mando y sobre todo un catálogo más nutrido. Un catálogo que invite a querer usar Stadia frente a otros rivales ya asentados en la industria.
Pondré un ejemplo. Los títulos que a día de hoy más me interesan del catálogo, si nos ceñimos a los triple AAA más populares, son Red Dead Redemption 2, Rage 2, Tom Clancy's Ghost Recon Breakpoint y Wolfenstein: Youngblood. Exacto: todos estos juegos están disponibles en otras consolas, usualmente más baratos y sin los inconvenientes de Stadia.
Mientras que la experiencia en una consola suele ser extremadamente estable, en Stadia aún dependemos de una buena conexión que en ocasiones puede fallar. La estabilidad gráfica tampoco es total, y la calidad va cambiando dependiendo de la cantidad de megas que llegue a nuestro dispositivo. Además, hay funciones embebidas directamente en el mando que no podemos ni usar. Por no decir que al ser Stadia una plataforma novata, apenas tengo posibilidad de jugar con mis amigos.
¿Quiere decir esto que Stadia es un fiasco? En absoluto. Siempre y cuando cumplas la promesa de Google: usar Stadia como único lugar "para todas las formas de jugar". No podemos blasfemar sobre Google (muy duramente) por ser parca en novedades, ya que esta es literalmente la versión 1.0 de un concepto que aún tiene que fraguarse. Sin embargo, Google tiene un curioso historial delictivo que la ha hecho famosa por cargarse servicios que apenas llevaban meses existiendo por no conseguir el éxito necesario.
Es misión de Google esforzarse por mantener el hype que acompañó a su caótico lanzamiento y sobre todo conseguir que Stadia se codee con los grandes, para ser la alternativa de aquellos que no pueden permitirse una consola o no están contentos con su concepto. Para esas personas, si Google da los pasos adecuados, este servicio puede ser toda una revolución.
¿Merece entonces la pena Google Stadia? La respuesta rápida es sí. Si tienes otros sistemas cerca y no quieres renunciar, por ahora no. Y sí, incluso tras 2 meses, así que ahora es el turno de Google de mover ficha. Esperemos que para bien.