"Hemos recibido los nuevos modelos de My Passport, ¿os interesan?". A la redacción de OMICRONO llegan muchos correos de prensa similares, que nos ofrecen la posibilidad de probar los últimos dispositivos que han llegado al mercado.
No siempre son interesantes, por supuesto, y de hecho mi primera reacción al recibir el correo de la agencia de Western Digital fue un rotundo "no". El My Passport es un disco duro externo. Miro el calendario, confirmando que estamos en el 2020: ¿qué puede haber de interesante en ello, ahora que todo el mundo usa SSDs?
Pero entonces caí en que en casa ya uso un My Passport a diario, pero la versión antigua. ¿Realmente hay alguna diferencia? Lo dudaba. El modelo que tengo ya representa todo lo que debería ser un disco duro externo, ¿para qué lanzar una nueva versión? Demasiadas preguntas, la curiosidad me había picado, y no tuve más remedio que aceptar la prueba del nuevo My Passport. ¿Qué me iba a encontrar?
Western Digital My Passport
La gama My Passport de Western Digital está dedicada a discos duros externos, con la peculiaridad de que están diseñados para ser lo más portátiles como sea posible. El objetivo es que podamos llevarlos en la mochila junto con el ordenador portátil, y para ello no pueden ser muy grandes, y necesitar lo mínimo posible para que funcionen correctamente.
Esta es una gran diferencia respecto a otros discos duros externos; como por ejemplo, la gama My Book de Western Digital, que está más pensada para ordenadores de sobremesa y por lo tanto son más grandes (tanto en cuestión de tamaño físico como de almacenamiento) y no son muy portátiles.
La gama My Passport siempre ha sido una de las más populares en cuestión de discos duros externos gracias a su versatilidad, y por eso había ciertas expectativas con la última renovación. Y nada más sacar el disco duro de la caja, descubrí por qué.
Más pequeño y ligero
Lo primero que llama la atención del nuevo My Passport, especialmente si lo comparas con el modelo anterior, es lo pequeño que es. Parece mentira lo mucho que se ha avanzado en ese sentido en los últimos años, la manera en la que el uso del espacio se ha optimizado y los componentes se han miniaturizado.
Hay que aclarar que los My Passport nunca fueron grandes, pero este modelo da un paso más allá: es perfectamente posible llevarlo en el bolsillo, por ejemplo, y traer siempre tus datos contigo sin necesidad de una mochila o bolso.
En concreto, con las medidas que hemos podido hacer, el nuevo modelo es 500 mm más corto, 800 mm más estrecho, y 200 mm más fino. Son diferencias que se notan más en la mano que en cifras, sinceramente; no es que el anterior modelo fuese grande, pero con el nuevo siento que puedo llevarlo conmigo sin que sea una molestia.
Más importante aún es que el My Passport no se nota frágil, aunque siendo un disco duro, deberías tener cierta precaución al manejarlo.
Almacenamiento, punto fuerte
Es algo especialmente llamativo teniendo en cuenta que no se ha sacrificado el espacio de almacenamiento. Los My Passport están disponibles en cuatro tamaños: 1TB, 2 TB, 4TB y el de 5TB (el modelo que hemos podido probar es este último).
5 TB es más que suficiente tanto para usuarios casuales como para profesionales que necesiten editar vídeo en 4K o miles de fotografías. La posibilidad de poder llevar todo ese material en el bolsillo no se puede subestimar, y representa el gran motivo por el que aún merece la pena comprarse un disco duro.
Fácil de usar
Western Digital no solo ha conseguido reducir el tamaño de la unidad manteniendo una capacidad de almacenamiento generosa, sino que también lo ha conseguido sin complicar las cosas.
Con esto me refiero a que el My Passport sigue necesitando un único cable para funcionar; la misma conexión sirve tanto para transmitir datos como para dar energía al disco duro. Esa es la gran diferencia respecto a los My Book y otros discos duros para el hogar, que necesitan obtener energía de un segundo cable. Gracias a eso, sólo tenemos que llevar un cable más junto con el portátil, sin cargadores ni "ladrillos".
Sigue con conexión USB-A
Además, WD también ha aprovechado para actualizar la conexión, que ahora es USB 3.2 Gen 1; por lo tanto, en teoría la velocidad de transferencia debería ser muy elevada, aunque como veremos más adelante eso realmente no importa tanto.
Una depepción relativa en este caso es que los My Passport aún usan una conexión USB-A (la de tamaño convencional) para conectarse a nuestro ordenador; por lo tanto, aún no han dado el salto al USB-C. Digo que esta es una decepción a medias porque, por una parte, cada vez más portátiles sólo ofrecen conexiones USB-C; por lo que necesitarás un adaptador para usar este disco duro.
Por otra parte, la inmensa mayoría de los potenciales compradores de este disco duro tiene un portátil con conexiones USB-A normales, así que eso no les molestará y les evitará usar un adaptador. Por lo tanto, si te has comprado un nuevo portátil de gama alta, lamentablemente no tendrás más remedio que usar un "dongle" o adaptador para usar el My Passport; pero es muy probable que ya tuvieses que hacer eso para otros dispositivos de todas maneras.
Rendimiento más que aceptable
Que el Western Digital My Passport haya dado el salto a USB 3.2 realmente no afecta demasiado al rendimiento; y es que el "cuello de botella" realmente no está en la interfaz, sino en el funcionamiento interno. Recordemos que se trata de un disco duro, no de un SSD; por lo tanto, su rapidez está limitada físicamente por los platos y el mecanismo interno, por el mero hecho de ser un disco duro externo portátil.
En concreto, el My Passport usa una velocidad de rotación de 5.400 rpm, por lo que nunca nos sorprenderá con su rendimiento frente a un disco duro interno de sobremesa, que suelen alcanzar las 7.200 rpm; pero para un modelo portátil es necesario quedarse en ese rango para evitar problemas al mover el dispositivo.
Western Digital cifra la tasa de lectura en los 125 MB/s, mientras que la tasa de escritura se queda en los 115 MB/s; no está nada mal, pero como siempre ocurre cuando damos ese tipo de cifras, hay que tener en cuenta que son sólo una referencia y que es perfectamente normal que en uso real difieran bastante. En mi caso, he visto toda una variedad de velocidades, desde 90 Mb/s hasta 15 MB/s, todo dependiendo de varios factores como el tamaño de los archivos y su procedencia (es más rápido copiar un archivo de 1 GB que 20 archivos de 50 MB, por ejemplo). Éste es un rendimiento más que aceptable para un disco duro externo, y especialmente uno tan portátil, pequeño y pensado para el uso continuo en cualquier parte.
La importancia del software
Cuando sacas el My Passport de la caja, está listo para ser usado en cualquier equipo con Windows o Linux (para usarlo en Mac tendrás que instalar un driver NTFS o formatear el disco). Lo interesante es que cuando lo conectes a tu ordenador, te encontrarás dos archivos ejecutables, uno para Mac y otro para Windows.
Esa es la suite Discovery de Western Digital, la llave para acceder a funciones adicionales para tu disco duro; aunque su instalación no es obligatoria ni mucho menos.
Una vez instalado, este programa nos permitirá cifrar el contenido del disco duro con encriptación AES de 256 bits; podremos poner una contraseña y que sea necesario introducirla para acceder a los archivos. Esto es especialmente útil si llevamos el disco duro con nosotros y corremos el riesgo de perderlo o que nos lo roben para acceder a información confidencial o privada.
También tenemos acceso a herramientas de copia de seguridad, para guardar en otro disco duro el contenido del My Passport. Incluso podemos compartir los archivos con otras personas usando la integración con servicios como Dropbox o Google Drive, además de compartirlos en redes sociales como Facebook.
Pasos hacia la perfección
La oportunidad de probar los nuevos Western Digital My Passport, y especialmente de compararlos con la generación anterior, me ha permitido darme cuenta de que sí, sigue siendo posible mejorar un producto que parecía que había llegado a su fin.
Los discos duros siguen siendo muy importantes para almacenar nuestros archivos de manera segura, y el My Passport sigue siendo una de las mejores alternativas. Especialmente teniendo en cuenta el precio: la versión de 1 TB tiene un PVP de 66,99 €, mientras que la versión de 5 TB probada cuesta 137,99 €. Eso es mucho menos que un SSD portátil de un tamaño similar, y es por eso que hoy en día sigue mereciendo la pena un disco duro externo.
Claro, que esta prueba también me ha servido para ver que aún queda algo de margen de mejora. Para la próxima generación espero ver el salto a USB-C y con él, la compatibilidad con dispositivos móviles como smartphones o tablets. También sería de agradecer un diseño más resistente, aunque Western Digital ofrece una garantía de tres años con este dispositivo.
En definitiva, el My Passport me ha recordado una vez más que los prejuicios en el campo de la tecnología se pagan, y que la próxima vez, responda antes a los correos.