Cuando hablamos de robots de limpieza para el hogar en España, es fácil pensar en los clásicos modelos económicos que constan de un dispositivo y una base de carga. Una solución sencilla, pero limitada en muchos aspectos. Por otro lado están firmas como Roborock, que muestran poderío con algunos de sus modelos más tope de línea. Es el caso del Roborock S8 MaxV Ultra, un portento tecnológico que lleva al siguiente nivel lo que puede hacer un robot de estas características.
La gama Max Ultra de Roborock ha demostrado en el pasado grandes aptitudes tecnológicas, integrando algunas de las mejores innovaciones en el campo de la robótica aplicada a la domótica. En este caso, la firma va más allá con este modelo, que ha sido el que ha limpiado y fregado el suelo de mi hogar estos últimos días. Ya de antemano partimos de unos resultados excelentes en casi todos los apartados.
Con un nuevo RockDock Ultra mejorado y con bondades como el sistema de reconocimiento de obstáculos Reactive AI 2.0, el Roborock S8 MaxV Ultra es el nuevo tope de línea de la compañía. Eso sí, a un precio de 1.499 euros, el cual sitúa a este dispositivo en la gama más alta de los robots de limpieza.
Un diseño excepcional
Uno de los aspectos que más echa para atrás a algunos usuarios que desean optar por modelos con grandes docks es precisamente la envergadura de los mismos. No desean tener una base que pueda ser incómoda de colocar en el hogar y que sobre todo destaque demasiado en el mobiliario. Roborock ha hecho un trabajo excelso con el S8 MaxV Ultra en este apartado.
En sí, el dispositivo consta de dos partes: el robot que cuenta con unas medidas de 350 x 353 x 103 mm y una base, que tiene unas dimensiones de 409 x 419 x 470 milímetros. La base, apodada como RockDock Ultra, nos ha parecido un acierto en lo que a diseño refiere, ya que su estética es elegante y sus proporciones comedidas.
No he tenido problema alguno en colocarlo en un rincón de mi hogar y qué ambientes, la estética negra y pulida de la base queda de lujo. Un diseño que ha sabido integrar todos los elementos de un dock tan avanzado en un factor de froma relativamente compacto, todo ello pese a algunos aspectos importantes de diseño, como el hecho de que este integra dos grandes contenedores en su parte superior.
Otro punto a destacar del Roborock S8 MaxV Ultra y de su RockDock Ultra es que son tremendamente fáciles de montar. Siguiendo unas sencillas instrucciones he sido capaz de coloca adecuadamente la rampa por la que se desliza el robot y montar la base con sus respectivos contenedores. Incluso en la parte trasera contamos con un guardacables para ocultar el exceso de cable del dispositivo y la toma de corriente.
En definitiva, nos ha encantado el diseño tanto del propio dispositivo como de la base. Es sobrio, elegante y no desentona con el hogar, de ninguna forma. Por supuesto, atraerá todas las miradas ya que no son pocos los invitados que se han sentido impresionados por la calidad que desprende este diseño, haciéndome preguntas sobre el dock. El diseño es solo la superficie, ya que este robot aspirador incluye mucho más.
El brutal dock RockDock Ultra
La gran baza de este robot aspirador está en su base de carga, que como es obvio no se limita únicamente a cargar el dispositivo. Integra hasta 8 funciones en 1, haciendo uso de características de limpieza de última generación. Y es que el dock no solo vacía automáticamente la suciedad del propio Roborock, sino que se limpia automáticamente a sí mismo.
Esta base es capaz de lavar la mopa del propio Roborock S8 MaxV Ultra con agua caliente y secarla con aire, también caliente. De hecho, es capaz de detectar de forma inteligente la suciedad ya que durante el proceso de lavado, el sistema se encarga de comprobar todo el rato el grado de suciedad de la mopa para ajustar dinámicamente la duración de la limpieza. Un sistema que nos parece extremadamente cómodo.
Al mismo tiempo que vacía el contenedor de suciedad, la base también rellena el tanque de agua de forma automática para el fregado del suelo. Por otro lado, cuenta con un dispensdor de detergente automático; rellenando el depósito oculto en la parte interior de la base, esta puede dispensar automáticamente la sustancia cada vez que el robot la necesite. Roborock promete 3 meses de duración por cada llenado, algo impresionante.
No obstante, el aspecto que más nos ha gustado de la base ha sido la carga fuera de horas punta. Esta característica permite la carga fuera de horas puntas, seleccionando horas de carga más económicas y consiguiendo que a la larga se produzca un ahorro energético considerable. Un sistema ingenioso, y que puede ahorrarnos unos eurillos a final de mes.
A todo esto hay que sumarle la sencillez de uso que presenta el RockDock Ultra. Su sistema modular permite retirar cada uno de sus dos contenedores con una práctica asa, y ambos disponen de una tapa muy bien sellada que protege su interior. Mientras que un contenedor sirve para llenar el agua que pasa al propio robot aspirador, el otro contiene el agua sucia, siendo ambos de 4 litros y 3,5 litros, respectivamente. Retirar el tanque de agua sucia y rellenar el de limpia es algo muy fácil y que demuestra el buen hacer del diseño de este dock.
La idea detrás de este dock es que el usuario no tenga que hacer prácticamente nada; una vez el robot ha realizado su proceso de limpieza, esta vacía la suciedad en una bolsa, vacía el agua sucia y la vuelve a rellenar de agua limpia, y limpia tanto la propia mopa del robot como su interior. De hecho, es capaz de acabar con todo tipo de manchas difíciles gracias a su lavado a 60 grados, que además limpia un 99,99% de las bacterias.
La interacción del usuario con el robot es absolutamente mínima. Solo es necesario preocuparse de rellenar y vaciar esporádicamente los contenedores de agua y cambiar la bolsa interna, que cuenta con 2,5 litros de capacidad. Es tremendamente cómodo, y ha conseguido algo que no pensaba que fuera posible: olvidarme por completo de mi robot, y evitar que tenga que hacerle algún mantenimiento a corto plazo.
Cabe aclarar que el robot sí necesita de cierto mantenimiento, pero la forma que ha tenido la gente de Roborock de solucionar este asunto nos ha parecido majestuosa. La aplicación da métricas de estado de los distintos componentes de la base del robot, tales como el filtro, el cepillo principal, etcétera. No solo te da indicaciones de cómo limpiar estos componentes, sino que los períodos para limpiarlos o sustituirlos son increíblemente holgados.
Para muestra, un botón. Habiendo usado bastante el Roborock S8 MaxV Ultra, puedo comprobar que el cepillo lateral aún está al 97% de capacidad, y la aplicación estima que aún le quedan unas 193 horas de uso. Lo mismo ocurre con el filtro o el cepillo principal. En este apartado, Roborock ha hecho un trabajo que ya nos gustaría ver aplicado en otros modelos.
Un robot de limpieza ideal
Junto a este dock se encuentra el propio S8 MaxV Ultra, que está repleto de novedades e innovación técnica. Solo en el papel de características nos encontramos con detalles como una brutal potencia de 10.000 Pa, suficientes para aspirar hasta la suciedad más incrustada de la casa. Y ha sido así, ya que mi suelo está impoluto gracias a ello.
Este robot, pese a parecer simple, hace uso de una cantidad de tecnología importante. Un ejemplo es el cepillo lateral FlexiArm; este cepillo se extiende de forma automática mediante un pequeño brazo cuando detecta tanto esquinas como zonas bajas debajo de muebles. Esto permite al Roborock S8 MaxV Ultra limpiar zonas muy poco accesibles, recogiendo las pequeñas migajas y polvo que allí se acumulan. Un sistema que en mi caso ha funcionado a las mil maravillas.
Algo similar ocurre con el sistema de fregado, que también tiene su propio sistema para maximizar la limpieza. Este incluye una mopa lateral giratoria que pasa justo en los bordes de las paredes, con márgenes de menos de 1,68 milímetros. Esta mopa, al igual que la grande de la parte inferior, también se limpia en la base y nos ha parecido muy útil, otorgando resultados similares al sistema FlexiArm. Este diseño elevable se aplica, por cierto, tanto al cepillo como a la mopa.
Siguiendo con el fregado del Roborock S8 MaxV Ultra, este monta un sistema VibraRise 3.0, que se vale de una serie de módulos de doble vibración haciendo vibrar la mopa inferior mayor y maximizando la limpieza con vibraciones de hasta 4.000 veces por minuto. De hecho, en alfombras, esta se eleva hasta 20 milímetros para no causar humedades en ellas. Desgraciadamente, no he podido ponerla a prueba debido a mi falta de alfombras en casa.
Pero no son los únicos añadidos. En la parte inferior nos encontramos con un cepillo DuoRoller Riser, una solución para distintos tipos de superficie y suelos. Lo más habitual es que estos cepillos, en otros modelos más económicos, acaben por atascarse debido a los enredos de pelos de personas y mascotas. Gracias a sus rascadores ocultos, estos cepillos se mantienen mucho más limpios, siendo más difícil que estos se bloqueen.
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Sin embargo, el aspecto que más nos ha sorprendido radica en la navegación y la autonomía del propio robot aspirador. Monta una cámara RGB con luz integrada que ilumina en entornos oscuros, y aderezada con un sistema de reconocimiento de obstáculos por inteligencia artificial. Roborock promete hasta 73 objetos reconocibles, una cantidad bastante elevada si tenemos en cuenta el número de elementos que se pueden acumular en el suelo de una casa.
Este es, de lejos, el punto más favorable del Roborock S8 MaxV Ultra. Es increíblemente intuitivo y ha permitido una limpieza completa en todo tipo de situaciones, sin que haya lugar a fallo. No ha habido ningún problema con ningún obstáculo; el robot ha sabido esquivarlos todos y continuar con su labor sin impedimentos. Esto, a la larga, hace que la vida útil del robot sea todavía mayor y que su durabilidad sea muy alta.
La navegación se sirve de un completo sistema de navegación LiDAR, que escanea el hogar y crea mapas detallados, con una visualización de mapas en 3D. La detección de la casa, así como sus partes inaccesibles y sus muebles, es sencillamente excelente, creando mapas ricos en detalle que se pueden gestionar desde la aplicación. Por ejemplo, el robot se encarga de volver al dock mientras limpia para limpiar su mopa y así poder seguir limpiando de forma más eficiente, todo ello sin problemas.
Sus sistemas inteligentes no se quedan aquí, ya que el propio robot es capaz de sugerir zonas restringidas de forma automática (aunque obviamente podremos seleccionarlas nosotros) y reconocer mascotas, así como dar indicaciones para resolver problemas. En caso de tener mascotas, el robot detiene los cepillos principales, mientras que aumenta la potencia de succión para absorber sus pelos, por ejemplo.
También ajusta de forma dinámica el propio proceso de limpieza en sí; dependiendo de la capa de polvo que detecte el robot aumentará la potencia de succión y en caso de que encuentre manchas complicadas, podrá activar el modo solo fregado usando una mayor cantidad de agua. Este robot me ha salvado más de una vez de tener que tirar de mi fregona tradicional, haciendo de mi día algo más fácil.
Tal y como muchos otros dispositivos hacen, el Roborock S8 MaxV Ultra integra un sistema de asistente de voz, llamado Rocky en este caso, y que funciona incluso sin Internet. Usando comandos de voz es posible iniciar limpizas, limpiar por habitaciones, ajustar los modos de limpieza y un largo etcétera; la aplicación también proporciona consejos sobre cómo usar el asistente.
Si bien es un añadido útil, creemos que aún tiene cierto margen de mejora. Más de una vez el asistente se ha activado sin querer, especialmente cuando hay varias personas en la casa y de forma involuntaria dicen palabras que pueden sonar al comando de invocación. Nada preocupante, ya que en las ocasiones que hemos usado el asistente en inglés, nos ha entendido. Eso sí, requiere cierta curva de aprendizaje por parte del usuario.
Finalmente está otro gran apartado de este Roborock S8 MaxV Ultra: su autonomía. Monta una muy buena batería de 5.200 mAh, que en palabras de la compañía promete unas 3 horas de limpieza o el equivalente a uno 300 metros cuadrados. Es cierto que mi casa no es especialmente grande, pero en ningún momento he visto problemas de autonomía, pudiendo limpiar la totalidad de mi casa sin problemas de una sola pasada.
¿Me lo compro?
Es posible que 1.499 euros sea una etiqueta de precio elevada para muchos. Sin embargo, es un precio que revisando otros modelos en el mercado, puede llegar incluso a ser económico en la gama alta de robots de limpieza. Este precio viene dado precisamente a favorecer la comodidad del usuario ante todo y en este sentido, el Roborock S8 MaxV Ultra lo hace de fábula.
El Roborock S8 MaxV Ultra no solo es uno de los dispositivos más potentes que he probado, sino el robot de limpieza más cómodo que jamás he tenido. Se maneja sencillamente desde su aplicación y el dispositivo en sí se encarga de todo lo demás; limpia, friega, se vacía solo y todo el proceso de mantenimiento se hace de manera automática en el dock, necesitando una intervención irrisoria por parte del usuario.
Muchos, como yo, ya no quieren ir preocupándose de vaciar los depósitos de sus robots o no desean tener que limpiar sus bases cada poco. Estos encontrarán en este S8 MaxV Ultra una opción increíble para limpiar sus casas de forma cómoda y eficaz. Es pagar un poco más para tener una comodidad muy superior, y yo personalmente estoy dispuesto a pagar ese precio extra.
Lejos de que el usuario sea el adecuado o no, esta es sin duda una compra recomendadísima. Es, sin duda alguna, uno de los grandes robots de limpieza del mercado y se lo pondrá difícil a sus rivales dentro de la gama superior en torno a los 1.000 euros. Especialmente por su dock, que es con todas luces su mejor baza de venta.