OPPO presentó el pasado INNO Day sus primeras gafas inteligentes, las Air Glass, un dispositivo que quiere integrar la realidad extendida en el día a día del usuario. De momento no van a llegar a España, pero la compañía china las ha traído al Mobile World Congress (MWC) de Barcelona para demostrar que no se trata sólo de un concepto, al tiempo que demuestra su músculo en innovación. En EL ESPAÑOL - Omicrono las hemos probado. 

Las Air Glass en realidad no son unas gafas, sino un monóculo con una pantalla en la que se proyecta información. Éste se acopla a una montura de gafas al uso con un imán en la patilla derecha. Esta montura de momento es específica de OPPO y no vale para acoplarse a cualquier gafa, eso sí, sí podrían usarse con cristales graduados.

La realidad extendida es un concepto que mezcla elementos reales con virtuales, todo con la idea de tener una integración humano-máquina que sirva para mostrar información útil sin interferir en la comunicación entre personas. Aportar valor pero sin molestar. Y lo cierto es que las Air Glass lo consiguen. 

Aunque de momento son un producto acotado al mercado chino, sí que son una declaración de intenciones de lo que puede venir una vez jubilemos al teléfono. De momento sólo muestran información, pero sienta las bases de un producto mucho más ambicioso que en un futuro pueda hacer todo lo que hacemos con el móvil pero a golpe de vista. 

Qué son las Air Glass

El concepto de unas gafas que muestren al usuario información de interés sin tener que mirar el móvil o el smartwatch no es nuevo. Google abrió la puerta con sus Google Glass, y en esencia la idea de OPPO recuerda a ellas, pero su enfoque es diferente.

Mientras las Google Glass obligaban a desviar la mirada hacia arriba para consultar las notificaciones o las ventanas emergentes, la forma en la que las gafas de OPPO muestran la información al usuario es más natural y está mejor integrada. El mensaje aparece superpuesto con lo que se está viendo y recuerda más a esos velocímetros que algunos coches proyectan sobre el parabrisas, más que a una pantalla externa y flotante como sucedía en el modelo de Google. 

Mientras que en el modelo de Google se tenía un prisma cuadrado sobre el que se veía la imagen, en el modelo de OPPO se tiene cinco lentes de vidrio que realmente parecen una y sobre la que se proyecta la imagen gracias al microproyector Spark desarrollado por la firma. Es el propio dispositivo el que reconoce la distancia al ojo y ajusta el enfoque para que se vea la información con claridad. En mi caso, la nitidez se ha producido a la primera y no ha habido que mover las gafas. 

Las Air Glass están conectadas al móvil por Bluetooth y es a través de él como se gestiona la información que se muestra en ellas. Es decir no son autónomas por sí mismas y necesitan de un teléfono para gestionar las aplicaciones o música que luego se podrán ver y oír en ellas. 

Desde las propias gafas sí que se podrá ir alternando entre las aplicaciones que se ven en la pantalla deslizando sobre la patilla o tocando sobre ésta. Una forma cómoda e intuitiva que invita a utilizarlas para ver más información bastante bien resuelto. Eso sí, si contamos con el reloj inteligente de OPPO también se podrá mover la muñeca y moverse así entre la interfaz.

¿Para qué sirven?

Vale, las Air Glass permite tener una pantalla que muestra información sobre el ojo derecho pero ¿para qué vale realmente? Pues la integración de la realidad extendida de una forma cómoda permite desde tener en un vistazo nuestra monitorización de la salud —si lo combinamos con un wearable—, algo que es especialmente interesante para deportistas, hasta indicaciones en mapas que nos proyecten una ruta con seguimiento en tiempo real. 

Más allá de Mapas en las gafas hemos podido ver el estado del tiempo o consultar la agenda, así como otras funciones bastante más interesantes que aportan nuevos usos a la tecnología como la traducción simultánea o el prompter, que permite leer mensajes (o discursos) de una forma cómoda como si tuviésemos nuestro propio apuntador privado. 

Eso sí, en ellas no podremos por ejemplo ver vídeos o aplicaciones de terceros como redes sociales, videojuegos u otro tipo de contenido, ya que la pantalla de momento sólo proyecta en verde debido a un sistema de alto contraste que permite leer mensajes sin interferir con la visión.

Con respecto a su autonomía, desde OPPO nos explican que alcanza unas tres horas de uso, con lo cual no están pensadas para llevar todo el día. Eso sí, cabe tener en cuenta que de momento están restringidas para el mercado chino, con lo que uno de los retos de la compañía es aumentar esta duración de cara a una venta global. 

Se recargan en una base alimentada a través de carga rápida —una de las señas de identidad de OPPO— que tienen la misma terminación en blanco o negro que la propia Air Glass y con un soporte diseñado para que el monóculo pueda quedar reposado cómodamente sobre, por ejemplo, la mesilla de noche. 

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