Puede resultar tan difícil como buscar a Wally encontrar una cámara de fotos entre un amplio grupo de turistas. Los móviles han sustituido a las cámaras como compañeros de viaje por su comodidad y gracias a la evolución de sus cámaras en los últimos años. Aunque sigue primando la idea de que para conseguir fotos de calidad hay que invertir en un móvil de gama alta con precios superiores a los 800 euros, marcas como Xiaomi desafían esta postura y prometen grandes resultados con los 200 megapíxeles de su nuevo Redmi Note 13 Pro+ 5G.
Xiaomi ha presentado su nueva línea de móviles de gama media, los Redmi Note 13, en un evento en Tailandia. Hasta allí ha viajado EL ESPAÑOL-Omicrono para conocer en profundidad las capacidades de su modelo más avanzado, el Redmi Note 13 Pro+ desde 449 euros (8+256 GB), cuyas características te explicamos en este análisis completo, además de poner a prueba sus cámaras en una visita por la capital del país como puedes leer a continuación.
Bangkok es una ciudad de contrastes, presidida por grandes y modernos rascacielos que ocultan a sus pies callejones y barrios mucho más humildes donde se puede observar el agitado ritmo de la ciudad. Frente al colorido y brillante estilo de los templos y palacios que cada día visitan cientos de turistas, los habitantes de esta ciudad hacen su vida en las calles, en las aceras, donde comen, comercian y se relacionan. Esto es lo que hemos tratado de capturar con las cámaras del Redmi Note 13 Pro+ 5G en un viaje exprés.
La cámara principal
Xiaomi ha mantenido buena parte de la configuración fotográfica que presentaba el predecesor del Redmi Note 13 Pro+. El buque insignia de la nueva familia Redmi Note equipa una cámara principal de 200 megapíxeles con estabilización óptica OIS y acompañada por un ultra gran angular de 8 MP y una cámara macro de 2 MP. Por delante, la cámara para hacer selfies sigue siendo de 16 MP.
Por supuesto la cámara principal es su mayor reclamo, aunque no viene sola, y puede dar mucho juego en viajes como este y para todo tipo de usuarios: los que quieran una foto rápida y los que les guste dedicarle más tiempo a cada toma. Tras esta cámara se encuentra el sensor HP3 de 200 megapíxeles de Samsung con una apertura f/1,7, un tamaño de 1/1,4 pulgadas y estabilización óptica.
El resultado son detalles nítidos, un amplio rango dinámico y el estabilizador óptico ayuda a controlar el movimiento de la mano o a tomar fotos subidos a un Tuk Tuk, uno de los transportes preferidos de los turistas en esta ciudad. La opción automática para tomar una foto aplica un procesado en la imagen final perfecto para subir inmediatamente a las redes sociales.
Evidentemente, la tonalidad tiene a aplicar colores algo saturados como es tendencia en internet. Algo que los móviles de gama más alta están compensando, por ejemplo en Xiaomi, con la colaboración de Leica para dar alternativas más naturales. En este teléfono, el uso de los 200 MP es una opción interesante.
La foto tomada con los 200 megapíxeles es más pura, evitando esa saturación de colores que propone el teléfono cuando procesa la imagen de forma automática de la que hablábamos antes. Incluso en ciertos momentos presenta un juego de luces y sombras más suave y realista sin necesidad de depender del HDR.
Usar el sensor principal de forma limpia, es decir, el botón de 200 MP que ofrece la cámara no es una opción recurrente por el gran tamaño que adquieren los archivos para poder compartirlos o subirlos a redes sociales en bruto. Además de otros inconvenientes como que el tiempo de procesado sea unos segundos más largo, que solo permita una forma cuadrado en la foto o utilizar un único zoom de 2 aumentos en este caso. Sin embargo, para aquellas fotos memorables que puedan querer imprimirse o ver en grande a la vuelta del viaje es una de las mejores opciones.
Por supuesto, una de las principales ventajas de usarla para hacer un recorte posterior. Una forma de hacer zoom tras tomar la foto sin perder demasiada calidad. Puesto que este teléfono carece de telefoto, esta es una opción casera de acercarse a objetos algo lejanos con más nitidez que el 4X que ofrece el teléfono de forma automática, aunque evidentemente las formas no son del todo perfectas por la lejanía natural a la que se ha tomado la foto.
Aunque Xiaomi no ofrece la posibilidad de guardar las imágenes en formato RAW para conservar más la calidad, si se quiere editar la imagen a la vuelta del viaje y recortarla para mejorar el encuadre, los 200 megapíxeles del Redmi Note 13 Pro+ conservan un nivel de detalle muy bueno, por lo que merece la pena elegir en más de una ocasión esta forma de capturar una escena.
Gran angular y noche
El gran angular de 8 MP, por su parte, respeta las formas en los extremos de la imagen para poder abarcar paisajes más grandes, pero pierde parte de la nitidez en los extremos y el balance ante luces y sombras. El HDR, por otro lado, solo lo hemos necesitado ante escenas muy contrastadas.
Cuando cae la luz, Bangkok se transforma en un mosaico de edificios y estatuas iluminadas, carteles neón anunciando tiendas y TukTuks recorriendo las calles como si fueran ferias con ruedas. Es en este momento cuando el Redmi Note se enfrenta a su mayor reto y el usuario debe ayudarle para conseguir la mejor foto.
Se puede dejar que todo el trabajo lo haga el Modo Noche, que rebaja la fuerza de las luces para dar más presencia a los detalles aunque en algunos casos eso implique perder la naturalizada de la escena nocturna. A cambio la fotografía automática ofrece un contraste más natural, pero pierde buena parte de la nitidez de los detalles.
Lo bueno es que la cámara no tiene el modo noche por defecto y permite al usuario elegir cómo quiere la foto. Y en vídeo, se mantiene la resolución de día y noche, bajando más cuando le falta luz, por supuesto. Alcanza una calidad respetable de 4K a 30 FPS, sin opción de 60 FPS. La estabilización ayuda a conseguir buenas tomas incluso en movimiento por carretera.
Otras fotografías
La aplicación de la cámara permite otras herramientas como el modo retrato que se puede usar para un efecto más marcado de una persona u objeto separándolo del fondo, aunque de forma automática el teléfono activa esta función directamente ante escenas con buena profundidad.
El efecto bokeh se edita también a posteriori, lo que supone una gran ventaja por si nos arrepentimos de hacer forzado de más este efecto que puede llegar a recortar la silueta de la cabeza con trazos muy bruscos si se aplica el nivel más elevado. El sensor macro de 2 MP, aunque da buen resultado sigue sin ser un sensor al que darle un uso habitual.
El clima en Tailandia entre los 25 y 33 grados centígrados en estas fechas se presta a disfrutar de playas y ríos; su espectacular naturaleza es otro de los atractivos del país para los turistas que van a conocerlo. En esos entornos acuáticos el Redmi Note 13 Pro+ y sus cámaras también están preparados para darlo todo o en su defecto en la piscina del hotel como ha sido nuestro caso.
Xiaomi ha protegido por primera vez uno de sus móviles de gama media con IP68. Esta certificación asegura que el teléfono de forma que no entre el polvo en su interior, así como el agua si se sumerge de forma continua en "agua dulce estática a una profundidad de hasta 1,5 metros durante un máximo de 30 minutos" indican las especificaciones de Xiaomi.
Aunque es aconsejable no forzar la protección, está pensada para accidentes y facilita poder hacer fotos desde el agua con mayor seguridad. Incluso jugar con efectos como la larga exposición que integra el procesado del smartphone para capturar el agua de un lago a cámara lenta y convertirla en una imagen sedosa.
No nos olvidamos de la cámara selfie, 16 MP que mantienen el tipo cuando tiene buena luz. De todas formas, no es una cámara para situaciones complejas, por lo que hay que evitar los contrastes fuertes entre la cara y el fondo, por poner un ejemplo.
Un Redmi Note muy completo
A esta capacidad fotográfica le acompañan una serie de elementos que hacen las experiencia más fluida, por ejemplo, la batería de 5.000 mAh permite estar todo el día fuera tomando fotos. Cuando se quiera cargar el cargador de 120W y la carga rápida vuelva a llenar la batería en menos de 30 minutos. Es un cargador compacto que se puede llevar en la mochila, aunque no es necesario y evitamos llevar un peso extra.
También la pantalla es un aliciente para poder ver las fotografías y videos con gran calidad a la vuelta del viaje, por ejemplo en el avión. Se trata de un panel de 6,67 pulgadas con bordes curvos y resolución 1.5K (2712 x 1220), a medio camino entre FullHD+ y QHD, mejorando con respecto al año pasado. Xiaomi ha mejorado este panel con respecto a generaciones anteriores con 1.800 nits de brillo máximo que facilitan ver a pleno sol lo que se está fotografiando.
¿Me lo compro?
Ha quedado un buen álbum fotográfico como recuerdo de este viaje. Si se conoce bien las capacidades del Redmi Note 13 Pro+ se consigue fotografías de gran calidad y fáciles de tomar. No se trata tanto de competir con los pesos pesados de la gama más alta, pero para todos los que no aspiren a realizar una inversión tan fuerte de dinero, este nuevo Redmi es una gran alternativa.
Su precio de salida se mantiene en los 499,99 euros (12 GB + 256 GB) igual que tenía el anterior Xiaomi Redmi Note 12 Pro+ 5G también analizado por este medio entonces. Se vende con el Redmi Watch 4 como oferta de lanzamiento. Quizás sea un poco pronto, al no haber acabado el primer mes del año, pero este terminal apunta a que será uno de los más recomendados en su rango de precio este 2024.
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