Al igual que ha ocurrido con los nuevos plegables de Samsung, los Galaxy Z Fold y Flip 4, el nuevo smartwatch de la marca, el Galaxy Watch 5, es una actualización sutil de sus predecesores. El reloj de Samsung llega a España conservando buena parte de su esencia, pero salpicado de pequeñas novedades que lo hacen un poco más interesante.
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Los cambios que ha integrado la marca en esta nueva generación son algo imperceptibles, pero están ahí como un pequeño aumento de la batería, un nuevo sensor de temperatura y más facilidades para personalizar la interfaz y usar otras aplicaciones.
Con Wear OS de Google como sistema operativo y las funciones añadidas por Samsung, el Galaxy Watch 5 sigue peleando por ser uno de los mejores smartwatch del mercado, sobre todo para quienes estén dispuestos a abrazar el ecosistema de la marca. Su precio oscila entre los 299 euros y los 349 euros para las diferentes versiones de tamaño y composición.
Diseño más resistente
El Galaxy Watch se vuelve ligeramente más grande y más robusto, cualidades que solo se descubren si se estudia con calma la lista de especificaciones, pero que significan algo más de batería y un nuevo sensor, así como más durabilidad. Por ejemplo, la pantalla es de cristal de zafiro, cualidad que a muchos no dirá nada, pero refuerza la resistencia del dispositivo ante golpes durante deportes de acción. Incluso han lanzado una versión Pro de 45 mm con carcasa de titanio.
Estamos ante el modelo con conexión Bluetooth 5.2 de 44 mm, el que me ha acompañado estos días y que claramente no es la talla más apropiada para mi muñeca. No obstante, el reloj ha sido más cómodo de lo que imaginaba sin dejar marcas excesivas en la piel con el paso de las horas, incluso con la nueva curva de la parte inferior para pegar más los sensores a la piel.
El dispositivo pesa 33,5 gramos (3 gramos más que el Watch 4) e integra un procesador Exynos W920, además de 1,5 GB de RAM y 16 GB de almacenamiento. Todo dentro de lo habitual como su pantalla Super AMOLED de 1,4 pulgadas, le ha ganado algo de espacio al borde, con 450 x 450 píxeles de resolución que se ve con claridad y colores muy vivos. Puesto que las principales novedades se encuentran escondidas en el funcionamiento del nuevo Galaxy, vamos a verlas.
Ecosistema de Samsung
Una de las novedades que puede resultar más atractiva, es una sutil independencia de Samsung. Ya no es necesario hablar con Bixby, el asistente virtual de Samsung. En su lugar se puede recurrir a Google Assistant, una promesa de Samsung que se materializó hace poco y supone una ventaja para el gran número de personas que utilizan este asistente desde sus teléfonos o dispositivos conectados en casa.
De igual manera, es posible instalar aplicaciones como Google Pay, para pagar en las tiendas en lugar de Samsung Pay; utilizar apps de deporte como Strava en vez de consultar Samsung Health o controlar las listas de música desde Spotify y no con la función nativa que integra el fabricante, aunque esto ya estaba en versiones anteriores. No es que las herramientas de Samsung funcionen mal, pero las terceras opciones suelen ser más completas en sus respectivos campos, por ejemplo los corredores prefieren usar aplicaciones especializadas en medir solo running y no otros cientos de deportes.
No obstante, sigue habiendo una fuerte conexión con el ecosistema de Samsung que premia a aquellos que tienen en su poder reloj, móvil y otros equipos de la marca. La aplicación para el móvil de Samsung Wearable con la que se controla la conexión de relojes y auriculares sigue siendo imprescindible y algunas métricas no funcionan sin ese ecosistema como el ECG.
Esa unión entre dispositivos hermanados por la marca ofrece ventajas como la posibilidad de configurar ciertas funciones de los auriculares Galaxy Buds desde el reloj, poder modificar el modo de cancelación de ruido o desactivar los gestos por toques, por ejemplo. Con otros auriculares esto es muy complicado.
En resumen, es posible disfrutar de las ventajas que aportan muchas de las aplicaciones de terceros, pero sin el uso de Samsung Health o Wearable en un móvil de la marca no se puede aprovechar al máximo el dispositivo. Por ejemplo, el sistema operativo de este smartwatch, One UI Watch 4.5, permite usar dos números de teléfono solo si se está emparejado con un teléfono Galaxy que cuente con SIM dual.
Ya que mencionamos el sistema operativo y sus diferentes novedades, hay que felicitar a la compañía coreana por la cantidad de formas de personalizar el reloj y su interfaz, no solo a la hora de cambiar el color y estilo de sus muchas esferas, también con mejoras de accesibilidad para ver con más claridad las letras e iconos y un largo etc. Lo que no quita que haya alguna pega y se encuentra en el desplazamiento táctil de la pantalla o lo que también se denomina bisel.
El bisel sirve para deslizar el dedo por el borde del panel y desplazarse por el menú y las opciones, pero es extremadamente complicado dominarlo, o vuela o se queda corto, no digamos ya cuando se está en pleno entrenamiento. Y lo mismo ocurre para subir el volumen de los auriculares, casi me quedo sorda.
Salud diurna y nocturna
Como no podía ser de otra manera, el Watch 5 mide también la calidad del sueño. Sus sensores detectan cuando entramos en las distintas fases de descanso, para marcar después el momento aproximado en el que volvemos a estar despiertos; no es exacto, pero se aproxima bastante.
A esta cualidad que Samsung lleva tiempo ofreciendo se suman otras más recientes, como el reconocimiento de los ronquidos que estrenó el Watch 4 y una guía personalizada para mejorar la calidad del sueño, esta es la verdadera novedad.
Este estudio nocturno va unido a otra serie de mediciones como la saturación de oxígeno en sangre o SpO2, que no parece muy precisa, pues suele dar por debajo del 90% lo que significaría problemas de salud graves como la hipoxia, pues los valores saludables se han fijado entre el 95 y 100%. La mayoría de marcas recuerdan que son datos que no deben tomarse de forma muy fidedigna y siempre consultar primero a un médico, pero pueden generar algo de miedo en las personas.
Tampoco el estrés es una medida a tener muy en cuenta, indicaba medidas muy altas en momentos en los que claramente no había estrés, pero cuando sí notaba más presión a lo largo del día indicaba que estaba dentro de lo normal.
El Galaxy Watch 5 es un reloj plagado de sensores para medir una gran cantidad de parámetros, de la frecuencia cardiaca, pasando por el ECG para registrar la actividad del corazón hasta el análisis de impedancia corporal (BIA) que Samsung ha añadido en generaciones anteriores y controla desde el porcentaje corporal hasta el peso de los músculos. A esta lista se suma este año el sensor de temperatura.
Esta funcionalidad se ha relacionado mucho con la pandemia y una forma de detectar síntomas por un posible contagio de COVID-19, pero la realidad está algo lejos de esta idea. El sensor de temperatura actualmente no sirve de mucho, salvo por su uso para mejorar el estudio del sueño y otras utilidades que vendrán más adelante. Samsung advirtió durante la presentación que la integración de este componente pretende más bien animar a los desarrolladores para crear funciones futuras. El objetivo no es tanto servir como un termómetro sino recoger más datos sobre la salud, por ejemplo, saber la temperatura puede ser relevante en el seguimiento de la salud femenina.
A la hora de hacer deporte, este Galaxy se sirve del GPS y el resto de sensores para ofrecer buenas métricas a los más deportistas, registra un gran número de estilos y es resistente al agua a 5ATM. Además, el reloj se mantiene a la escucha en todo momento, pendiente de cada movimiento que hace el usuario para registrar sus progresos y animarle a conseguir más. Cuando te quedas anclado frente al escritorio trabajando, este te recuerda moverte de vez en cuando, andando unos pasos o haciendo ejercicios con los brazos para estirar la espalda.
La batería crece
Un aspecto clave en todo smartwatch es la batería, si ya cuesta poner a cargar el móvil, tener que acordarse de hacerlo con relojes, auriculares y otros gadgets se hace más cuesta arriba. Con esta nueva generación el fabricante ha querido darle un impulso a la autonomía de su Watch 5: de 361 a 410 mAh en el modelo de 44 mm entre la anterior y la nueva generación.
Este es un punto sensible, pues su medición depende de muchos factores según se use. Si se hace un entrenamiento intenso, se usa mucho la pantalla o algunas aplicaciones la carga de la batería va menguando. En nuestro caso, el tiempo máximo han sido 3 días, llevándolo siempre puesto, pero no usándolo en exceso.
Durante esos casi tres días completos que ha aguantado solo lo he usado para contar los pasos, recibir las notificaciones y registrar la calidad del sueño, sin actividades deportivas relevantes, aunque alguna caminata haya quedado guardada de forma automática. Si se incluyen entrenamientos con el uso del GPS, en la piscina y se activa la pantalla de forma constante, la autonomía baja a algo más de 24 horas. Sin tener en cuenta la conexión LTE que la reduce aún más.
Son cifras razonables, aunque haya que estar pendiente de cómo se usa el teléfono para no tener que cargarlo cada noche. De todas formas, hay una ventaja más, este año el cargador es USB-C lo que significa que ese pequeño cable con el dispositivo imantado se puede llevar en el bolso y unirlo al móvil cuando se necesite para recargar el reloj.
Funciona con carga rápida, aunque no sea muy alta. Para pasar del 0 a 100% de carga se necesitan todavía unas dos horas, pero para emergencias con media hora es suficiente para pasar el bache y llegar a casa donde dejarlo cargando tranquilamente.
¿Me lo compro?
El Galaxy Watch 5 mantiene la calidad que esta familia de relojes ha lucido durante años para seguir siendo uno de los mejores del mercado, la alternativa al Apple Watch para los usuarios Android. No obstante, su evolución no es significativa para atraer con fuerza a aquellos que no hubieran mostrado interés anteriormente.
Su batería mejora, es cierto, es más resistente y cuenta con un sistema operativo muy completo, al mismo tiempo que va ganando funciones para medir la salud personal. Sin embargo, para aprovechar al máximo y con más comodidad este reloj de 329,89 euros (el modelo de 44 mm) es conveniente contar con un teléfono de la misma marca. Esto no significa que no se pueda disfrutar del dispositivo sin un móvil Galaxy, solo que con menos comodidades.