El adelgazamiento y diseño de las últimas hornadas de televisores hace que sea complicadísimo integrar de serie un apartado sonoro competente. Antes, cuando el grosor estaba en el segundo plano se podían montar altavoces que proporcionaban un audio relativamente bueno.
Además, la época dorada de los home cinema con altavoces conectados por cable terminó cuando las barras de sonido aparecieron con tecnologías como Dolby Atmos que consigue ofrecer un sonido de 360º.
Hay barras de sonido de todos los precios y tipos. Desde las más discretas por menos de 100 euros a auténticos equipos profesionales que se van a más de 2.000. Pero, ¿qué aporta una barra de ese precio respecto a una que vale una cuarta parte?
Bang&Olufsen, una de las marcas de sonido más importantes con presencia en todo el mundo, nos presentó en vivo y en directo su nueva barra de sonido Beosound Stage. Un dispositivo que consigue aunar un excepcional sonido con el diseño más minimalista del momento.
Una obra de arte
Las barras de sonido no suelen ser muy agraciadas a la vista y algunas marcas buscan diferenciarse creando auténticas obras de arte firmadas por los estudios más prestigiosos. En el caso del Beosound Stage, los suecos han recurrido al estudio Norm Arquitech de Dinamarca para diseñar hasta el último rincón de su barra de sonido sin dejar a un lado al equipo de ingenieros cuya misión es proporcionar la mejor experiencia sonora.
Su lema es "el minimalismo japonés desde el punto de vista escandinavo" y consigue integrar 11 altavoces (con 4 woofers incluidos) que arrojan 550 W y tecnología Dolby Atmos en una caja de aluminio de una sola pieza. Todo ello desde 1.500 hasta 2.550 euros de la versión más cara fabricada en madera de roble ahumado.
Echando un ojo al mercado general, la mayoría de barras de sonido con esta potencia recurren a un woofer externo para los sonidos más graves y a otros altavoces complementarios. Por ejemplo, la Samsung Q90R (1.119 euros) firmada por la casa Harman Kardon recurre a un total de 4 piezas para arrojar 510 W.
Diseño, clave
Es cierto que las especificaciones no son las mismas y la barra de Samsung tiene 7.1 canales de audio frente a los 3 de la Bang&Olufsen, entre otras muchas diferencias. Justo lo contrario ocurre con quien opta por comprarse la B&O. En este caso lo hace porque se lleva una barra de sonido que cubrirá también la función de objeto de diseño.
Para los más puristas del sonido la barra sueca seguramente se quede atrás en la relación calidad-precio y nos recomendarán otras con unas especificaciones sobre el papel que estén por encima. Aunque objetivamente sean menos bonitas y más aparatosas.
Al público más generalista que vive al margen las tendencias de diseño tener una barra de sonido estándar puede dar igual siempre y cuando sea económica y ofrezca buen rendimiento. Pero al igual que existen puristas del audio también los hay del diseño a los que no les importa dejarse unos cuantos cientos de euros más si el objeto que instalan bajo satisface sus necesidades decorativas.