
OneOdio Studio Max 1. Omicrono
He probado los auriculares para DJ y músicos más baratos: prescinden de cables y tienen sonido de alta calidad
Los OneOdio Studio Max 1 tienen una tecnología para usarlos sin una conexión física aprovechando un transmisor de latencia ultrabaja.
Más información: Probamos los OneOdio Focus A5, los auriculares que prometen funciones de gama alta a un precio de derribo
Prácticamente todos los usuarios de auriculares en España usan estos dispositivos para simplemente escuchar música. Auriculares abiertos para escuchar música sin aislamiento, dispositivos con cancelación de ruido y un gran sonido son solo algunos ejemplos que nos encontramos en nuestro país. Sin embargo, hay alternativas que apuestan por otras funcionalidades, como la de traducir cualquier conversación al instante. La firma OneOdio ha vuelto a salirse de la tangente, en este caso con los OneOdio Studio Max 1, unos auriculares para estudio.
Si algo nos han enseñado dispositivos como los Sony MDR-MV1 es que no todos los auriculares sirven sencillamente para escuchar música. Lo cierto es que pueden llegar a ser incluso una herramienta de trabajo para aquellos que necesiten una buena calidad de audio para su desempeño. Los OneOdio Studio Max 1 pretenden eso mismo; ofrecer prestaciones de sonido profesionales junto a una amplia versatilidad, traducida en numerosas funciones que los más exigentes buscan en unos auriculares de estudio.
Y es que estos auriculares de OneOdio destacan por ser unos auriculares de estudio para DJ's, músicos y en general todo profesional que trabaje con música. Eso sí, eliminando de la ecuación la necesidad de cables, ya que una de las grandes ventajas de estos auriculares es que cuentan con conectividad inalámbrica de baja latencia. Todo ello a un precio de apenas 160 euros en España.
Un diseño funcional pero elegante
Los OneOdio Studio Max 1 presentan una estética que casi raya en lo puramente profesional. Deja atrás las florituras para centrarse en un diseño funcional, con un acabado en plástico negro que lo hace pasar desapercibido ante los ojos del resto de personas. Solo un par de detalles rojos coronan un diseño que, por otro lado, se siente sobrio y elegante a partes iguales.
La cosa cambia drásticamente cuando el usuario se dispone a ponérselos. Pasamos a tener unos auriculares contundentes en forma y con una construcción sólida, imponente. No son en absoluto auriculares pequeños; en mi caso concreto, las copas ocupan casi la totalidad de mi oreja, y la diadema superior se ajusta de forma muy amplia a mi cabeza. Es cierto que no son auriculares que se sientan increíblemente caros, pero sí muy cómodos y ligeros.

OneOdio Studio Max 1. Omicrono
El diseño de los OneOdio Studio Max 1 encierra ciertos detalles que nos 'chivan' su condición de auriculares de estudio. Por ejemplo, el hecho de que los auriculares no tengan uno, sino dos puertos jack en cada una de las copas. Uno es un puerto jack de 6,3 milímetros y otro un puerto de 3,5 mm, aunque uno de ellos cuenta con una gran abertura para acoger una buena variedad de guardacables y no tener problemas de ajuste.
Le siguen unos botones de uso muy sencillos para poder subir y bajar el volumen, así como botones para usar los modos Bluetooth y Rapid Will+, el modo de latencia ultrabaja que mencionaremos más adelante. También cabe destacar que estos auriculares son semi-plegables, ya que las copas como tal se pueden retraer sobre sí mismas para guardarlos de forma más compacta. Sin embargo, dichas copas no se pueden rotar hacia los lados.

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Nos ha gustado mucho el diseño de los OneOdio Studio Max 1, especialmente a la hora de utilizarlos. Son muy ligeros, se sienten muy cómodos en la cabeza y no molestan tras varias sesiones de unas pocas horas. Se ajustan perfectamente a la cabeza y no resaltan mucho, lo que nos gusta mucho. Las almohadillas son esponjosas pero muy suaves, y no aprietan prácticamente nada contra la oreja.
Su único punto negativo, irónicamente, reside sobre el hecho de que son auriculares un tanto voluminosos. Su sobriedad se compensa con un tamaño que no pasa desapercibido en pleno día. El hecho de que las copas sean tan grandes y que abulten tanto causan que al usarlos en la calle, generen alguna mirada que otra. Sin embargo y como veremos a continuación, lo normal no es usar estos OneOdio Studio Max 1 en la ciudad, sino en un estudio.
Auriculares de estudio profesionales
Si nos ceñimos puramente a las especificaciones técnicas, nos daremos rápidamente cuenta de lo que implica usar estos OneOdio Studio Max 1. Por ejemplo, no tienen cancelación de ruido activa por Bluetooth, a diferencia de otros modelos más económicos que sí lo incorporan, como los recientes OneOdio Focus A5. No tiene mucho sentido que tengan esta función, por otro lado.
Y es que la idea detrás de dichos auriculares es que se usen en un entorno controlado, ya sea para hacer funciones de DJ o para tocar instrumentos anclando un cable jack de conexión entre los OneOdio Studio Max 1 y el utensilio en sí, ya sea una guitarra, un bajo, un piano o una mesa de mezclas. Tanto es así, que los auriculares incluyen toda una plétora de accesorios.
Dentro de la conveniente bolsa de viaje que incluyen los OneOdio Studio Max 1, nos encontramos con hasta tres accesorios distintos: un cable jack de 3,5 mm a 6,35 mm en formato de tirabuzón, un cable de 3,5 mm a 3,5 mm (con un adaptador incluido de 6,3 milímetros) y la petaca o transmisor M1 con tecnología Rapid Will. Porque sí; OneOdio pretende que estos auriculares se usen sin cables.

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Uno de los mayores problemas de los auriculares de estudio que se trabajan con cables conectados es que suponen un limitante físico importante para el artista. Para evitar problemas de calidad de audio, transmisión de datos ylatencia, casi siempre se usan auriculares conectados por cable. En este sentido, los OneOdio Studio Max 1 incluyen un transmisor con tecnología Rapid Will, o lo que es lo mismo, tecnología de enlace rápido inalámbrica con baja latencia, que ofrece una conexión con apenas 20 milisegundos de velocidad de conexión.
Sobre el papel, esto implica que el artista puede seguir escuchando el instrumento con los cascos en formato inalámbrico con total calidad de audio y sobre todo sin cables. La idea es conectar este transmisor en su modo DJ a una mesa de mezclas para así usarla sin ningún tipo de cable. A esto hay que añadir conectividad Bluetooth con estándar LDAC, doble certificación Hi-Res audio y las dos mencionadas interfaces de 3,5 y 6,3 milímetros.

OneOdio Studio Max 1. Omicrono
En este modo de baja latencia, los OneOdio Studio Max 1 ofrecen una autonomía de 120 horas. Se conecta el transmisor al instrumento o a la mesa de mezclas, se pasa al modo DJ y listo; comienza a sonar. Con solo 4 horas de uso diario, el transmisor puede durar entr 10 y 15 días de uso continuado. Además, tarda muy poco en cargarse; solo 5 minutos de carga ofrecen 2 horas y media de reproducción de sonido.
Hemos de decir que independientemente de la calidad de audio general, este ha sido el gimmick que más nos ha gustado de los OneOdio Studio Max 1. Da lo que promete, sencillamente. La transmisión de audio es prácticamente instantánea, y se mantiene (al menos sobre el papel) toda la calidad del sonido, sin recurrir a compresiones absurdas o a triquiñuelas para quitar los cables del medio. Simplemente, funciona.

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Hemos tocado la guitarra y el piano con este modo, conectando el transmisor a la interfaz de audio entre el instrumento y su amplificador y ha funcionado todo a la perfección. Nos ha gustado además lo sencillo que es de usar. Solo es necesario cambiar al modo de DJ una vez se ha conectado el transmisor y listo; no es necesario hacer nada más. Además, el transmisor incluye unos indicadores LED que revelan la batería.
OneOdio también se ha esmerado en ofrecer un buen hardware interno para ofrecer lo mejor en audio. La idea detrás de esta clase de auriculares no es ofrecer el mejor audio general, sino el mayor equilibrio entre frecuencias de sonido posible. Bajos potentes, frecuencias altas claras y medias bien definidas. El objetivo es escuchar de froma cristalina lo que se pretende mezclar o tocar.

OneOdio Studio Max 1. Omicrono
Si nos centramos en eso, así es. Los OneOdio Studio Max 1 consiguen una respuesta muy equilibrada, con bajos serios pero que no saturan, unas frecuencias medias que se definen muy bien en su espacio y sobre todo unos altos que no quedan opacados por las otras pistas de audio. Por ejemplo, el sonido de la mesa de mezcla está bien diferenciado, incluso si se usa esta tecnología de latencia ultrabaja.
Aún con todo, esta misma filosofía se aplica a la escucha de música vía Bluetooth, para lo bueno y para lo malo. Cuando lo que se quiere es escuchar la música lo más neutra posible, está bien, ya que el equilibrio entre frecuencias favorece que escuchar ciertos géneros sea algo más satisfactorio. No obstante, otro tipo de canciones se ven perjudicadas por este excesivo equilibrio. Por ejemplo, en este tipo de situaciones nos gustarían bajos más potentes, altos más promimentes, etcétera.

OneOdio Studio Max 1. Omicrono
Lejos de todo esto, la experiencia auditiva es muy buena, pero no excelsa. Debemos saber diferenciar lo que implica escuchar música por escuchar sonidos de forma lúdica y lo que implica querer tener el sonido lo más equánime posible para hacer mezclas, editar pistas de audio y demás. Los OneOdio Studio Max 1 son unos auriculares destinados en su totalidad a brindar un buen rendimiento sonoro, pero en lo que a disfrute refiere, quedan un peldaño por detrás de modelos que sí tienen una fuerte orientación a la escucha de música tradicional.
¿Me los compro?
Los OneOdio Studio Max 1 cuestan 169 dólares, lo que al cambio se traducen en unos 160 euros en España. Un precio que si vemos lo que se cuece en este mercado, se ajusta enormemente al resto de opciones. Por ejemplo, los beyerdynamic DT-990 Pro, que son los auriculares más vendidos de la tienda de equipo musical alemana Thomann cuestan más o menos lo mismo. Lo mismo ocurre con otras tantas opciones.

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La clave aquí y lo que creo que supone el elemento diferenciador es la conectividad inalámbrica. El hecho de poder prescindir de un cable consigue que los OneOdio Studio Max 1 ganen muchos puntos. Soy un usuario que dijo adiós a los cables hace años, y he llegado a un punto tal que el usar unos auriculares con cable me resulta algo imposible, agobiante casi. Si quiero tocar la guitarra o el piano y conecto el transmisor, tengo toda la libertad que quiero, y ese es un plus que sin duda agradezco sobremanera.
Si eres un DJ o un instrumentalista que quiere monitorear la música que crea a un precio relativamente asequible pero con prestaciones top, entonces encontrará en los OneOdio Studio Max 1 un buen aliado. Los que sencillamente quieran tener unos auriculares de gama media-alta para escuchar música sin más aspiraciones, deberán buscar en otro lugar antes de decantarse por esta opción.