Durante toda la historia de los ordenadores portátiles, hemos tenido que sacrificar potencia por ligereza, calidad de imagen por tamaño. Eso siempre ha sido así, simplemente porque no había otra manera; la tecnología no estaba al nivel necesario como para cumplir todas nuestras expectativas.
Eso está cambiando. La llegada de nuevos procesadores y hardware más eficiente permite hacer cosas que hasta ahora, eran imposibles con una batería; un buen ejemplo son los nuevos Ryzen 5000 para portátiles.
Por otra parte, las pantallas OLED por fin se están expandiendo en el sector de la informática; aunque ya estamos acostumbrados a verlas en televisores y smartphones, siendo de las más buscadas por quienes buscan la mejor calidad de imagen, es rara encontrarlas en monitores y portátiles.
Ese cúmulo de circunstancias ha dado lugar al nuevo Asus ZenBook 13 OLED, el portátil con pantalla OLED más ligero del mundo por un precio de 999 euros.
Asus ZenBook 13 OLED
Modelo | Asus ZenBook 13 OLED UM325UA |
Pantalla | 13,3 pulgadas, OLED, resolución 1920 x 1080 píxeles, 16:9, 400 nits, DCI-P3: 100%, Validado por Pantone |
Procesador | AMD Rzyen 7 5800U a 1,9 GHz (hasta 4,4 GHz), de 8 núcleos y 16 hilos. |
Gráfica | Integrada Radeon de hasta 2,0 GHz, 8 núcleos gráficos. |
Memoria RAM | LPDDR4X de 16 GB no ampliable. |
Almacenamiento | SSD M.2 NVMe PCIe 3.0 de 512 GB |
Conectividad inalámbrica | WiFi 6 802.11ax, Bluetooth 5.0 |
Conexiones | 1 x USB 3.2 1ª generación Type-A 2 x USB 3.2 2ª generación Type-C compatible con carga 1 x HDMI 2.0b 1 x lector tarjetas microSD |
Webcam | HD con infrarrojos compatible con Windows Hello |
Teclado | De membrana retroiluminado, recorrido de 1,4 mm. |
Sonido | By Harman / Kardon, altavoces duales, matriz de micrófonos compatibles con Alexa y Cortana |
Batería | De 67 Whr, cargador de 65 W USB-C incluido. |
Dimensiones | 30,40 x 20,30 x 1,39 cm |
Peso | 1,14 kg |
Color | Gris Pino |
Precio | A partir de 999 euros |
El Asus ZenBook 13 OLED se presenta como una alternativa que no requiere hacer ninguno de los sacrificios habituales. A lo largo de los años he tenido muchos “Ultrabooks” y muchos “portátiles ligeros” en las manos, pero antes de dejarme llevar por su peso pluma, siempre he intentado recordarme a mí mismo sus muchos inconvenientes, desde la baja potencia al uso de componentes de segunda.
En cambio, antes de coger el ZenBook 13 OLED no sabía qué esperar; sobre el papel, con un nuevo Ryzen 7 y una pantalla OLED, este portátil debería ser mucho más grande y pesado.
Y sin embargo, en cuanto lo cogí no pude sino sonreír. No es que este sea un portátil ligero para tener una pantalla OLED; es que es un portátil ligero, punto. Nada de “para ser XXX está bien” o “teniendo en cuenta XXX está bien”. No. Este es un portátil que casi da miedo coger de lo liviano y pequeño que es. De hecho, lo puedes coger con una mano y usarlo con la otra perfectamente, algo que no se puede decir de la mayoría de portátiles del mercado.
Sobrio y correcto
Curiosamente, el ZenBook 13 llega a pasar desapercibido, no sólo por lo pequeño que es, sino porque Asus ha optado por un diseño muy comedido, sin destacar especialmente comparado con otros portátiles del sector.
El diseño metálico realmente no sorprende, y menos en el color gris en el que ha llegado; también está disponible en un blanco que, sospecho, será más llamativo. Tampoco se puede decir que los acabados sean de la mejor calidad, especialmente viendo lo que otras marcas, e incluso la propia Asus, ha lanzado en los últimos meses. Por ejemplo, comparado con el Asus ROG Flow X13, con el mismo tamaño de pantalla, se echan en falta materiales o diseños únicos. No es que sea malo, es que no hay nada especial.
Pero eso también implica que no hay nada realmente problemático en este diseño. Incluso hay detalles que me gustan, como el nombre de la gama cerca de las bisagras, o la manera en la que la pantalla hace de palanca cuando la abrimos para mejorar el ángulo del teclado. Pero no es nada que no hayamos visto ya, tanto en portátiles de Asus como de otras marcas.
Al menos, Asus no ha seguido la moda a ciegas, y el grosor mínimo no le ha impedido meter otras conexiones aparte de USB-C; junto con estas en el lado izquierdo tenemos un puerto HDMI, y en el lado derecho tenemos un puerto USB-A convencional, además de un lector de tarjetas. Son cosas que se suelen echar en falta en portátiles finos como este, y Asus demuestra que es posible seguir soportando otros puertos.
Curiosamente, lo único que falta es una salida de audio, pero al menos, Asus incluye un adaptador gratis en la caja por si lo necesitamos, además de otro con conexión Ethernet; de nuevo, se agradecen mucho esos detalles para quien acaba de comprar un portátil y se encuentra algo perdido con lo que necesita aparte.
Pantalla gloriosa
Pero es una vez que abrimos el portátil que nos damos cuenta de una de las dos razones por las que querríamos este portátil: la pantalla OLED. Da igual lo mucho que hayas leído sobre las diferencias entre tecnologías, da igual que creas que un panel IPS es más que suficiente; hasta que no ves una OLED en persona, no te haces una verdadera idea de lo que supone dar el salto.
Todo lo que te puedas imaginar es real. Los negros son absolutos, penetrantes y reales; sólo eso ya cambiaría enormemente la manera en la que disfrutamos de cualquier tipo de contenido, desde simples vídeos de YouTube a películas en alta definición a videojuegos.
Pero, además, esta pantalla presume de cubrir el 100% de la gama de color DCI-P3, mucho más de lo que estamos acostumbrados en cualquier panel; eso se traduce en colores vibrantes, y una precisión de color de niveles absurdos. El panel está validado por Pantone, y se nota; nuestras fotografías se ven como en ningún otro sitio.
Viendo los datos técnicos, puede que te haya sorprendido ver la resolución de 1920 x 1080 píxeles, y que hayas pensado que es demasiado baja para los estándares actuales; pero nada más lejos de la realidad: es la resolución idónea para este tamaño de pantalla de 13,3 pulgadas. El texto, en concreto, es muy nítido y es más fácil de leer que en muchas pantallas más grandes y de mayor resolución.
De hecho, si no fuera por lo grande que aparece el menú inicio de Windows cuando lo abres, podrías pensar que es de resolución 2K como mínimo. Por lo tanto, ningún problema para trabajar o leer, y el brillo de 400 nits es más que suficiente en situaciones de alta luminosidad.
El gran aspecto negativo de esta pantalla lo tenemos en los bordes. A lo mejor estamos malacostumbrados a pantallas con bordes reducidos, pero tampoco podemos decir que estos sean gruesos. Además, gracias a eso en la parte superior contamos con una webcam (el sitio correcto) que es compatible con Windows Hello para identificación facial; es rápido, siempre y cuando miremos al portátil de frente.
Potencia sorprendente
El otro aspecto por el que el ZenBook 13 OLED destaca es por su procesador; aunque también está disponible con procesador Intel, el que hemos probado viene con un Ryzen 7 5800U de AMD, y no podríamos estar más contentos con la elección.
Con un TDP de 15 W, este es un modelo que no se puede comparar con los Ryzen para portátiles más potentes; al fin y al cabo, su frecuencia base es de 1,8 GHz. Pese a esa limitación, consigue destacar en rendimiento, especialmente en multitarea, el arma secreta de AMD, gracias a sus 8 núcleos y 16 hilos.
Las pruebas no mienten: este es un buen procesador tanto para trabajar como para creación de contenido. En Cinebench R20, la puntuación de multinúcleo ha sido de 3328 puntos, mientras que en la de un núcleo ha sido de 562 puntos; eso significa que este procesador destaca en multitarea, como ya esperábamos siendo un AMD. Aunque los Intel han mejorado, aún no están a la altura. Además, la puntuación de un solo núcleo me ha sorprendido, teniendo en cuenta las limitaciones energéticas. Los buenos resultados continúan, con PCMark 10 obteniendo 5793 puntos, y GeekBench 5, 1431 en un núcleo y 6577 puntos en multinúcleo.
Todas esas puntuaciones se traducen en un portátil rápido y que no nos dejará tirados en ninguna situación. En tareas de teletrabajo se ha comportado especialmente bien, y no ha sido un problema escribir artículos, editar fotografías y mantener muchas pestañas abiertas, todo al mismo tiempo.
Por el contrario, la Radeon está a un nivel superior de lo que solemos encontrarnos en gráficas integradas, pero le resulta más difícil superar sus limitaciones. La prueba con 3DMark la hice por hacerla, ya que sabía que no iba a obtener una buena puntuación; aún así, los 1127 puntos obtenidos suponen que este modelo podrá enfrentarse a juegos como Fortnite sin muchos problemas.
Dura toda la jornada
Pero lo más impactante de todo es que esta potencia se consigue con un consumo tan reducido que resulta ridículo. Asus promete hasta 16 horas de autonomía, aunque, como es habitual en estos casos, la cifra depende en buena parte del uso que le demos; en nuestras pruebas, ha superado las 11 horas y media con facilidad con un uso mixto, incluyendo teletrabajo y multimedia.
Eso es mucho más de lo que hemos conseguido en pruebas idénticas con otros portátiles, y la clave está en el Ryzen 7 5800U y su TDP de 15 W; es el bajo consumo de este procesador la verdadera diferencia respecto a otros portátiles, pero este además tiene la ventaja de la pantalla OLED.
Es realmente sorprendente lo mucho que ha mejorado el sector, y AMD en particular, con el consumo energético; ya tenemos portátiles muy pequeños y fácilmente transportables, que nos duran una jornada de trabajo y de sobra, pero sin sacrificar potencia y con especial atención a la multitarea. Es algo que, hasta no hace mucho, parecía imposible.
El limitado espacio disponible se ha aprovechado muy bien, con una refrigeración a la altura; en ningún momento de nuestras pruebas el procesador subió de los 80 ºC, tanto por el sistema de refrigeración como por los algoritmos de AMD encargados de gestionar el uso de los núcleos.
El calor no se traspasa al teclado y podemos seguir usándolo sin problemas, pero aquí es donde echamos en falta algo más en cuestión de calidad; el teclado no da malas sensaciones, y las teclas son relativamente grandes, aunque tal vez hay demasiado espacio entre ellas.
En cambio, el trackpad me ha dado una sensación poco agradable al pulsarlo, y el sonido tampoco es bueno; pero al menos, viene con una sorpresa oculta: un teclado numérico. Sólo con pulsar un botón táctil en la parte superior derecha, se encienden las luces LED bajo el trackpad, dejando un teclado numérico a la vista que nos ayudará enormemente a la hora de rellenar hojas de cálculo. Es un detalle genial y que sorprenderá a cualquiera que lo vea por primera vez.
El listón sube
Probando el ZenBook 13 OLED, me doy cuenta de lo mucho que hemos avanzado. De cómo en apenas unos años hemos conseguido portátiles que duran toda una jornada laboral, con una potencia similar a la de un ordenador de escritorio, y en un formato ligero y portátil. El Asus ZenBook 13 OLED es todo eso, una declaración de que todo lo que creíamos aceptable ya no lo es.
El listón ha subido. Los procesadores para portátiles ya no pueden ser simples versiones recortadas de los de escritorio, con el rendimiento justo. Las pantallas ya no tienen excusas para ofrecer malos ángulos de visión, colores pobres o bajo brillo, por aquello de que no son monitores de escritorio. Y ya no hay excusas para no poder usar tu ordenador de trabajo durante toda tu jornada.
El Asus ZenBook 13 OLED es un portátil excepcional, que destaca en todo lo que se propone: una pantalla OLED sorprendente y una relación rendimiento/consumo como pocas. Aunque en calidad de materiales y fabricación quede algo por detrás de los mejores, en lo que realmente importa no se nos ocurren muchos competidores por su precio.