Este teclado ha hecho que mi espalda sufra menos frente al ordenador
El Logitech Ergo K860 es un teclado pocas veces visto y que no deja indiferente. Cuenta con un diseño curvado pensado para que la postura del cuerpo sea la mejor posible.
3 marzo, 2021 00:26Noticias relacionadas
El auge del teletrabajo ha provocado que sean muchos en España quienes han tenido que adecuar espacios en casa para montar una oficina. Para tener una buena postura y poder pasar horas frente a la pantalla es necesario tener un buen escritorio o una buena silla así como una buena colocación. Lo que nunca imaginé que iba a ser tan importante para no perder la postura era el teclado.
Logitech lanza en España el Ergo K860 (125 €). Un teclado extraño con un diseño nada habitual. Cuenta con la disposición de las teclas divididas para cada mano, pero lo sorprendente aquí es la curvatura que encontramos con la de que las muñecas reposen de una forma más cómoda y podamos escribir sin forzar la postura.
Lo cierto es que el teclado no pasa desapercibido pero, más allá de su llamativo y extravagante diseño, ¿merece realmente la pena? ¿o es sólo un reclamo que hace un llamamiento al bienestar corporal pero luego no es cómodo de usar? En OMICRONO lo hemos estado probando durante la última semana y os contamos nuestras sensaciones.
Dónde pongo las manos
Lo primero que piensas cuando desembalas el Ergo es "y yo aquí, ¿dónde pongo las manos?", sin embargo, para mi sorpresa la colocación de éstas fue de una forma natural. El teclado venía a llenar el espacio que quedaba justo debajo de mis manos cuando me sentaba en el escritorio. No tenía que mover la posición de las muñecas para buscar las teclas. La sensación que tienes es justo la contraria: el teclado emerge para encontrar los dedos.
De esta forma, Logitech ya estaba respondiendo a una de las preguntas que me hacía sobre el Ergo: ¿por qué esa curvatura que levanta al teclado? Estamos acostumbrados a que la gran mayoría de teclados sean planos. Desde el comodísimo Logitech MX Keys -mi teclado habitual-, hasta el G915, todos comparten una superficie a la misma altura y lo que les diferencia está el tamaño, el tipo de teclas o el recorrido de éstas.
Lo primero que sentí cuando comencé a usar el Ergo como teclado principal fue lo mal que me sentaba frente al ordenador. En el momento que pasé a reposar las muñecas y empiezas a escribir, sientes que estás mejor colocado. Que tu postura corporal completa, es mejor. No sólo por cómo caen las manos, sino porque te obliga a mantener la postura correcta en la silla. Como te sientes realmente cómodo es sentándote bien. Los antebrazos están menos forzados y los hombros más relajados, lo que repercute al final en el trapecio, cuello y espalda.
Con respecto a su construcción, encontramos con dos espacios claramente diferenciados en el teclado. Por un lado la parte de las teclas, con buen recorrido, cómodas pero que no hace falta presionarlas en exceso para tener una buena respuesta. Y por otro lado un resposamuñecas realmente cómodo. Y lo que termina por hacerle un teclado grande (233x456x48 mm de alto, ancho y profundo; y 1,16 kg de peso)
Éste cuenta con una fabricación en tres materiales. Una de capa de espuma viscoelásticas de 4 mm, otra de espuma de alta densidad de 2 mm y una última -que es con la que tendremos contacto- de un tejido resistente a las manchas y fácil de limpiar. Las muñecas descansan bien y la sensación es de comodidad sin llegar a hundirnos ni dar calor.
Precisamente uno de los puntos fundamentales de este teclado es cómo reposan las muñecas. Está diseñado para cuando estamos sentados frente al ordenador pero ¿y si trabajamos de pie? algo que se está implantando cada vez más en la rutina de trabajo de los españoles. Pues Logitech también ha pensado en eso.
A diferencia del resto de teclados, la elevación no la encontraremos en la parte superior, sino en la trasera. Es decir, las muñecas no las tendremos que orientar hacia arriba, sino que siempre apuntarán hacia abajo, cayendo así las manos sobre el Ergo. En concreto, tenemos tres posiciones ajustables de las patas: 0º, -4º y -7º grados.
Memoria muscular
El principal problema que podemos encontrar a la hora de comenzar a usar el teclado es la memoria muscular. Si estamos muy acostumbrados a teclear sin mirar, ahora tendremos que hacer un pequeño proceso de reajuste para volver a teclear con la misma destreza que teníamos entonces.
Es un proceso que conlleva un espacio de tiempo muy reducido y, en apenas unas horas se tiene domada la posición abierta de las teclas. Para mi los puntos conflictivos residían los primeros días en las teclas 't', 'b' e 'y' que descubrí que las pulsaba de forma instintiva con la mano más alejada. Con el paso de los días esta memoria muscular se ha readaptado y me he hecho por completo a la nueva disposición de las teclas.
Lo cierto es que tener el teclado dividido es especialmente útil para aquellos usuarios que usan el ordenador para escribir mucho. Para quienes escriben una buena cantidad de texto -o código- al día. Es quienes creo que le van a sacar el verdadero partido.
Conectividad
Como es habitual en los teclados de Logitech, el Ergo K860 no es una excepción en cuanto a conectividad y funciones inteligentes se refiere. Es compatible tanto con Mac como con Windows y tendremos la posibilidad de conectarlo a través de bluetooth (5.0) o bien del receptor USB (A).
También disponemos de la posibilidad de vincularlo con Flow, el software propio que permite controlar y pasar archivos entre varios ordenadores que tengamos vinculados con el mismo teclado y ratón, incluso si son Windows y Mac. Asimismo contaremos con la posibilidad de vincularlos hasta a tres dispositivos diferentes y personalizar las teclas de función a nuestro gusto.
Con respecto a la autonomía Logitech promete una duración de dos años de las pilas que incluye. De este modo, a diferencia del MX Keys, no será necesario conectarlo de vez en cuando para cargar su batería. Eso sí, echaremos de menos tener un teclado retroiluminado con respecto al otro teclado premium de la firma.
¿Me lo compro?
El Ergo K860 no es un teclado para todos. Primero por su precio, los 125 euros por los que sale al mercado suponen una barrera de entrada importante, ya que cabe se empareja con el MX Keys. Puede llegar a ser mucho para alguien que quiere probar un teclado diferente cuyo principal reclamo es la salud. Hay que atreverse a dar el salto y probar qué es lo que le hace tan especial.
Y segundo por su versatilidad. Es un teclado perfecto para pasar horas con él tecleando, y escribiendo, sin embargo, hace aguas en otras labores en la que tenemos la memoria muscular más entrenada como en los atajos para programas de edición o para jugar.
Sin embargo, creo que es la solución perfecta para los que pasamos horas frente a la pantalla. Durante esta semana que lo he estado probando me he notado más cómodo frente al ordenador y más descansado. Ciertamente su fórmula funciona. Empieza por una mejor postura de las muñecas, pero te acaba obligando a sentarte bien por completo.
Si el uso que le vas a dar a tu teclado, en su mayoría, es escribir en él, lo cierto es que merece la pena que lo pruebes. La curva de aprendizaje es pequeña y antes de que te des cuenta escribes volando, tanto, que piensas que por qué no todos los teclados son así.
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