El 2020 ha sido el año en el que las empresas han abrazado el teletrabajo en España, aunque sean obligadas por las circunstancias; y para ello han dependido más que nunca de servicios y aplicaciones de videollamadas.
Zoom ha sido la que mejor ha aprovechado la situación. Originalmente una app dirigida a un nicho muy concreto, su popularidad ha explotado gracias a la posibilidad de hacer grandes videollamadas en grupo.
Pero Zoom sabe que no puede quedarse quieta; sus rivales se han puesto las pilas, como Google Meet o Microsoft Teams. Por eso, ha recibido mejoras en los últimos meses, y está lista para evolucionar aún más.
El futuro de Zoom
Eric Yuan, CEO de Zoom, ha adelantado cómo será esa evolución en una conferencia tecnológica; cambios necesarios porque cree que el teletrabajo ha llegado para quedarse, y que muchos trabajadores no volverán a la oficina cuando termine la pandemia.
Yuan cree que los puestos de trabajo serán 'híbridos', y que la mayoría del personal de oficina sólo irá a su puesto de trabajo un par de veces a la semana.
Es por eso que cree que las videollamadas de grupo seguirán siendo muy importantes, porque han demostrado que funcionan en esta situación; no tiene miedo al efecto que puede tener en su compañía el lanzamiento de una vacuna.
De hecho, puede ser hasta beneficioso, porque Yuan ha confesado que también ha sufrido de la llamada 'fatiga de Zoom' después de hacer 19 videollamadas en grupo a lo largo de un día.
Olores en Zoom
Zoom está pensando en maneras de eliminar esa fatiga de estar constantemente en el ordenador haciendo videollamadas en grupo, y de recuperar la experiencia de la oficina tradicional en nuestro hogar.
Para ello, Yuan plantea que, en el futuro, Zoom será capaz de excitar nuestros sentidos de diferentes maneras, para traer la oficina a casa. Por ejemplo, nuestro sistema sería capaz de reproducir olores concretos, como el del café recién hecho de la oficina.
También sería posible sentir cómo estamos dándonos la mano con los participantes de la reunión virtual, para ganar algo del contacto humano que hemos perdido con la pandemia.
Estas tecnologías ya están en desarrollo. La tecnología háptica permite sentir la presión de manera muy precisa, como ha demostrado el mando de Playstation 5. En cuanto a los olores, ya existen dispositivos capaces de reproducirlos, como unas gafas de realidad aumentada con olores reales. Sin embargo, este tipo de desarrollos no suelen tener mucho éxito. Puede que eso cambie en los próximos años.