Las grandes empresas tecnológicas se han visto obligadas a abrazar el teletrabajo en respuesta a la propagación del coronavirus. Después de Apple ahora le toca el turno a Google, que ha pedido a todos sus empleados con sede en América del Norte que trabajen, hasta al menos el día 10 de abril, desde casa.
Así lo ha confirmado la empresa a Business Insider, después de haber avisado a sus empleados en San Francisco, Seattle y Dublín acerca de la medida. La medida afectará a todos los trabajadores de Google afincados en Estados Unidos, por la parte norte.
Las oficinas de Google no se cerrarán; permanecerán abiertas para los trabajadores que obligatoriamente tienen que trabajar presencialmente. Sundar Pichai, el CEO de Google y Alphabet, ha instado a estas personas a contribuir a un distanciamiento social hasta que el asunto del coronavirus se relaje.
Google se suma al teletrabajo
De nuevo, Google no es la única ni mucho menos en hacer prevalecer el teletrabajo como alternativa a la propagación del coronavirus. Apple también instó a los empleados de sus oficinas a nivel internacional a trabajar de forma remota, siempre y cuando esto fuera posible, del 9 al 13 de marzo. Se le unieron Facebook, Microsoft y una plétora de firmas tecnológicas.
Las zonas afectadas son la Bahía de San Francisco y Seattle, cuyas sedes están siendo vaciadas de trabajadores al ser estados infectados por el coronavirus. Google otorgará a todo su personal bajas por enfermedad pagadas en caso de que sean infectados, a través de un nuevo fondo anunciado hoy.
"Este fondo significará que los miembros de nuestra fuerza laboral extendida serán compensados por sus horas de trabajo normales" si tienen síntomas de COVID-19 o están en cuarentena, tal y como explica la misma Google en su blog. Ya el viernes pasado, Google confirmó que pagaría a sus trabajadores de forma regular si tuvieran que faltar al trabajo si son afectados por el coronavirus.
Es de esperar, además, que todos estos movimientos fomenten la cultura del teletrabajo y que pongan sobre la mesa sus beneficios frente a los trabajos presenciales, máxime en una era en la que la comunicación a distancia se ha vuelto tan normal y propia de nuestro día a día.