La Xiaomi Mi Band es uno de los wearables más populares en España desde hace varias generaciones. La marca china ha sabido ir encadenando un éxito tras otro con un diseño conservador pero lo suficientemente cambiante como para animar a los usuarios a hacerse con el nuevo modelo.
Pero el mercado ha cambiado mucho desde que la marca comenzó a vender sus productos. Cada vez hay más marcas y más posibilidades lo que se traduce en una competencia feroz. La Xiaomi Mi Band 6 (44,90 euros) no lo tendrá fácil e irá directa a por la gama baja con unas especificaciones que año a año van ampliando y puliendo esos detalles que marcan la diferencia.
Entre las competidoras directas, podemos ver algunas como la Huawei Band 6 que llegó hace pocas semanas al mercado español y que apuesta por un formato menos alargado y más parecido a un reloj. Y un abanico amplísimo que se abre a partir de los 50 euros con representantes de Amazfit y de otras marcas especialistas.
Diseño continuista
La máxima dentro de cualquier industria es "si algo funciona, mejor no tocarlo". Lo podemos ver con un iPhone cuyo diseño va cambiando mínimamente generación tras generación -con algunos saltos importantes- y también en una Xiaomi Mi Band cuyo aspecto exterior lleva casi inalterado desde la generación 4. Algo que, por otra parte, demuestra el buen hacer de la compañía que prácticamente ha creado un segmento por sí misma con un diseño que se ha vuelto una seña de identidad.
Los únicos cambios externos respecto a la anterior generación provienen de la pantalla. Xiaomi, desde que comenzó con una minúscula en la Mi Band 2 ha ido aumentando las pulgadas progresivamente hasta alcanzar la de la Mi Band 6. En este caso, contamos con un panel AMOLED de 1,56 pulgadas y un formato que ocupa prácticamente todo el frontal.
Han eliminado el botón capacitivo rediseñando algunos gestos -que luego veremos- y permitiendo ganar unos cuantos centímetros cuadrados. La experiencia de la pantalla es realmente buena para interponerse a la luz solar mientras se realiza ejercicio, que finalmente es para lo que está pensada.
Da igual que estemos bajo un sol justiciero a media tarde que los datos los vamos a ver correctamente. Eso sí, nos tenemos que haber acordado de poner el brillo al máximo porque no cuenta con un sensor de luminosidad que ayude a incrementar o reducir el brillo de la pantalla sobre la marcha. Algo que puede llegar a ser molesto si nos pilla en mitad de un entrenamiento. Si eso ocurre, tendremos que detener el seguimiento del ejercicio, aumentar el brillo y arrancar de nuevo a cero.
Esa es prácticamente la única pega que podemos encontrar en este apartado de la pulsera. Porque para todo lo demás solo tenemos buenas palabras. Las correas son intercambiables con las de la Mi Band 5 y con las de la Mi Band 4, aunque con estas últimas no queda realmente bien a la vista. Punto que seguro agradecen los fans de los diferentes tipos de correas que se pueden encontrar en el mercado por muy pocos euros o incluso céntimos.
También positivo es que se pueda cargar con un adaptador magnético sin retirar la Mi Band 6 de la correa. Esta función la estrenaron con la Mi Band 5 y es un total acierto que sigan apostando por el mismo formato.
Muy deportiva
Como apuntamos antes, la Mi Band 6 es la compañera de fatigas perfecta para el deporte diario. Como un primer paso de quien se anima a realizar ejercicio físico y quiere contar con un seguimiento pormenorizado de su rendimiento.
Hay que recalcar que este dispositivo no cuenta con un GPS incorporado, por lo que si queremos que la medición sea lo más real posible tendremos que llevar el teléfono móvil en el bolsillo que irá geoposicionando la ruta.
Lo que si tiene es una carta de ejercicios en la que será complicado no encontrar el que vayamos a realizar. Xiaomi anuncia que tiene 30 modos deportivos diferentes con detección automática de seis de ellos correspondientes con los más comunes como son correr al aire libre, cinta de correr, máquina de remo, elíptica, caminata y ciclismo.
La monitorización de los ejercicios físicos es muy buena y recoge hasta el más mínimo detalle que nos podamos imaginar. También positivo es la incorporación de una pantalla para manejar la reproducción de la música mientras hacemos ejercicio. Esta función no la encontramos en otras propuestas del mercado.
Entre las funciones enfocadas para la actividad diaria destacamos que la Xiaomi Mi Band 6 es sumergible hasta 50 metros. En la función de nadar, permite elegir entre 5 estilos de natación diferentes para que la pulsera inteligente registre mejor cada brazada y después proporcione mejores datos.
Dentro de este apartado también podemos incluir la monitorización del sueño que distingue entre sueño ligero, profundo y fase REM. Se acompaña además de una puntuación general y otra que evalúa la calidad de la respiración. Todo ello aliñado con consejos para mejorar el descanso.
Una de las novedades más importantes respecto a la anterior generación es la función de saber la saturación de oxígeno en sangre como un dato más para mantener el ojo puesto en la salud personal.
Prácticamente se puede acceder a todos esos datos desde la propia Mi Band 6, pero para poder verlos más a fondo tendremos que recurrir a la aplicación Mi Fit. Disponible tanto para iOS como para Android y que funciona realmente bien como centro de operaciones desde donde manejar y personalizar la pulsera.
Extras interesantes
Uno de los puntos fuertes de las pulseras inteligentes es que no se quedan en meros monitores deportivos. Las aplicaciones que se adjuntan consiguen redondear la experiencia de usuario en el día a día más allá del momento de hacer ejercicio.
Una de las funciones estrella es la de recibir las notificaciones del smartphone vinculado en la pulsera en forma de vibración. Por ejemplo, saber que nos están llamando por teléfono -con nombre incluido si lo tenemos en la agenda- o un mensaje a través de WhatsApp. Lo que no podremos es responder a ninguna de ellas.
En el resto de añadidos encontramos el control de la reproducción de la música, una aplicación muy completa del tiempo, recibir recordatorios del calendario, poner la alarma y todo lo relacionado con las funciones clásicas de un cronómetro tradicional.
Tiene mención especial el cambio de forma de interacción con el dispositivo ante la eliminación del botón táctil. Ahora todo se realiza con gestos, algo que en una pantalla tan fina y alargada en ocasiones no se consigue el resultado esperado. Quizá desde Xiaomi tengan que realizar alguna actualización al respecto.
¿Me lo compro?
Antes de entrar en la ya tradicional pregunta sobre si merece la pena o no comprar la pulsera, toca hablar de la batería. Lejos quedan aquellos días cuando las baterías de las pulseras inteligentes duraban semanas. Ahora ya no y la Mi Band 6 no iba a ser una excepción.
En un uso real con monitorización deportiva todos los días durante 45 minutos o 1 hora y notificaciones activadas, la autonomía se queda en unos 4 días y medio o 5. Para nada es un mal dato si tenemos en cuenta que existen algunos relojes inteligentes lo pasan mal para llegar 'vivos' al final del día, pero es algo a tener en cuenta si venimos de modelos antiguos.
Y hablando de modelos anteriores, la compra de la Mi Band 6 sigue siendo una de las más recomendadas para aquellas personas que se quieran iniciar en este de los wearables. Es discreta, sencilla de manejar y no cuenta con grandes alardes tecnológicos en forma de botones que puedan complicar la experiencia.
Es un dispositivo simple que cumple perfectamente con su cometido. Echamos de menos algunas funciones como el NFC que llevan en el mercado chino varias generaciones y no termina de aterrizar en Europa. Eso por pedir algo, porque por 44,90 euros muy pocas alternativas mejores se nos ocurren.
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