El 10 de noviembre Apple cambió el rumbo de su división de ordenadores. Rompió oficialmente con Intel para presentar al mundo el M1, el primer chip diseñado para Mac. No hubo que esperar para tener al gran avance de la compañía en las tiendas de España pues se podía probar la nueva experiencia en tres equipos: el Mac mini, el MacBook Pro y el MacBook Air.
No parece casual que el M1 llegase a estos tres Macs en primer lugar. Las principales virtudes del nuevo chip son tamaño compacto y eficiencia energética, dos características que invita a integrarlo en los equipos más ligeros y pequeños del catálogo de portátiles y sobremesa.
El meter el M1 en MacBook Air es una autentica prueba de fuego para la compañía. Y es que no lo hace con un equipo de nicho o sólo para los entusiastas de la marca, sino que lo hace en el portátil superventas. El más barato y la puerta de entrada para millones de consumidores. Con él la experiencia es clave para entrar más -o no- en el ecosistema de la firma californiana.
Al igual que hice con el iPad Pro, durante un mes he dejado de usar mi MacBook Pro de 2017 para pasar a utilizar en exclusiva el MacBook Air con M1 de Apple, el portátil más barato del catálogo de Apple (desde 1.129 €). Con él no sólo he seguido con mis quehaceres diarios de teletrabajo y en oficina, con edición de fotos y vídeos, así como he aprovechado para exprimirlo al máximo incluso jugando.
Revolución silenciosa
La ruptura de Apple con el pasado no ha sido total y la revolución de momento se queda en el interior. Estéticamente, el nuevo MacBook Air es igual al anterior. Tenemos una pantalla Reinta de 13,3 pulgadas de 2.560x1.600 con tecnología True Tone y donde la ligereza (1,29 kg) y delgadez (1,61 cm) siguen siendo las señas de identidad del equipo.
Tampoco cambian las salidas, el teclado o el trackpad. Seguimos con dos puertos Thunderbolt/USB-C en un lateral y la toma de auriculares en el contrario. Teclado Magic Keyboard retroiluminado con mecanismo de tijera, flechas en disposición de T invertida o sensor Touch ID. Sin embargo, cuando se pone en marcha, comienzan las sorpresas.
Para empezar, no suena. Nada. Le podemos someter a cargas intensas de trabajo que el nuevo MacBook Air es capaz de rendir de forma excelente sin inmutarse y sin que lo notemos. Es imposible que suene porque no cuenta con ventilador. La eficiencia térmica del chip M1 hace que el Mac no se caliente gracias a un difusor de aluminio que disipa el calor generado por el sistema.
Esta ausencia de calor juega en favor del M1 en otro sentido: el rendimiento. El MacBook Air M1 es muy rápido, instantáneo en ocasiones. Acostumbrados a los chips de Intel se nota el salto y la evolución que Apple ha conseguido en este nuevo portátil. Realmente se siente como un antes y un después en la historia de los portátiles de la compañía.
Esta inmediatez y ligereza se nota en todos los aspectos. A veces es desde en cosas sutiles como el encendido de la pantalla al abrir el portátil o en transiciones, mientras también brilla en la respuesta inmediata al mover archivos pesados en iMovie o Lightroom así como exportar grandes proyectos. Lo cierto es que pese a la sutileza y silencio, el M1 hace del MacBook Air un equipo que combina la ultramovilidad con la potencia bruta.
El M1 no es sólo el primer chip de Apple para ordenadores, sino que es el primero que llega a los MacBook que permite reunir todas las tecnologías en un mismo chip (SoC). De este modo, Apple ha aprovechado para innovar en la arquitectura de la memoria. Todo el chip accede a los datos sin necesidad de copiarse de un componente a otro, lo que agiliza los procesos y da esa sensación de inmediatez. La fluidez es total.
Otro de los puntos fuertes del chip único de Apple es el rendimiento gráfico. La GPU del M1 puede ejecutar casi 25.000 hilos de forma simultánea, lo que se traduce en que en su equipo de entrada seremos capaces de mover texturas con una velocidad a la que no estábamos acostumbrados en su gama entrada.
El otro as en la manga que guarda el chip es el aprendizaje automático. También integra un Neural Engine de 16 núcleos con lo que todo el M1 aprende de lo que solemos hacer. De esta forma, el portátil nos conoce y se adapta a las aplicaciones que usamos para que rindan mejor y más rápido.
Autonomía para el día
Más allá del rendimiento y potencia, el MacBook Air destaca especialmente por la autonomía. Parece que la batería no se gasta. Aquí tenemos dos grandes responsables: el propio chip M1 y el sistema operativo macOS Big Sur.
El chip es capaz de, a 10 vatios (la potencia del diseño térmico del Air), ofrecer hasta el doble de rendimiento de CPU que los chips anteriores. La potencia por vatio se triplica, lo que hace que el consumo en procesos se reduzca considerablemente y la autonomía mejora considerablemente.
Por otro lado, Big Sur se ha desarrollado para aprovechar el potencial del chip hasta el extremo. El sistema operativo de Apple apoya esa eficiencia y fluidez. Aunque todavía encontramos algunos fallos puntuales por pulir, lo cierto es que la WWDC21 se antoja prometedora con este sistema como punto de partida.
El nuevo macOS en este portátil hace que las aplicaciones vayan fugazmente, tanto las desarrolladas ya para el nuevo chip como las que han sido aprovechadas gracias a Rosetta 2. Además, la integración con las apps de iPhone y iPad es un punto a favor del futuro de este equipo.
Esta eficiencia energética hace que el MacBook Air tenga el consumo de un mechero. Sorprende la capacidad para realizar procesos y estar a pleno rendimiento sin que prácticamente caiga el indicador de carga. Aunque sobre el papel Apple apunta a las 18 horas de autonomía, lo cierto es que hemos conseguido entre 14 y 16 horas de uso intensivo real.
Y es que es quizá la autonomía es el gran factor diferencial de este portátil. De un MacBook esperamos potencia, pero el tener una batería que aguante toda la jornada hace que la balanza se acabe decantando a favor del M1.
¿Me lo compro?
Apple ha conseguido llevando con este MacBook Air algo que parece imposible: que su portátil más barato sea más potente y rápido que otras configuraciones con mayor precio por no llevar el chip M1. Los 1.129 € de los que parte el MacBook Air (aunque se puede encontrar rondando los 1.000 €) hacen que este portátil no sólo sea una bestia, sino también una de las mejores opciones en relación calidad y precio.
Si estás buscando un ordenador ligero, fácil de llevar y con una gran potencia en su interior el MacBook Air con M1 es una de las mejores opciones que puedes encontrar en el mercado. Apple lo ha puesto todo en su equipo más vendido para que lo siga siendo.
Sin embargo, si renovar el portátil no nos corre prisa, quizá sea igual de interesante esperar a la evolución de la próxima generación del chip de Apple. No sólo se habrán pulido detalles para llevar el rendimiento y la eficiencia al extremo, sino que también podrían llegar rediseños más completos de los portátiles en un futuro.