La aviación militar española vuelve a estar de luto. Esta tarde se ha producido un nuevo accidente aéreo en la Academia General del Aire (AGA) de San Javier (Murcia) con la desgraciada muerte del piloto Eduardo Fermín Garvalena.
Frente a las costas de La Manga, y según han confirmado fuentes policiales a El Español, el accidente se habría producido en medio de unos entrenamientos de la Patrulla Águila, con base en el aeropuerto militar murciano de San Javier.
En las inmediaciones del accidente ya se encuentra un helicóptero del propio Ejército que ha confirmado que el avión accidentado se trata de un CASA C-101, el mismo que se estrelló hace unos meses, una aeronave veterana y al borde de la jubilación.
¿Cómo es el CASA C-101?
El C-101 es un avión de fabricación por la Construcciones Aeronáuticas S.A. (CASA) antes de su integración en el consorcio militar EADS de Airbus en 1999. El desarrollo data de los años 70 y en él participaron compañías extranjeras tan importantes como Northtrop (estadounidense) y Messerschmitt (alemana).
Es un avión de un único motor a reacción que fue originalmente planteado como aparato de entrenamiento avanzado para vuelos subsónicos (por debajo de la velocidad del sonido) y como transición a cazas más potentes. Desde entonces, todas las generaciones de pilotos de combate de las fuerzas armadas han pasado por sus carlingas.
Entre los requisitos que el Ejército del Aire planteó a CASA en el desarrollo nos encontramos con una excelente maniobrabilidad, buena aceleración y medidas de seguridad como asientos eyectables en caso de accidente inminente. Como curiosidad, también se requería que el avión tuviera el alcance suficiente para llegar a Canarias desde la Península sin necesidad de equipar tanques de combustible extra.
En cuanto a la planta motriz, en CASA optaron por un motor turbofán TFE-731 de origen estadounidense. Honeywell, la desarrolladora y fabricante del 731, es una de las proveedoras de motores y equipamiento espacial más importantes del mundo y su TFE-731 ha gozado de cierto éxito.
Por ejemplo, lo han montado aviones ejecutivos que siguen hoy en servicio como el Learjet 45 o el Dassault Falcon 900DX. Además del FMA IA-63 Pampa, un avión militar de desarrollo y fabricación argentinos. El motor rinde un empuje de 1537 kilos fuerza (15.6 kN) con un consumo muy bueno para la época.
Dado que es un avión de entrenamiento dispone dos asientos (uno detrás del otro) y, aunque no era el avión más avanzado de la época, aún hoy sigue dando buenos resultados 40 años después.
La velocidad máxima operativa se sitúa en 415 nudos (unos 770 kilómetros por hora) con un techo de vuelo (altitud máxima) de 12.500 metros. Suficiente como primer plato de motor a reacción para cualquier alumno piloto.
En la actualidad, se continua utilizando como avión de escuela en la Academia General del Aire, como avión acrobático de la Patrulla Águila, en el GRUEMA de la basa de Matacán (Salamanca) y otras unidades en Torrejón de Ardoz. Actualmente, el C-101 está presente en la flota del ejército de Chile y de Honduras; además del español.
Desde su puesta en servicio en 1980, el avión no ha estado exento de accidentes e incidentes de diversa importancia. El 13 de junio de 1984, solo 4 años después de su puesta de largo, un C-101 se estrelló en la provincia de Huesca. Un par de meses después otro aparato tuvo el mismo fin en el Puerto de Pajares y así hasta 11 (contando el de hoy).
El relevo generacional
Aunque los aviones suelen tener vidas útiles muy largas (solo hay que ver el Air Force One), las renovaciones vienen impuestas por los costes de operativa y de algunos sistemas de vuelo que se quedan desfasados. De hecho, el Ejército del Aire comenzará, si todo va bien, con el programa de sustitución este próximo mes de marzo.
Los aviones que vienen relevar al C-101 son 24 unidades de Pilatus PC-21 de fabricación suiza tras la firma de un contrato por más de 200 millones de euros. Un avión turbohélice de entrenamiento avanzado muy moderno que cuenta con las últimas tecnologías de vuelo. Las primeras 6 aeronaves que se reciban irán directas a sustituir -parcialmente- a los C-101 y a las T-35C, aparato que también ha sufrido un accidente el pasado septiembre.
Estos nuevos aviones son muy diferentes respecto a los vetustos CASA. Además de tener un consumo y mantenimiento más económicos -hasta un 50% según Pilatus-, la gran diferencia radica en una cabina de vuelo con la última tecnología asemejándose más a la que encontramos en aviones avanzados como el F-18.
El PC-21 es uno de los aviones de entrenamiento más populares entre las fuerzas aéreas de todo el mundo. La propia Suiza, Emiratos Árabes o Francia son solo algunos de los clientes militares de los 235 aviones vendidos desde que se puso a la venta en 2006.
El contrato con Pilatus dos simuladores de vuelo, dos simuladores para adiestramiento de procedimientos y un entrenador de salida de emergencia; además de los 24 aviones. Se espera que la renovación se complete antes de comenzar el curso académico 2021-2022, según recoge Infodefensa.