Las Surface de Microsoft siempre han sido especiales dentro del mercado de España. Desde el mismo momento en el que los de Redmond decidieron meterse en él, por aquel entonces, creciente sector de las tablets, fue evidente que pocos podían estar a la altura.
Pero ese precisamente era el problema. Las Surface nacieron como el "dispositivo Windows de referencia", pero pocos podían basarse en ellas sin parecer copias sin alma. Hasta la propia Microsoft reconoció de manera implícita que el formato no era para todo el mundo con el Surface Laptop, que recientemente recibió su versión más accesible con el Surface Laptop Go.
Ahora, la Surface por fin puede encontrar su verdadero propósito, el teletrabajo y la enseñanza a distancia; dos tendencias que no son precisamente nuevas, pero que han cobrado especial importancia en el último año por la pandemia mundial.
Y justo para estos usos, ahora Microsoft nos presenta la Surface Pro 7+, un modelo dirigido a empresas y centros educativos que nos ofrece acceso a la mejor experiencia Windows en un formato pequeño, con un precio que empieza en los 1.029 euros.
Así es la Surface Pro 7+
Pantalla | PixelSense de 12,3 pulgadas, resolución 2736 x 1824 píxeles, multitáctil de 10 puntos. |
Procesador | Intel Core i3-1115G4 (Wi-Fi) Intel Core i5-1135G7 ((Wi-Fi o 4G LTE) Intel Core i7-1165G7 (Wi-Fi) |
Gráficos | Integrados Intel UHD o Intel Iris Xe |
Memoria | 8, 16 GB LPDDR4x (Wi-Fi o 4G LTE) 32 GB LPDDR4x (Wi-Fi) |
Almacenamiento | SSD extraíble de 128, 256 GB (Wi-Fi o 4F LTE), 512 GB o 1 TB (Wi-Fi) |
Batería | Hasta 15 horas (Wi-Fi) Hasta 13,5 horas (4G LTE) |
Seguridad | Chip TMP 2.0 para seguridad empresarial, reconocimiento facial con Windows Hello |
Cámaras | Frontal - 5.0 Mpx con vídeo Full HD 1080p Trasera - 8.0 Mpx con autofoco y vídeo Full HD 1080p. |
Conexiones | 1 USB-C 1 USB-A 1 jack audio de 3,5 mm 1 Surface Connect 1 puerto de funda con teclado Lector de tarjetas MicroSDXC (Wi-Fi) 1 nanoSIM (4G LTE) |
Conexiones inalámbricas | Wi-Fi 6 802.11ax Bluetooth 5.0 4G LTE Advanced |
Dimensiones | 292 mm x 201 mm x 8,5 mm |
Peso |
i3, i5 con Wi-Fi - 770 gramos |
Software |
Windows 10 Pro |
El nombre de la Surface Pro 7+ lo dice todo: estamos ante una renovación y mejora de la Surface Pro 7 lanzada ya hace más de un año; y que a su vez, era una evolución de los modelos anteriores. En otras palabras, si has visto o usado una Surface, este modelo no te sorprenderá lo más mínimo, tanto en lo bueno, como en lo malo.
Podemos contar las novedades con los dedos de una mano, pero al menos, estas son importantes; o al menos, deberían serlo sobre el papel.
Salto a los nuevos Intel
La principal diferencia de este modelo respecto a los anteriores es la apuesta por los nuevos Intel Core de 11ª generación para portátiles; en concreto, es posible montar hasta un Intel Core i7-1165G7 si queremos la mayor potencia disponible. Eso, junto con los hasta 32 GB de memoria RAM DDR4 y la nueva gráfica integrada de Intel, supone que esta es la Surface más potente hasta ahora.
Un logro importante, sin duda, aunque no sorprendente. El sector portátil ha mejorado demasiado en los últimos doce meses como para que ofrecer un procesador de dos núcleos y cuatro hilos en el modelo más barato siga siendo sorprendente. Si realmente buscas mejoras en la productividad y en la multitarea, será mejor que optes por un Core i7 con cuatro núcleos y ocho hilos, que será lo máximo que podrás elegir.
Ese es precisamente el modelo que hemos podido probar, y las conclusiones son favorables. Intel ha respondido a la amenaza que supone AMD, y si bien es debatible si es una respuesta suficiente, al menos podemos decir que no echaremos mucho en falta con uno de estos procesadores.
Las pruebas sintéticas han confirmado nuestras sospechas, con buenas puntuaciones en general; como por ejemplo, superando los 4.100 puntos en PC Mark 10. Para UserBenchMark, este es un buen dispositivo de escritorio, aunque falle en otros aspectos.
Con Cinebench, obtenemos una puntuación decente con un sólo núcleo de 472 puntos, pero en multinúcleo se queda en sólo 2.011 puntos, afectado por la cantidad de núcleos y la frecuencia máxima que pueden obtener en un formato portátil como este.
Uno de los aspectos más importantes de los nuevos Intel es la llegada de una nueva gráfica integrada, la Intel Iris Xe. Hay que aclarar que eso no convierte al Surface Pro 7+ en una máquina de juegos, ni mucho menos, con una puntuación en Time Spy con 3DMark de apenas 1770 puntos; pero al menos, hemos podido jugar a títulos como Fortnite de manera razonable, más de lo que podíamos decir hasta no hace mucho en un formato como este. Ni que decir que esta no es una máquina de juegos, y la gráfica Iris Xe será más útil para el renderizado de gráficos en aplicaciones profesionales.
Genial en teletrabajo
Microsoft presenta la Surface Pro 7+ como un modelo dirigido a empresas y al sector educativo, de manera acertada en nuestro punto de vista.
Está a la altura en el trabajo de oficina, y hemos podido realizar este artículo completamente en este dispositivo sin problema alguno. Aplicaciones como Word, Microsoft Teams, Outlook, junto con el navegador web con muchas pestañas abiertas. Da igual lo que le echemos, este dispositivo ha cumplido con las expectativas.
Un aspecto en el que la Surface es muy superior a un portátil comparable, por ejemplo, está en la webcam. Al ser capaz de grabar vídeo a resolución 1080p, y contar con un sensor de 5 Mpx, esta webcam es inmensamente superior a la mayoría de portátiles que hemos podido probar. Es ideal para hacer videollamadas, y si son de grupo, la diferencia de calidad respecto al resto de participantes será evidente.
La cámara también sirve como la principal medida de seguridad de este portátil, el reconocimiento facial con Windows Hello. Es sorprendentemente rápido, casi tanto como un iPhone, en reconocer nuestro rostro y desbloquear el dispositivo; así nos olvidamos de contraseñas y podemos empezar a usar el dispositivo mucho antes.
No debería escaparnos que una de las piezas más importantes para el teletrabajo no está incluida con el Surface Pro 7+. Al igual que todas las Surface, esta tampoco viene con teclado, así que tendremos que comprarlo aparte. Por 149,99 euros, la funda con teclado para Surface Pro sigue siendo la opción que deberíamos tener en cuenta por defecto; escribir largos artículos con este teclado es una buena experiencia gracias al recorrido que tienen las teclas, aunque como siempre, está limitado por el espacio.
Si no nos importa el tamaño, puede ser más recomendable optar por un teclado inalámbrico y mecánico, como el Logitech G 915. Eso supone un sobrecoste respecto a la competencia, sin importar el modelo que escojas, pero Microsoft sigue negándose a incluir un teclado en el paquete, incluso en modelos dirigidos a trabajadores como este.
Diseño perenne
Por supuesto, estas mejoras son más llamativas si tenemos en cuenta que la Surface no ha cambiado casi nada respecto a su antecesora. Por lo tanto, sigue siendo igual de fina y ligera que siempre, y pese a eso, no hemos notado problemas de refrigeración con la potencia añadida. Este siempre fue un buen diseño, y que haya aguantado tanto es algo de lo que los ingenieros de Microsoft deben sentirse orgullosos.
Pero hasta los mejores diseños sufren con el paso del tiempo. Las líneas que nos enamoraron en su día han perdido el lustre, y las ventajas que veíamos entonces han perdido sentido. En ningún sitio es más evidente como en la pantalla, o más concretamente, en sus bordes; hacía mucho que no veíamos unos tan gruesos en este rango de precios. Más que en la calidad de imagen, donde más han mejorado las pantallas en los últimos años es en la reducción de biseles y la proporción cuerpo/pantalla, y eso se nota en la Surface Pro 7+.
Es una pena, porque el panel sigue siendo tan bueno como siempre. La elevada resolución trae consigo una elevada densidad de píxeles para el tamaño de apenas 12,3 pulgadas, lo que se traduce en texto absurdamente nítido. A eso se le suma que Microsoft fue de las primeras en apostar por la relación de aspecto 3:2, que añade altura para que sea más fácil usar y leer documentos o páginas web. Si conseguimos olvidarnos de los bordes, nuestra vista tendrá pocas quejas.
También vuelve todo lo que hace especial a una Surface, como el conector magnético para la carga. Que Microsoft aún no apueste por USB-C y Thunderbolt como todo el mundo la deja en solitario en el mercado, y eso no es bueno si no queremos llevar otro cargador encima; pero la facilidad de uso y la seguridad contra los ‘tirones’ de cables puede compensarlo.
Novedades, haylas
La única sorpresa que encontramos en la Surface Pro 7+ no es evidente a simple vista; de hecho, está oculta tras el soporte trasero: una apertura para que permite cambiar el SSD sin abrir todo el dispositivo. Esta es la primera Surface que permite cambiar el almacenamiento interno, algo que suelen agradecer los usuarios profesionales o entusiastas que quieran dar una segunda vida a su dispositivo.
Pero hasta esta novedad viene con letra pequeña. Microsoft ha confirmado que no ha puesto ese acceso para el usuario final, sino para que sea más fácil para su servicio técnico por si la unidad falla o la empresa la quiere cambiar. Además, Microsoft advierte que no sólo no deberíamos usar un SSD de otra marca, sino incluso que la unidad de repuesto debe ser de la misma capacidad que la original; es decir, que si compras el modelo de 128 GB, tendrás que conformarte con eso para siempre.
En cambio, la compatibilidad con 4G LTE Advanced probablemente será mucho más útil; aunque es algo molesto que sólo esté disponible con el Core i5 y con 128 o 256 GB de almacenamiento, y no podamos obtenerlo con el Core i7 y el terabyte de almacenamiento.
Canto del cisne
Da la sensación de que para hablar de la 'nueva' Surface Pro 7+ siempre debemos poner las comillas en 'nueva'. Nadie que haya usado antes una Surface se quedará sorprendido con este modelo; no sólo la lista de novedades es corta, sino que cada una de ellas no impacta demasiado al uso diario.
Viendo esto, es fácil ver por qué Microsoft dirige este dispositivo principalmente a empresas y al sector de la educación; podría haberlo lanzado al público general, pero este habría tenido pocos motivos para actualizar su Surface Pro 7, o incluso su Surface Pro 6. Al asociar esta Surface Pro 7+ con los profesionales, Microsoft tiene la oportunidad de ofrecer un valor añadido con su software, con herramientas como Windows Virtual Desktop o Microsoft Endpoint Manager, que son especialmente útiles en entornos empresariales.
Pero esto también nos hace preguntarnos si no estamos ante la última Surface de su tipo. Aunque Microsoft no nos ha dicho nada al respecto, los rumores sobre una posible revolución en las Surface ya han empezado. Si esta resulta ser la última Surface con este diseño, podemos decir que es digna de ello.
La Microsoft Surface Pro 7+ no está disponible para el usuario medio, y sólo se puede obtener a través de un distribuidor autorizado, con un precio de partida de 1.029 euros.
También le puede interesar...
- Probamos la Surface Pro X: nadie dijo que ser pionero fuese fácil
- Probamos la Surface Pro 7: poca evolución de Microsoft buscando batir al iPad Pro