Junto con el colchón, la silla del escritorio es el elemento del día a día más importante para aquellos que trabajan frente a un ordenador. De ella depende tener una buena salud postural y, como consecuencia, evitar arrastrar problemas físicos que a la larga pueden convertirse en auténticas pesadillas difíciles de solucionar. Dolores de cervicales, cuello, lumbares e incluso de las extremidades debido a algunas posturas suelen aparecer si no se cuenta con una buena ergonomía como la que proporciona la Genesis Nitro 550.

Esta silla de aspecto gamer dista mucho de ser un mero diseño para atraer a un público muy específico y va un paso más allá, aunando en un mismo producto la apariencia y una ergonomía de primer nivel. La Nitro 550 está disponible por 189 euros en la tienda oficial de la marca, un precio donde existen decenas —quizá cientos— de alternativas de las marcas más diversas y donde cada detalle diferenciador cuenta.

En EL ESPAÑOL - Omicrono hemos pasado los últimos meses trabajando sentados en esta silla. Jornadas laborales de todo tipo y condición aderezadas de juego ocasional donde el único denominador común ha sido este dispositivo que por carecer de enchufe o de batería no es menos tecnológico.

Comodidad excelente

Cualquier profesional de la salud en el puesto de trabajo pone a la ergonomía como el factor más importante dentro de la categoría de las sillas de trabajo. Esto viene dado por una serie de requisitos de ajuste postural a demanda del usuario junto con una base que proporcione estabilidad y libertad de movimientos. 

Una vez montada —como cualquier otra silla del tipo— lo primero que llama la atención de la Nitro 550 son los materiales de calidad con los que está fabricada. Combina polipiel negra y roja dándole un aspecto más gamer al tiempo que las zonas de apoyo, tanto en la base como en la espalda, recurren a un tejido también negro sólo que transpirable y con un agradable almohadillado.

Primer plano del cojín de la Genesis Nitro 550 IG Omicrono

Esta ultima cualidad se consigue gracias a un relleno de espuma que tiene 4 centímetros de grosor en el respaldo y de 7 centímetros en el asiento. Se trata de un tejido transpirable que evita en parte la sudoración cuando suben las temperaturas, aunque para el verano almeriense —ciudad donde se ha probado— no existe todavía material en el mundo que consiga evitar el calor.

Al hilo de la temperatura y viniendo de una silla fabricada únicamente en tejido transpirable, me ha parecido que la Nitro 550 puede resultar algo agobiante en esos días donde el termómetro rompe por arriba. Seguramente esto se debe al grosor de la espuma en ambas caras unido a la nula transpirabilidad de la polipiel, que no deja de ser un tipo de plástico.

Para este tipo de situaciones geográficas existen en el mercado otras opciones con el respaldo en rejilla y con el asiento totalmente plano sin orejeras. Si bien no recoge ni amortigua tanto, evita una sudoración excesiva en los momentos de más calor.

La parte del asiento requiere una mención especial. Es muy ancho —algo poco común en algunas sillas de este tipo— y estable por lo que ayuda a tener el cuerpo alineado en todo momento. En otras sillas, con el tiempo, suele ladearse y al final se termina con un hombro más alto que otro.

Asiento y reposabrazos de la silla Genesis Nitro 550 IG Omicrono

La silla proporciona una comodidad excelente para todo tipo de cuerpos y permite pasar muchas horas delante de la pantalla sin que parezca una tortura. Muy superior a la de algunas opciones con estética gamer que se sienten más hechas de plástico o de juguete y que para nada son mucho más económicas.

Ajustes

Todo lo anterior sería imposible de conseguir sin todos los ajustes que permite configurar la Nitro 550. El primero y más básico es la altura del asiento que depende en gran medida de la persona y de la distancia al suelo del escritorio o mesa de trabajo. Permite una regulación óptima, aunque existen otras propuestas con mayor recorrido y, por tanto, más configurables. Es algo que tienen en común una buena parte de las sillas gamer de este precio.

Silla Genesis Nitro 550 con el respaldo reclinado IG Omicrono

Donde no falla es en el respaldo. Cuenta con una pequeña palanca en la base derecha que ofrece una configuración total, desde vertical —a 90 grados exactos respecto al asiento— hasta casi horizontal. Tanto que incluso da miedo tumbarse tanto y no logramos entender quién puede colocarse en esa postura si no es para echar una cabezada.

Otro aspecto fundamental son los reposabrazos, que también tienen cierta personalización. En este caso, la Nitro 550, tan sólo permite una regulación en altura mediante unas pequeñas pestañas. El material en este caso es de un plástico gomoso similar al que se puede encontrar en el salpicadero de los coches. 

¿Me lo compro?

La Genesis Nitro 550 (189 euros) es una silla robusta para el trote diario. Su apariencia gamer no la hace menos válida para su uso en el entorno laboral, principalmente teletrabajo, ya que proporciona una comodidad a la altura. Hay que destacar su robustez y resistencia que permanecen imbatidas tras muchos meses.

Se pueden destacar un par de aspectos donde mejorar. El primero son las ruedas que desde le principio no proporcionan una gran suavidad de rodadura. Y el segundo son los reposabrazos, cuya altura máxima es insuficiente para cualquier persona de cierta estatura y quedan relegados a un mero adorno estético. Si pudieran elevarse 5 centímetros más, serían perfectos.

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