Si hablamos de Razer pensamos en periféricos gaming. Se ha convertido en una de las mayores referencias del mercado de dispositivos para jugadores, sin embargo, la marca de la triple serpiente va mucho más allá. Aspira a un público más amplio y el Razer Book es su último ejemplo.

En esta ocasión Razer se desmarca con un portátil que busca la ultramovilidad y la productividad para ir más contra el MacBook que para hacer frente a los equipos gamers. Lo hace con un rendimiento de alta gama, sin hacer prácticamente ninguna renuncia en potencia al tiempo que lo acompaña con un diseño elegante y compacto. 

Por dimensiones y especificaciones, el Razer Book aspira a ocupar el tan preciado hueco que ha dejado la nueva realidad del teletrabajo mixto: un equipo potente, con batería para todo el día, que sea capaz de ser versátil y productivo en cualquier situación o ambiente y que además se pueda conectar con facilidad en cualquier momento. 

Pese a su contenido tamaño, el Razer Book juega a lo grande, con prestaciones premium en casi todos los aspectos y su precio también lo es. En la tienda española parte de los 1.799,99 euros (aunque se puede encontrar por menos) Sin embargo, la unidad que nos ha cedido la marca durante un mes sube hasta los 1.999,99 euros debido a su pantalla UHD táctil. ¿Merece la pena? 

Potencia sin freno

El Razer Book no está pensado para jugar, para eso está el Razer Blade, con lo que la mayor ausencia que notaremos en la hoja de especificaciones del portátil está en la gráfica. Sin embargo, el portátil es extremadamente potente, se mueve con fluidez para la labor que se ha concebido: tener productividad a raudales. Tiene una capacidad de respuesta mayúscula y, pese a todo, sí podremos entretenernos con algún juego puntual.

En su interior se encuentra un procesador Intel i7 de 11ª generación, gráfica Iris Xe, 16 GB de RAM, 512 GB de almacenamiento SSD y un sistema de refrigeración que hace que la respuesta sea inmediata. Cuenta con la certificación Intel Evo que se traduce en que tanto la reactivación como la reanudación es instantánea. No habrá que esperar ni un segundo para volver a ponernos a trabajar, algo que facilita también la función Modern Standby.

Lo cierto es que ese rendimiento no repercute en la batería. Está pensado para que lo llevemos a cualquier parte, durante todo el día. Hemos logrado en torno a unas 10 horas de uso de media, suficiente para cubrir una jornada laboral o llevarlo a la oficina pudiendo dejar el cargador en casa. 

Sin embargo, una de las bondades que ha incluido Razer en este equipo es la carga rápida. Podremos tener en torno a unas 4 horas de uso conectándolo a la corriente únicamente 30 minutos. Una forma de reducir la dependencia de cables y que sea 100% portátil. 

Un diseño excepcional

Uno de los puntos fuertes que ha logrado Razer con el Book es lograr un equipo potente en un diseño compacto y elegante. No ha necesitado sacrificar su buen hacer en este apartado para combinar en este dispositivo rendimiento y diseño.

Como es habitual en los portátiles premium de la compañía, el Razer Book está fabricado en una sola pieza y cuenta con una terminación de aluminio anodizado. Cuenta con 15,15 mm de grosor, 295,6 mm de ancho y 198,5 mm de profundidad. Es algo más grueso que un MacBook Pro pero más compacto, con lo que es cómodo de llevar por la oficina o de cargar en la mochila con los 1,4 kg que pesa. 

En este tamaño contenido sorprende contar con una pantalla de 13,4 pulgadas con unos marcos minúsculos en los cuatro lados y una relación de aspecto de 16:10. Tanto es así que parece impensable que Razer haya conseguido colocar una webcam de 720 p en el bisel superior. Más allá de que sea imprescindible para las videollamadas, es fundamental para usarlo con Windows Hello y desbloquear así el portátil con el reconocimiento facial.

El Razer Book se puede comprar en tres configuraciones de pantalla: FHD táctil o no táctil, así como UHD táctil. La unidad cedida por la compañía era esta última y se ve realmente bien. La experiencia de inmersión es total y la calidad de imagen es excelente. Tanto que no puedes creer que sea táctil. Es una fuerte apuesta de Razer por el trabajo audiovisual y fotográfico, pero también para consumir contenido. En este aspecto, la guinda la pone la tecnología THX Spatial Audio que ofrece sonido envolvente 7.1. 

El grosor adicional permite tener una conectividad total, algo que no suele ser habitual en los equipos ultraligeros para llevar a cualquier parte. Cuenta con dos tomas Thunderbolt 4, HDMI 2.0, USB-C, ranura para microSD, puerto USB-A 3.2 y conexión para auriculares. 

Eso sí, Razer no pierde su esencia y el teclado -escoltado por dos altavoces y junto a un gran trackpad- deja claro de dónde viene. Más allá de que las teclas sean cómodas y con un recorrido confortable, cuentan con la colorida iluminación personalizada de Razer Chroma, el software que permite combinar nuestro equipo con

¿Me lo compro?

Razer ha sido capaz de llevar su buen hacer, el que le ha hecho un nombre y una de las referencias del mercado gamer, al apartado más profesional que aspira al gran público. Al igual que sucedía con sus auriculares Opus, el aplicar su conocimiento enfocado a un público experto y exigente hace que sus equipos para todos sean excelentes y de primer nivel. 

El Razer Book es un portátil en el que merece la pena invertir. Se puede encontrar desde 1.550 euros y es una forma de asegurarse no sólo rendimiento de primer nivel, ultramovilidad y un diseño premium, sino también tendremos la seguridad de tener un portátil competente para muchos años. 

La llegada de los portátiles de Razer a España son una buena noticia para el mercado que ve como la competencia en la gama alta es cada vez más concurrida, una buena noticia para el usuario ya que invita a las empresas a retarse y a superarse entre sí. 

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